La situación no había mejorado entre Duke y yo. La ira que sentía cuando descubrí su mentira fue disminuyendo con el paso de los días, convirtiéndose en un sentimiento de nostalgia. Extrañaba mucho su presencia, desde sus malos modos hasta sus constantes abrazos. Ignorarlo era cada vez era más difícil, estábamos en el mismo grupo y nuestras miradas se encontraban más de lo que imaginaba.
En el colegio, él seguía comportándose igual, actuando su papel de chico reservado, alejado de los demás, aunque me dio la impresión de que era todavía más serio. Un día llegó con el cabello como solía tenerlo cuando lo veía por las tardes en el parque, creí que ya se había cansado de fingir, pero no fue así.
Quería acercarme a él y que todo fuera como antes, pero ¿cómo podría después de lo sucedido? Debía permanecer firme en mi decisión, aunque requiriera un gran esfuerzo. Me sentía solo, pero no lo estaba, había hecho una amiga, una chica enérgica y directa. Si bien ella hacía mucho ruido a mi alrededor, no podía alejar a Duke de mis pensamientos.
— Insisto, el uniforme de invierno te queda muy bien – dijo Karen con su usual ánimo.
— Todos los chicos usamos el mismo uniforme, nos vemos igual – respondí avergonzado.
— Pero a ti te queda mejor – insistió -- ¡Ah!, traes los piercings a la escuela – retiró con su mano el cabello que cubría mi oreja izquierda.
Karen tocaba mucho mi cabello, esa vez no fue la excepción. No retiré su mano, porque no odiaba que lo hiciera, pero si me hacía sentir algo incómodo, apenado, ya que su toque prolongado siempre estaba acompañado de una sonrisa y no dejaba de mirarme.
De pronto se escuchó un ruido, tanto ella como yo miramos hacia donde creímos escuchar el ruido, era Duke que al parecer se había levantado bruscamente de su asiento y salió del aula de clases. Su rostro lucía molesto, a Duke le fastidiaban varias cosas, así que era difícil adivinar que fue lo que causó su molestia.
— No los revuelvas más – aparté su mano de mí.
— Está bien – aceptó no muy convencida.
Acomodé de nuevo mi cabello para que los pendientes en mi oreja no se notaran y evitar problemas en la escuela. Después de un tiempo, Duke regresó al aula, me sentí algo aliviado al verlo más tranquilo, pero él no volteó su mirada hacia mí. Ese día, su repentina salida no tuvo consecuencias, ya que el maestro en turno no había llegado.
Duke había cambiado, ya no participaba como lo hacía en clase, y en un par de ocasiones escuché a los profesores reprenderlo por las tareas. Eso era algo extraño en él, siempre había sido muy dedicado a los estudios, eran su prioridad, no comprendía que le había pasado.
Un día, a la hora de salida, Karen se había quedado a terminar unos pendientes en la escuela y decidí irme primero. Caminaba en dirección a mi casa, cuando escuché una voz familiar.
— Garreth – me detuve para ver de quién se trataba.
— Ari... – dije al verlo.
— Necesito hablar contigo – mencionó.
— ¿De qué quieres hablar? – cuestioné.
— De Duke – respondió muy serio.
Accedí porque necesitaba desesperadamente una explicación. Entramos a una cafetería, nos sentamos y Ari me miraba fijamente.
— ¿Cómo puede alguien cambiar tanto? – preguntó impetuoso.
— ¿Eh?, no sé cómo responder a eso – dije desconcertado.
— ¡Tú! Pasaste de ser un delincuente a un chico bien parecido – expresó molesto.
— ¿Eso era lo que tenías que decirme?
— No, es algo más. Solo que me sorprendiste un poco – regresó el tono serio.
— Sé que piensas que Duke te estaba engañando fingiendo ser dos personas, que te quede claro que no es así.
— ¿Entonces?, si no era eso ¿qué fue lo que hizo? – interrogué.
— Esto es difícil de explicar, no sé por dónde empezar para que comprendas – frotó la mano en su cabeza – Ya sé, seré directo y luego respondo a tus dudas. Hace poco más de dos años a Duke le diagnosticaron... – sacó un trozo de papel – Trastorno de identidad disociativo, mejor conocido como "trastorno de personalidad múltiple".
— ¿Es en serio? – pregunté confundido.
— Suena increíble, pero es verdad.
Lo que Ari decía sonaba a algo salido de una película, me explicó que la personalidad de Duke se había fragmentado en dos. Una de ellas era el chico alegre y directo que conocí en el parque, la otra era mi reservado y sarcástico compañero de clases. También mencionó que el psiquiatra al que acudieron les dijo que eso le sucedió inconscientemente y que no lo puede controlar. Sus personalidades no están al tanto una de la otra, por lo que los recuerdos que una personalidad graba en su memoria, la otra no tiene acceso a ellos.
— ¿Cómo le sucedió eso? – seguía desconcertado.
— Esa es una historia que no me corresponde contar. Ahora sabes el motivo de su extraño comportamiento, porqué una parte de él te recuerda y la otra no.
— Si él no sabe de su problema, ¿no sería mejor decirle?
— Se suponía que Duke debía asistir a tratamiento psicológico y así sabríamos que hacer, pero mi tía dijo que solo se trataba de una etapa de rebeldía. Hasta no saber que hacer, mejor no le decimos nada.
Ari temía que al decirle algo sobre su estado, su primo podría empeorar debido a la impresión. La madre de Duke no le dio importancia al problema de su hijo, imaginando que se le pasaría pronto, en cuanto al padre, Ari no lo mencionó en absoluto. Aun me parecía increíble, pero muchas cosas tenían sentido con su explicación.
— Si no puedo decirle nada, no sé cómo arreglar ese malentendido con él – mencioné decaído.
— Con el "Duke molesto" es fácil, solo aparécete por el parque con cualquier excusa y asunto arreglado.
— ¿El Duke molesto?
— Si, ese que acompaño todas las tardes para cuidarlo. En cuanto al otro, no sé que puedas hacer para que te perdone – contestó Ari.
— No soy bueno con las palabras.
— El "Duke serio" cree que estas molesto por algo, pídele perdón y no lo contradigas, tal vez eso funcione. Hazlo pronto, que ya me cansé de tener por primos a dos zombis.
No entendí a que se refería con eso de zombis, pero preferí no preguntar ya que después mencionó que si no fuera tan distraído habría encontrado una manera más fácil de arreglar todo. Había sido muy injusto con Duke sin motivo alguno. Me hizo feliz el saber que no me había engañado, pero el saber que había lastimado a la persona más importante en mi vida me hizo sentir como lo peor. No merecía su amistad ni su compañía, aun así, me negué a perderlo, no deseaba estar en un mundo sin él.
Este capítulo está dedicado a Josephhs_90 ❤️
El próximo estará dedicado a la primera persona en dejar su comentario.
En estos días Recuérdame ganó el Segundo lugar en la categoría LGBT/Yaoi/Yuri de los Premios Neón 2017 y el Tercer lugar en la categoría Novela Juvenil de los Premios Arcoiris 2017, por no participar en las dinámicas no quedó en Primero y Segundo, aún así quedé muy conforme con el resultado :D
Muchas gracias todos ustedes que siguen leyendo esta historia 🌸
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Recuérdame: más que una historia de amor [BL]
Teen FictionSinopsis: Garreth es un chico solitario que no siente importarle a nadie. Su apariencia agresiva y su retraída forma de ser le causan problemas, al grado de tener ideas suicidas. Todo cambia cuando conoce a un chico de singular aspecto, Duke. Ambo...