6. Olvidemos todo

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Muchas cosas habían pasado desde la muerte de Claris. Amely debió crecer sola entre desconocidos ya que su padre, Kwan Lee, jamás se hizo cargo de ella como se debía. 

A los 8 años debió mudarse de la casa en donde nació, su padre decidía que la niña viviera con una familia rica de apellido ingles; ellos eran amigos muy cercanos de Kwan. En ese lugar la pelinegro realizo trabajos de empleada a su corta edad, como lavar losa, limpiar baños y encargarse de la ropa sucia de los niños que habitaban el lugar. A los 12 años fue retirada de aquella casa y llevada a la mansión Park, hogar de unos de los chaebol mas reconocidos del 2000.  En ese lugar llego con la misma disposición, realizaba tareas domesticas, sin embargo, él "viejo Park" descubrió en la joven un talento único en el arte. Hizo que Amy diera exámenes libres para pasar la preparatoria y unirse luego a la secundaria, en donde destaco con grandeza en el arte de pintura ... Amely sin duda demostraba el mismo talento que su madre. 


  ━Hoy te hablaré del viejo Park. ━  dijo Amely a Maria. 
  ━ ¿Él viejo Park?  ¿es tu abuelo o algo?━  preguntó Maria con sus ojos enormes. 
  ━ No... no era mi abuelo o algo parecido, pero yo lo amaba como uno.━ respondió. ━En mi vida he amado a pocas personas y una de ellas era este distinguido señor.  
 Maria sonrió y se acomodo en la cama, en frente de la otra, deseaba percatarse de todas las expresiones de la pelinegra. ━Bien, comienza. 
  ━Su nombre era  Park Chung-Ho. Era un hombre muy respetado por las personas que lo rodeaban, todos corrían cuando el daba una orden y cuando se molestaba todos hacían silencio esperando un regaño o la atención adecuada. 
  ━Suena muy malo.
Amely sonrió al comentario de Maria, pero pronto retomaba su historia sobre aquel hombre.  ━Claro que no... Era maravilloso. ¿Sabes? su mansión era enorme, tenia muchos empleados y personas de corbata que llegaban a su casa en busca de oportunidades... Él jamás dejo que ninguno de sus empleados viviera en la miseria, ayudaba a todos.━  Sonrió. ━me ayudo a mi... Recuerdo bien que le gustaba escucharme leer sus libros, pasábamos horas sin importar el mundo. Le gustaba como sonría y como jugaba. Gracias a él pude estudiar y aprender muchas sobre lo que me gusta. 
━ ¿Y qué te gusta?.━  consulto Maria.
━ Bueno, muchas cosas.━  respondió Amely. ━Cosas que ahora no vienen al caso.━  Suspiró. ━A lo que quiero llegar es que él era increíble...
━¿Y cómo era? Es decir, su apariencia.
━Mh... Era un hombre de unos 65 años o más, no recuerdo bien, pero tenía un cabello canoso, piel blanca, ojos grandes, creo que no era 100% asiático.  Y olía a pino. 
━¿Pino?
━Sí, pino... Era muy extraño pero me agradaba ese olor, me hacía volver a mi casa en Busan... A pesar de que no había mucho pino ahí.━  rió.
━Debiste amarlo mucho... sin duda él fue el padre que nunca tuviste ¿No es así?
━Si... Sin duda él fue como un padre.   

Suspiró y bajó la mirada por unos segundos. Maria la observaba con atención; amaba cuando Amely relataba cosas de su pasado. Desde la ultima conversación sobre el tema, la pelinegra se había abierto un poco más a ella y eso le encantaba en demasía. 

━¿Y qué paso con él? ¿Por qué dejaste de verlo?
━Él falleció un 7 de Septiembre del 2005. Luchaba contra una leucemia desde antes que lo conociera.━  levantó su mirar para fijar sus orbes en los ajenos. ━Dejo todos mis estudios pagados, hasta la universidad, pero Kwan no quiso mantenerme en ese lugar, y bueno, yo tampoco quería estar ahí.━  desvió nuevamente su mirar, esta vez hacía la ventana a un lado de la cama.  ━Me llevó a Canadá cuando cumplí 16. 
━Ya veo. Pero a pesar de todo viviste buenos años a su lado ¿No?
━Así es. Aprendí muchísimo; fueron los mejores 4 años de mi vida... 


