3. 14 & 15

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Una semana había pasado desde los últimos acontecimientos, Amely se mantenía trabajando en el bar de la calle 66. Todas las noches servia tragos en la barra como también en las mesas cercanas. Aveces lograba ganar más dinero en el día por ciertas propinas de sucias procedencias aunque a ella no le importaba de donde y como viniera el dinero siempre y cuando este la ayudara a pagar su renta.

—¡Dos Martini, por favor!

Gritó un mesero al dejar su orden de la mesa 4. Amy realizo los tragos con cuidado pero muy rápido, ya era costumbre en ella que todo fuera tan sencillo, cuando de repente se siente unos gritos desde el fondo y varios vasos caer al suelo. La joven de 18 años miro hacía el lugar notando como un grupo de 7 chicos comenzaban a golpear a otro sin reparo: lo pateaban y lo dejaban caer sin compasión.

—¡Hey, deténganse!

Dijo uno de los guardias tomando a uno de los chicos por atrás sin percatarse que una botella iba directo a su cabeza, de un momento a otro se vio en el suelo siendo socorridos por otros dos guardias y un mesero que de igual forma se unió a la pelea. Amely y las personas que estaban en ese momento se quedaron atónitas por varios segundos, hasta que reaccionó siendo la única que se acerco a ver al mal herido joven que se hallaba en el suelo sangrando.

—¡Saquen a todos de aquí y cierren las puertas! —gritó el dueño del bar quien corrió hacía donde estaba la trifulca encontrando a la joven. La tomo del brazo y la miró fijo—. Ve ayudar a los demás, deja al chico, vendrá la ambulancia —soltando el agarré. Amely dio unos pasos pero se detuvo al escuchar un quejido; fue entonces que uno de los busca pleitos menciono: "Sigue vivo ese maldito homosexual" La joven volteo a mirar cuando una apuñalada se apodero del cuerpo del ya tirado joven, hundiendo así la escena en un drama.


Acaso... lo golpeas y lo hieres por ser... Por ser ¿Gay?


Su sangre hirvió y su puño almaceno una fuerza incontrolable, la misma que dio contra el rostro del agresor, logrando que este cayera al suelo golpeando su cabeza con la punta de la mesa. Sin importar la situación y como había terminado su agresor, Amely solo se interesaba en la victima.

—¡Hey! ¿Estas bien? ... Responde, por favor —dijo Amely al herido sobre el suelo cuando lo tomo desde la espalda apoyando a este en sus piernas—. ¡Hey!  —exclamó nuevamente revisando los signos vitales notando que estos eran débiles—. No... Resiste... ¡Resiste! —la escena se hizo un mar de recuerdos, nervios y lagrimas para la joven ya que no era la primera vez que vivía algo parecido—. ¡Ayuda! ... esta muriendo... Por favor... Ayudenlo... por favor...



8 / 2005



─¿No te defenderás? Marica

─¡Vamos, defiéndete, maldito homosexual!

─Chris, dale otra patada, al parecer no aprende él maldito marica.

Esta ultima sonaba tan fuerte contra el delicado cuerpo del joven que lo hizo escapar un sonido de dolor de su boca; la sangre era evidente.

─Es una nena. Míralo, no se mueve. ─ Los gritos y risas de los jóvenes se escuchaban en toda la azotea, lastimaban al pobre chico tirado en el suelo comos si el mundo fuera de ellos, mostrando poder y decisión. ─¡Vamos, perra!

En un rincón del lugar, detrás de unos montículos de cemento se encontraba ella: una joven delgada, cabello negro, ojos de aceituna y labios rosados. Abría sus ojos lentamente y se levantó dando unos pasos lejos de su zona de confort  —¡Aaah! que molestos —dijo al quitar los audífonos de sus oídos y mirar a la tropa de jóvenes que se encontraba en el lugar.

Amely (Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora