Recuérdame: más que una historia de amor [BL]

23.- "No puedo verte"

Después de un día de reposo, Garreth volvió al colegio. Estaba por comenzar la primera clase, el maestro ya había entrado al aula y acomodaba su material didáctico. Duke aún no había llegado, el maestro pasó lista. La ausencia del pelirrojo no pasó inadvertida, era un estudiante con excelentes notas y no tenía una sola falta en su historial.

En todo el día Duke no se presentó en el colegio. ¿Por qué habrá faltado? – pensó Garreth. No tenía el número de contacto ni la dirección de su compañero, quién siempre fue muy reservado con respecto a eso, por lo que no podría saber el motivo que lo hizo faltar ese día.

Garreth notó mucho la ausencia de su compañero, no imaginó que lo extrañaría tanto o que se sentiría tan solo, con tan solo un día que él no estuviese. Las horas le parecieron eternas, las clases aburridas, miraba constantemente hacia el pupitre vacío que se encontraba a su lado. No hubo una cifra exacta de las veces que suspiró ese día.

Algo todavía más extraño, fue que su primer amigo Duke tampoco asistió ese día al parque, como solía hacerlo las tardes que Garreth no tenía actividad extracurricular. Cuando Garreth se encontraba en el lugar de reunión recibió un mensaje, ¡Lo siento!, no podré verte hoy. Mi madre no me deja salir – es lo que lee en su celular. Aunque no pudo ver a ninguno de sus dos amigos ese día, el saber que el primero no había desaparecido como tiempo atrás, lo reconfortó.

Regresó a su casa vacilante, como ya había oscurecido, no quería llegar y encontrarse con su madre. Estaba evitándola por el reciente suceso, no sabía que esperar o cómo actuar frente a ella, así que prefirió evitar todo tipo de contacto hasta que el tiempo le hiciera olvidar esa desagradable situación.

Al entrar observó que ella no había llegado, hizo todo lo que debía hacer y se encerró en su habitación. Cuando estaba recostado sobre su cama escuchó ruidos provenientes de la entrada. Su madre discutía con él solo si hacían contacto visual, de lo contrario ella lo ignoraba, como si viviera sola, por lo que esa noche tampoco la vio.

No podía conciliar el sueño, por una parte, no podía descansar tranquilo hasta que su mamá fuera a dormir, hasta el más mínimo ruido que escuchaba detrás de su puerta lo inquietaba, por otra parte, recordaba el extraño sueño que había tenido el día anterior. Nunca antes había tenido un sueño tan vívido, lo sentí como si esa silueta fuera él, debo estar loco por si quiera pensarlo – era lo que en su cabeza no lo dejaba dormir.

Después de algún tiempo de darle vueltas a lo mismo, se quedó dormido. Tuvo un sueño, donde aparecían sus dos amigos de mismo nombre, ambos lo miraban, uno con un alegre semblante y el otro con una seria expresión, posteriormente se fusionaban en un solo ser que se alejaba de él mientras sonreía. Ese sueño fue interrumpido por el sonido de la alarma del despertador. Se alistó lo más rápido que pudo y apresurado se dirigió al colegio.

Al llegar, nuevamente vio el pupitre de Duke solo, imaginó que quizás tampoco lo vería ese día. Emitió un profundo suspiro.

— ¿Todavía no empieza la clase y ya tienes sueño? – dijo Duke al darle una palmada en la espalda.

— No tengo sueño – titubeó por la sorpresa y la felicidad que le causó verlo – Espera, ¿estas enfermo? – preguntó al escuchar la voz de Duke.

— Sí. Por eso no vine ayer – respondió con un tono de voz diferente.

— Disculpa – dijo Garreth

— ¿Por qué?

— Estas enfermo porque te contagié mi resfriado – emitió apenado.

Duke permaneció en silencio un breve lapso.