"Para siempre no será lo suficiente para mí,
para sentir que ya he estado lo bastante contigo
Olvidemos el mundo ahora mismo, no dejaremos que lo vean, pero hay algo que aún tenemos que hacer.Ahora que el peso se ha disipado,
el amor ha cambiado mi vida
Cásate conmigo,
hoy y cada día,
Cásate conmigo,
si alguna vez consigo decirte
hola en este café,
di que dirás que sí,
Mm-hmm
di que dirás que sí,
Mm-hmmJuntos no será nunca cercanía suficiente,
para sentir que estoy lo suficientemente cerca de ti. Tu vas de blanco, y yo desgastaré las palabras "te quiero" y "eres preciosa"[...]Una semana había pasado. Y Louis se había estrujado los sesos, había pasado días sin dormir y tardes sin comer. Salía de casa sin avisar y a veces llegaba tarde. Estaba más pegado al celular que nunca y eso a Harry no le agradó.
La preocupación aumentó en él cuando Louis interrumpió una noche de películas por contestar una llamada.
No eran quejas, pero a Harry le preocupaba lo que podría pasar. Ya había sufrido una ruptura con Louis -que no llegó ni a ser ruptura al cien por ciento ya que no eran nada- pero no creía soportarlo por segunda vez.
Era un miércoles por la mañana, Harry se había levantado temprano como siempre para hacer el desayuno mientras Louis se daba una ducha.
El tocino se freía y los huevos habían sido servidos cuando el jugo de naranja fue exprimido.
Louis ya había demorado mucho en salir del baño, no era común que de tardara ya que por lo regular era Harry quien tomaba largas duchas.
Caminó despacio hasta la puerta del baño. La regadera no se oía, pero si la baja voz de Louis.—Sí, ya sé que tengo que hacerlo. Y se que es hoy. Yo mismo lo chequé. Pero tengo miedo de decirle; no sé cómo va a reaccionar. Quizás no le guste y entonces todo se irá a la mierda.
Harry se separa de la puerta, decidiendo que no quiere oír nada más y regresa a la cocina.
Cuando el mayor entra para tomar el desayuno a penas se da cuenta de lo ensimismado que está Harry.Ya en la empresa, las palabras de Louis se siguen reproduciendo en su mente
~
Por fortuna para el rizado el día en la empresa había sido ajetreado, la mudanza al nuevo complejo de oficinas que le pertenecía resultó ser más cansado de lo que había pensado.
Louis no lo había ido a ver, ni lo había buscado para ir juntos a comer. Por ello: el menor tuvo que comerse un sándwich frío que sacó de una máquina expendedora en la sala de descanso. Ya eran las siete de la tarde. Y estaba terminando de empacar sus cosas en una caja cuando su puerta es tocada.
—Adelante. -La palabra sale de sus labios y los ojos del color del mar que tantos suspiros se han ganado se asoman.
—Harry, yo, hum, no pude venir en la tarde, ya sabes, el trabajo y eso. Pero, me gustaría, ya sabes, si quieres, ir a cenar en cuanto termines tus cosas.
Un amago de sonrisa se posa en los labios rosas del rizado, en su interior preguntándose por qué el nerviosismo de su novio y a la vez gozando porque su Louis había vuelto.
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Home ||L.S||
RomanceY una vez que pase la tormenta no recordarás cómo hiciste para salir de ella, cómo te las arreglaste para sobrevivir. No estarás seguro siquiera, de hecho, si la tormenta fue real. Pero una cosa es cierta: al salir de la tormenta no serás la misma p...