"Supongo que un fuego que arde tan brillante no está destinado a durar."
-Leal, Veronica Roth
Un nuevo día comenzaba, era soleado lo que no es algo muy común en Londres, las aves cantaban y Anne había llamado hacía unos minutos para avisar que todo marchaba bien.
Todo indicaba que sería un gran día.
Louis seguía durmiendo abrazado al rizado, sus pequeñas y bien dotadas piernas estaban entrelazadas a las largas y delgadas de Harry.
Fue cuando su corazón dio un vuelco cuando vio el angelical rostro de Louis dormir plácidamente.
Sus pestañas creando una suave sombra en las mejillas, sus labios entre abiertos dejando escapar pequeños suspiros.
El ojiverde pasa delicadamente sus cálidos dedos por las facciones del mayor.
Sus finos y suaves labios que apenas hacía unas horas había probado.
Su mejor amigo.
Su amor.
Su Louis.Aquel chico que desde muy pequeño se había robado su corazón.
Louis comienza a abrir perezosamente sus ojos y el azul de éstos logra absorber a Harry.
Recorre despacio el rostro del otro con sus ojos.Harry sonríe marcando uno de sus hoyuelos.
—Buenos días Lou.
—Buenos días Harry. —Responde de vuelta mientras comienza a sentarse.
Ninguno menciona nada. El miedo de que alguno diga algo sobre lo que pasó la noche anterior los atormenta.
Aquel beso fue algo maravilloso, se sentía tan correcto, ¿entonces por qué ambos tenían esa ligera presión en el pecho?
Ambos comienzan a hacer sus estiramientos y bajan a la cocina a preparar el desayuno.
Hot cakes y malteada de chocolate.
Louis se va a casa mientras que el ojiverde se alista para la escuela, con la cabeza dando vueltas y por cada paso que da hacia la puerta su respiración se acelera, tiene un mal presentimiento, pero lo ignora y emprende camino a la escuela.
~
Una vez ahí, decide esperar a Louis en la puerta, el cual nunca llega.
Han pasado quince minutos desde que está ahí esperado cuando Harry tiene que ir a su aula.
La ausencia del mayor le pone los sentidos en alerta. Pero de inmediato se tranquiliza cuando ve a Louis entrar en la cafetería en su receso.
Se levanta de donde estaba sentado y corre hacia él.
— ¿Estás bien?, ¿por qué llegaste tarde?
Se apresura el menor a preguntar mientras Louis envuelve su brazo en la cálida cintura de Harry. Louis sonríe y contesta:
—Llegué un poco tarde porque arreglé unas cosas con Lottie, nada de qué preocuparse Hazz.
—¿Qué cosas arreglaste? —pregunta quisquilloso.
—Lottie irá esta noche a casa de una amiga, tengo que pasar a recogerla a las diez.
Asiente con su respuesta y juntos avanzan por su almuerzo, pero a pesar de estar ya con Louis, la presión en el pecho de Harry sigue presente.
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Home ||L.S||
RomantizmY una vez que pase la tormenta no recordarás cómo hiciste para salir de ella, cómo te las arreglaste para sobrevivir. No estarás seguro siquiera, de hecho, si la tormenta fue real. Pero una cosa es cierta: al salir de la tormenta no serás la misma p...