Cuando salieron de la sala del cine, ambos chicos se encontraban avergonzados, sus mejillas sutilmente sonrojadas eran muestra de ello. «Es normal que no quiera hablarme, ya van dos con ésta. Primero el beso y ahora esto, ¿qué sigue?» trataba de ordenar sus ideas. Por otra parte, Duke permanecía en silencio, absorto en sus pensamientos, «el calor de su mano me hizo recordar... no, debo controlarme».
Salieron del cine sin emitir una sola palabra, caminaron uno al lado del otro rodeados de un incómodo silencio, hasta que uno decidió romperlo.
- Duke... - el pelirrojo sintió un leve escalofrío al escuchar su nombre.
- ¿Q-qué? - titubeó al detenerse
- Si estas molesto por lo que hice, discúlpame - expresó afligido
- Esto parece déjà vu - mencionó el pelirrojo sin voltear a verlo.
- Lo sé. Es la segunda vez que te molesto
- En realidad, ya perdí la cuenta de las veces que me has molestado - dijo sarcástico
- ¡Está bien!, me disculpo por todas las veces que te he molestado - le siguió el juego.
- Te perdono, solo si "dejas de acosarme" y mantienes tu distancia - hizo contacto visual al estar más tranquilo.
- «¿Sigue de juego?» - se cuestionó - Bien, ya no volveré a besarte ni tocarte - utilizó un tono de broma.
Al escuchar esas palabras, el pelirrojo sintió un fuerte latido en su pecho. «Pero ¿qué es esto?, es como si una parte de mí fuera en contra de mis deseos» reflexionaba ensimismado.
Los jóvenes, ese mismo día, hicieron las paces. El fin de semana pasó, todo parecía "normal" entre ambos chicos, visto desde fuero era como si nada hubiera cambiado entre ellos, pero, el extraño sentimiento que los invadía cuando estaban cerca uno del otro, cada vez era más intenso. Ya no podían seguir ignorando lo que sentían como lo habían hecho hasta ese entonces, aceptarlo tampoco sería fácil.
Era de tarde, el chico de cabello blanco jugaba baloncesto, tenía bastante tiempo practicando solo, por lo que se encontraba bañado en sudor y su playera negra estaba adherida a su cuerpo. De pie junto a la entrada, una persona tenía poco tiempo observándolo fijamente.
Cuando Garreth se percató de la presencia de esa persona, descubrió que se trataba de su amigo pelirrojo, quién lo miraba embelesado. El fornido joven tomó el balón y se aproximó a él.
- ¿Hace mucho que llegaste? - preguntó al estar lo bastante cerca.
Duke parecía estar en otro mundo, ya que no emitió respuesta alguna, y sus ojos no se conectaban, aunque lo estuviera mirando tan insistentemente.
- ¿Hola? - cuestionó Garreth al golpear la cabeza de su amigo como si fuera una puerta.
- ¡Hola! - respondió exaltado al volver en sí.
- ¿Estabas soñando despierto? - emitió una pequeña sonrisa.
- Yo creo que sí, aunque la realidad también está muy bien - expresó sin tapujos
- No entiendo lo que dices. Me alegra que vinieras - algo confundido con un semblante feliz.
Garreth era más abierto y expresivo que al inicio de su amistad, pero seguía sin captar las intenciones de su amigo, ni de las personas que lo rodeaban.
- «Es tan atractivo» - pensaba al tocar con sus dedos la playera de Garreth, a la altura del pecho.
Sus mejillas se tornaron de un color más intenso que el de su cabello, la atracción que sentía por él cada vez era mayor.
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Recuérdame: más que una historia de amor [BL]
Teen FictionSinopsis: Garreth es un chico solitario que no siente importarle a nadie. Su apariencia agresiva y su retraída forma de ser le causan problemas, al grado de tener ideas suicidas. Todo cambia cuando conoce a un chico de singular aspecto, Duke. Ambo...