Había pasado casi una semana desde que aclaré ese "accidente" con mi compañero de clases Duke. Aunque hicimos las paces, sentí que nuestra relación no volvió a ser igual que antes de eso. Duke solía jugarme muchas bromas, que vistas desde afuera podrían considerarse "crueles". Esas bromas disminuyeron mucho, me hablaba menos de lo normal y muchas veces lo sorprendía mirándome más que otras veces. Su mirada esquiva se hizo más frecuente en esos días. Supuse que nada puede ser igual después de que besas a una persona, más aún si esa persona es tu amigo y además un chico.
Debía aceptar las consecuencias de mi comportamiento descuidado, permanecer pacientemente con la esperanza que todo volviera a la normalidad. En esa semana no vi a mi primer amigo Duke, no porque no tuviera tiempo para estar con él, sino que sentía, aunque suene extraño, que lo había traicionado. Si el me preguntaba acerca de que había hecho ese fin de semana no podría mentirle, algo dentro de mí me decía que si mi amigo se enteraba de ese beso por accidente se pondría triste.
Era domingo por la noche, me encontraba estudiando en mi habitación, afuera el viento soplaba muy fuerte haciendo que la rama de un árbol golpeara la ventana de mi habitación, ese leve pero constante ruido dificultaba que me concentrara en la lectura. Estudiaba porque no quería perder, en cuanto a calificaciones, ante mi compañero de clases, Duke. A pesar de lo sucedido, él era un chico muy inteligente, reservado y dedicado a los estudios, siempre obtenía excelentes calificaciones, siendo reconocido por los maestros y el resto de los alumnos. Yo no quería quedarme atrás, así que me propuse el objetivo de estudiar todos los días para estar al mismo nivel que él o incluso superarlo.
Trataba de concentrarme cuando escuché que se abrió la puerta de entrada, siempre bajaba a revisar si era mi madre quién entraba a la casa. En esa ocasión hice lo mismo, bajé a revisar y efectivamente, era ella quién había llegado en un lamentable estado de ebriedad. Llegó tan alcoholizada, al grado de no poder mantener el equilibrio. Al ver la dificultad que tenía para caminar, decidí acercarme para ayudarla a llegar a su habitación.
Pensé que se molestaría conmigo como normalmente lo hacía, que me diría que me alejase de ella al empujarme, pero, sorpresivamente no fue así. Cuando me acerqué y la sostuve en mis brazos, se quedó mirándome de una forma que no lo había hecho antes. Permaneció tranquila cuando la cargué para llevarla a su habitación, sus ojos me miraban de una manera muy dulce, recorría con ellos mi rostro como si no me hubiera visto en mucho tiempo, al menos así lo sentí. Imaginé que su apacible comportamiento se debía al estado de intoxicación en que había llegado y que posiblemente no me reconocía.
Cuando la coloqué sobre su cama para que descansara, me aparté un poco para quitarle los zapatos, en ese instante, me sujetó del brazo, no te vayas - me dijo con un leve tono de angustia. Estaba muy sorprendido, ya que era lo más amable que mi madre me había dicho, así que me arrodillé ante ella para que nuestras miradas quedaran al mismo nivel.
Ella me sonrió, en lo que sus manos acariciaban mi rostro y los mechones de cabello sobre mi frente. Su toque fue lo más agradable que había sentido, era el primer cariño que recibía de ella y la primera sonrisa que me dedicaba, en ese instante me sentí muy dichoso. Cerré mis ojos para no olvidar ese memorable momento, Eres muy apuesto - me dijo sin dejar de tocar mi rostro a la vez que rodeó con sus brazos mi cuello. Eso me desconcertó bastante, su mirada era extraña y acercó mucho su cara a la mía, tanto que podía oler su aliento a alcohol, ese movimiento suyo me asustó demasiado, tanto que me liberé de su agarre y la empujé, de no haberlo hecho sus labios habrían chocado con los míos.
Lo que hice la molestó mucho, comenzó a gritar cosas sin sentido para mí, Otra vez me rechazas, como te atreves a hacerme esto - me dijo, entre otras cosas que no recuerdo claramente. Se levantó precipitadamente para abofetearme y golpear con sus puños mi pecho, intenté detener sus manos, pero me gritaba que me fuera si no la quería. No sé de dónde sacó tanta fuerza, además de que no pude ni quise ser rudo con ella, me empujó hasta la puerta de salida y la cerró dejándome fuera. Aún estaba conmocionado ante ese hecho, no podría creer lo que había pasado y menos que me encontrara fuera de la casa con mi madre no permitiéndome entrar.
Para que la situación fuese todavía peor, unas gotas cayeron en mi cara, comenzaba a llover, no puede ser - pensé, como es que había llegado a esa situación. La lluvia no era fuerte, pero si constante, además estaba acompañada por un incesante viento. No sé cuánto tiempo estuve afuera golpeando la puerta para que mi madre la abriera, me cansé después de un tiempo de no obtener respuesta y me quedé sentado en la entrada. Miré hacia arriba, pero, ni la lluvia ni el viento podían aclarar ese estado de confusión en el que me encontraba. Bajé la mirada y en el suelo vi algo brillante cubierto de lodo, lo tomé y al limpiarlo me percaté que era la llave de mi casa, en verdad existen los milagros - pensé aun desconfiando de mi buena suerte, supuse que a mi madre se le había caído después de abrir la puerta.
En ese momento le encontré sentido a la frase: cuanto más oscuro esta es porque va amanecer. Utilicé la llave para abrir la puerta, temeroso y demasiado empapado entré. Caminé despacio y sin hacer mucho ruido, no quería que me escuchara. Cuando pasé por su habitación, la puerta estaba abierta y ella se encontraba en su cama profundamente dormida, como si nada hubiera pasado. Aun en el estado en que estaba me costaba creer lo que había sucedido recién.
Fui a mi habitación por ropa limpia para poder tomar un baño. Cuando salí de la ducha vi el reloj y era más de media noche, de verdad me quedé algo de tiempo afuera - reflexioné al secarme el cabello. Estaba verdaderamente cansado, sentía el cuerpo tan pesado que me tumbé sobre mi cama y me quedé dormido sin haber secado totalmente mi cabello.
A la mañana siguiente quería despertar e imaginar que lo que sucedió esa insólita noche había sido tan solo una pesadilla.
Como es un capítulo corto, subiré el siguiente. Si te gustó no olvides votar y/o comentar, eso es algo que aprecio mucho.
Gracias por llegar hasta aquí :)
**Alguien me dijo "me gusta más como narra Garreth" y me quedé pensando que a mí también, es por eso que hay más capítulos desde su punto de vista**
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Recuérdame: más que una historia de amor [BL]
Teen FictionSinopsis: Garreth es un chico solitario que no siente importarle a nadie. Su apariencia agresiva y su retraída forma de ser le causan problemas, al grado de tener ideas suicidas. Todo cambia cuando conoce a un chico de singular aspecto, Duke. Ambo...