Capitulo20- Marco

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Fecha: 11/11/22
Ubicación: En algún lugar poco conocido de Rusia.
Hora: 5:50 pm
Marco
— ¿¡ por qué haces esto !? — Exclamé con mis puños envueltos en fuego azul y carmesí, tratando de atinarle un golpe a aquella persona con la cual compartía rostro y nombre, pero el fácilmente lo esquivaba y sin decir alguna palabra solo me daba uno que otro golpe que me entumía o acalambrara alguna de mis extremidades, la desesperación estaba con migo, pero con el estaba presente el aburrimiento.

— ¡ Contéstame carajo ! — Exclamé congelando el suelo con mis manos, el hielo subió por los pies del mesías, pero este con solo dar un paso en cada pie rompió el hielo que había creado tan fuerte como el cristal.

— ¿ Por que no dices nada ? — Dije yo agotado, el me había traído a un lugar tan apartando donde ni siquiera había señal de mis amigos o de esas bestias de color negro y largas alas, luego de que llegáramos a este lugar el había dejado de hacer presente su habilidad o su aura negra que le rodeaba.

— Lo que dijiste de Leonora, ¿ es verdad ? — El preguntó en seco.

Sabía que la razón por la que me dejo con vida la última vez fue por eso que yo había dicho, estaba hablando con una versión paralela a la mía, no sabia como había sido su relación con la Leonora de su mundo, el había dicho que Leonora había muerto de cancer en el 2021, mi Leonora contrajo la misma enfermedad que la Leonora de su mundo, pero tal parecía que con un año de diferencia.

— Si, es por eso que ahora más que nunca la protegeré de personas como tú — Fue mi respuesta mientras me recuperaba del agotamiento, el mesías solo miro hacia mi y luego hacia el cielo, no sabía que estaba pasando, era como si aquel otro yo, fuera una persona ahora distinta.

— Ninguno se salvará de muerte — Dijo con decepción en un suspiro de pesadez.

Corrí hacia el con los manos envueltas en mi fuego de ambos colores y le di un fuerte puñetazo en la mejilla, un golpe que liberó un anillo de fuego que se extendió por el lugar hasta dar contra los árboles que estaban cercas a nosotros, aún con el golpe, la mirada del mesías seguía postrada hacia el cielo donde la nieve seguía cayendo.

— Tu fuerza, es patética — Lo dijo sin verme a los ojos, trate de dar un segundo golpe, pero el me detuvo con una de sus manos, use mi otra mano para tratar de darle otro golpe, pero ocurrió lo mismo con mi puño siendo detenido por la mano libre que él tenía, hubo un forcejeo mientras al fin había cruzado miradas con migo.

— Veamos si tienen algo de esperanza — Dijo con desagrado, solo segundos después el me dio un fuerte cabezazo, un golpe tan grande que liberó algo de sangre de mi frente.

El dolor fue presente y por un segundo cerré los ojos, solo sentí como mis rodillas fueron a dar contra la nieve, sentí como si todo mi cuerpo me pesará, pero al mismo tiempo sentía como si flotara, como si estuviera en el fondo de una piscina.

Al abrir lo ojos todo a mi alrededor se miraba con un azul profundo, al mismo tiempo que solo había un vacío donde ahora me encontraba, frente a mi estaba el mesías, pero este estaba dándome la espalda.

— ¿ Donde estamos ? — Pregunte con pesadez y dolor.

— Se suponía que debería haber dos puertas, esto debe ser obra de jenny — El mesías dijo para sí mismo sin responder a mi pregunta, con dificultad me puse de pie, trate de hacer presente mi habilidad, pero no ocurría nada, era como cuando mi habilidad se agotaba durante mis comienzos en juguemos a ser dioses.

Sin poder usar mi habilidad, fui a donde estaba el mesías, ahí mire a lo que él se estaba refiriendo, frente a nosotros había una puerta de hierro, está puerta parecía la de una celda, teniendo un candado de acero manteniéndola cerrada.

El final de los usuarios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora