25. Fuerza

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26 de Noviembre / Compañías Park


Las mesas del salón de eventos de la compañía estaban finamente adornadas con manteles azules, platos cuadrados y blancos, copas de champan con la bebida burbujeante dentro de ellas y los invitados sentados acorde a la importancia de cada uno; dentro de ellos se encontraba la mayor parte del personal de las compañías Park, ingenieros, arquitectos, científicos, entre otros que pertenecían a diferentes centros. También se encontraban los directivos, los inversionistas y las familias más adineradas del país, ya que hoy se presentaba a la nueva líder de las compañías, lo que muchos estaban esperando.

—Muchas gracias a todos por estar presentes... —decía Eric con un micrófono en las manos y parado en el podio para que fuera notado por todos.

El discurso estaba preparado sigilosamente, con profesionalismo, ya que la impresión que debían dar debía ser esplendida. Este había sido estudiado por la asiática un montón de veces, no quería desentonar ni mucho menos dejar mal a nadie; además, ahí afuera estaba la familia Lee, las personas que más le importaba dejar con la boca abierta.

Se miró al espejo una vez más antes de salir, su maquillaje estaba perfecto y su vestido aún mejor.
Al frente de ella se encontraba Natasha con un aparato que la hacía estar en comunicación con otros guardias y con Eric; la japonesa vestía ropa masculina, aunque sus curvas seguían mostrándose.
Se acerco a la pelinegra antes de dar el aviso de que esta ya estaba lista, entonces comentó —Amely... Desde hoy en adelante yo estaré siempre detrás de ti, cuidando tu espalda y protegiéndote de todo.

La joven sonrió comiéndose los nervios que sentía, pues la japonesa la había tranquilizado con aquellas palabras.

—No temas nunca en caer, porque yo voy a recogerte las veces que sean necesarias. Esa es mi lealtad a ti y al señor Park —dijo una vez más dando un leve golpe al hombro descubierto de la pelinegra para luego toser un poco y desviar la mirada.

—Gracias, Natasha... —respondió Amely con simpleza, sintiendo aquella comodidad que ya comenzaba agradable en demasía. Sabía que en el futuro ambas serían muy buenas amigas.

—Bien —musitó la japonesa, aturdida por la sonrisa que se le había obsequiado, sin embargo, pronto la sequedad de su personalidad la hacía quemar el dulce momento con el aviso de que la joven saldría a saludar a los invitados—. Mete a toda esa gente en tu bolsillo, mocosa —terminó por decir, pidiendo a las jóvenes que abrieran las puertas.

Al escuchar que ya todos estaban en sus posiciones, Amely pegó un suspiro que relajo todo sus músculos, a la vez que se deshacía de los nervios al empuñar y desempuñar sus manos un par de veces. Inhaló, exhaló y aguantó el cosquilleo en su vientre cuando los pasos se hicieron firme bajo aquellos tacos medianos que habían conseguido para ella, pues ahora la luz del salón la iluminaba en aquel hermoso vestido negro bajo la mirada de todos los presentes.

—Con ustedes, nuestra nueva líder, Amely Salvatore —dijo Eric usando el apellido materno de Amely mientras la indicaba.

Una sonrisa mostró al ver entrar a la menor por aquellas puertas, tan radiante y luminosa que incluso las estrellas quedaban de lado gracias a ella.

Por otro lado, lo invitados tomaban atención a la persona que daba cada paso hasta el podio. Observaban lo joven y humilde que era, la belleza natural y la sonrisa resplandeciente que se asomaba en su rostro.

—Buenas noches a todos los presentes —dijo con el micrófono ya en la mano—. Estoy muy feliz de compartir con ustedes esta velada —musitó con la sonrisa pegada en los labios, mientras algunos se retorcían en sus mesas—. Mi nombre es Amely Salvatore y seré la nueva líder de las compañías Park, gracias al mismo señor Park, quien me ha dejado a cargo... Espero, de todo corazón, que juntos levantemos esta nave y trabajemos para que vuelva a estar en lo más alto.

Amely (Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora