31.- ¿Por qué me siento de esta manera?

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El periodo vacacional había terminado, los días festivos pasaron, pero el frío aún se hacía presente. Durante esas semanas, en una ocasión, sin darse cuenta, ambos jóvenes estuvieron muy cerca uno del otro, pero no se vieron o hablaron. Algo en su interior sentía la presencia del otro, algo que trascendía más allá de los sentidos.

Un nuevo ciclo estaba por comenzar, asistir con ánimo el primer día de clases siempre es difícil, para ambos chicos lo era todavía más. Al llegar a la institución, Duke observó un gran número de jóvenes aglomerados cerca de la entrada, revisando las listas de los grupos que les correspondían. Cuando se despejaron un poco, él hizo lo mismo, ubicó su nombre e inmediatamente buscó otro nombre, el cual también se encontraba en el mismo grupo.

Una extraña sensación de felicidad e incertidumbre lo invadió en ese momento, deseaba con desesperación mirar el rostro de esa persona, pero sabía que al hacerlo no cambiaría lo que había pasado y que no volverían a ser los mismos de antes. Caminó lentamente hacia el aula de clases, al llegar miró algunas caras conocidas, quienes lo saludaron y él, amablemente, respondió el saludo. En ningún lado estaba ese rostro que sus ojos buscaban inconscientemente, el pelirrojo tomó asiento y estaba acomodando sus cosas cuando escuchó las voces de unas chicas.

— ¿Ya lo viste? – dijo una.

— Si, que chico más apuesto – respondió otra.

— ¡Ah!, parece que es de nuestro grupo. ¡Que suerte! – mencionó emocionada la primera.

Por curiosidad Duke levantó su mirada y la dirigió hacia la persona de quién hablaban tan entusiasmadas sus compañeras. Inmediatamente reconoció el rostro de ese chico, aunque el cabello era de color negro y más largo, y su mirada lucía más apacible. Al posar sus ojos en ese chico, era como si el tiempo se hubiese detenido y no existiera nada más a su alrededor.

Por un instante, las miradas de ambos se conectaron, el pelirrojo se encontraba cautivado por la nueva apariencia de Garreth. A pesar de que sus rostros revelaban sus evidentes emociones, ninguno desvió la mirada. Ese mágico momento fue interrumpido por una aguda voz.

— ¡Garreth! – vociferó una chica de cabello castaño – Seremos compañeros de clases– lo tomó del brazo.

— Ah..., ¿Lauren? – cuestionó Garreth.

— Karen, me entristece que no lo recuerdes – respondió mustia.

— Lo siento – expresó apenado.

— Está bien. Te perdono si te sientas aquí – instigó recobrando la energía.

Karen hizo que Garreth tomara el asiento justo detrás del suyo. Ambos lugares estaban cerca de la ventana, lejos de donde se encontraba Duke y desde el cual tenía una vista no muy agradable de esa jovencita con Garreth.

— ¿Esa chica será su novia? – cuestionó una chica cerca de Duke.

— No me sorprendería – respondió otra.

El ver lo amistosa que esa chica se portaba con él y escuchar esas pocas palabras de sus compañeras, le hizo experimentar una desagradable sensación. Al joven pelirrojo no le gustaba lo que sus ojos miraban, lo único que podía hacer era apartar su mirada de esos dos, pero hacerlo se le dificultaba.

— Siempre tan serio – mencionó Karen.

— Siento no ser tan ruidoso como tú – dijo Garreth.

— Que ácido – sonrió – Me encanta este grupo. Hay dos chicos apuestos, tú y el pelirrojo de allá – señaló animada.

Garreth no volteó su mirada hacia atrás, su rostro parecía algo afligido.

Recuérdame: más que una historia de amor [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora