Home ||L.S||

Capítulo 11: Una nueva historia de amor.

"La realidad está conformada por una multitud de principios fundamentales que se movían de manera mecánica.

Las cosas suceden porque hay un orden, una disposición de las partículas."

-Filosofía mecanicista.

Harry reposa aún inconsciente en el sofá de la vieja casa.

A la cual Louis apenas puso un pie dentro de ella le hizo recorrer un escalofrío por toda la espina dorsal.

La mujer colocó un trapo húmedo en la frente del rizado mientras coloca un algodón con alcohol en su nariz.

-Despierta Harry, cariño, despierta.

Ha mencionado incontables veces la mujer mientras intentaba reanimar a Harry.

El oji azul observa embelesado al ahora grande chico de ojos verdes.

Sus tatuajes llaman por completo la atención de Louis.

Pero más allá de eso, cuando levanta su vista no puede evitar perder su mirada en los tiernos y rosados labios del menor.

Sus grandes pestañas reposan delicadamente sobre sus sonrosadas mejillas.

El mayor siente una picazón en la mano. Quiere tocarlo. Quiere sentirlo. Quiere parar ese inexplicable malestar en su estómago que no lo ha abandonado desde que ese chiquillo de rizos se fue del país.

Anne se aleja del lugar para ir por más alcohol y algodón.

Y el castaño sabe que su oportunidad.

Se acerca a pasos delicados y acaricia con sus dedos la suave y blanquecina piel de Harry, su cuero se enchina y se agacha aún más, la respiración cálida de Harry, sus rosados labios.

Louis siente que se pierde a sí mismo. Y cuando quiere rozar esos rozados labios con los suyos, Anne vuelve a aparecer por la puerta.

Louis se aleja exaltado y sonrojado.

-Yo, creo que debería irme señora Anne.

-Oh, claro.

Y es lo último que dice antes de que el muchacho salga apresurado de la casa.

Anne suspira.

-Ahora puedes dejar de fingir Harry, se ha ido.

Harry abre sus ojos y se sienta correctamente junto a su madre.

Aún no logra comprender porque no tuvo el valor de hacer lo que durante años quería hacer.

Volver y decirle "Hey, Louis, soy el antiguo amor de tu vida y se que ahora eres homofóbico, pero quizás si me das una oportunidad puedas recordar algo."

Pero siempre existía una excusa para eso. 

-Aún no entiendo por que lo hiciste.

Reprocha la madre.

-Porque no, ¿qué sentido tendría?, nada cambiaría las cosas mamá. Lo he superado, y el ni siquiera recuerda nada más allá del odio que tiene hacia mi.