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La española notaba la tristeza en el relato pero también se daba cuenta del amor que sentía Amely por aquel hombre. Se preguntaba si algún día a ella la recordarían de aquella forma, cuando ya no se vieran más las caras. Sabía que el corazón de la pelinegra era difícil de penetrar, era complicado de mantenerse e imposible hallar respuestas del pasado, presente o futuro. 

━Se que has vivido una vida difícil, una vida que no desearías que nadie más viviera y que por ello eres tan cerrada conmigo. A veces me gustaría que todos esos recuerdos desaparecieran de tu mente, que viajaras en el pasado y rescataras los momentos felices... Pero también sé que todo lo que has vivido te mantiene fuerte, firme y capaz de muchas cosas.━  se acercó a Amely gateando por la cama y se poso en frente, tan cerca que sus labios podían rozarse. ━Olvidemos lo que me acabas de contar... Olvida a Kwan, a Bin a tu madre y mantén mi rostro en tu mente aunque sea por esta noche.━  susurró.
Amely trago saliva a la vez que sus achinados orbes se abrían más de lo normal; las palabras de la española habían calado hondo en ella como nunca antes lo había hecho. "Olvidemos todo" pensó. ━¿Cómo quieres qué haga eso?━musitó al igual que la ajena, casi rozando los labios.  
Maria no dio respuesta en palabras a la interrogante de la asiática, encontró que quitarse el camisón y quedar desnuda ante ella era una mejor respuesta; no obstante, la pelinegra no reaccionó, quedándose mirando aquellos bellos senos por unos segundos. ━De esta forma.━ Terminó por decir la española para traer de regreso a la ajena con un beso delicado que erizo la piel sin control alguno. 

 

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El silencio en la oscura habitación era el escenario perfecto para aquella luna que se mostraba por la ventana. En la cama dos mujeres se comían la boca, mientras que sus manos viajan entre sus cuerpo haciéndose parte de este como la piel.   ━Aaah~━ jadeo una de ellas al despegar sus labios y verse un pequeño hilo de saliva entre ambas. Sonrió. ━No me dejes.━ Susurró la española posando la mano diestra sobre la suave piel del rostro de Amy.  

━No pienso hacerlo ahora.━ respondió esta otra con la mirada fija y los labios entre abiertos para recuperar el aliento. Sin embargo los pocos minutos de desapego duraron nada cuando la pelinegra se alzo sobre ella encontrando el cuello para morder al igual que un vampiro hambriento; Maria volvió a jadear. 
La excitación era tan obvia que las ganas de sucumbirse en su cuerpo eran la gran demostración de que la española había cambiado la conversación triste y terrible del pasado en un accionar épico. Amely ahora anhelaba recorrer cada rincón, llamando como propio aquella blanca piel.

Al paso de los minutos, la asiática comenzó a jugar entre las piernas de Maria, se aferraba y danzaba en aquella zona en un baile húmedo e intenso, tanto que el sabor de la española se le hacía cada vez más exquisito, más llamativo y más deseado. ━Debes aferrarte.━  susurró al terminar su danza y subir por el cuerpo ajeno hasta sus labios, los cuales volvió a besar traspasando toda la esencia antes obtenida. 

━Te extrañaba.━  dijo la castaña con la voz entre cortada, haciendo caso a las palabra de la pelinegra. Amy sólo sonrió y se acomodó para entrar en su matriz, aquel espacio único y delirante que tenía su "amiga" una especie de templo sagrado.
Por otro lado, Maria se aferraba al lecho como antes se le había pedido. Su cuerpo se bañaba de sudor mostrando que lo disfrutaba y su aliento era la melodía sinfónica de aquella dulce noche. 




〈 No busco ser tu dueña ... Tampoco quiero que seas la mía, así que por favor, no te enamores de mi 〉  




Amely (Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora