Extra 2: Siempre.

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"¿quién será el primero en empezar la pelea?
¿quién será el primero en quedarse dormido en la noche?
¿quién será el último en marcharse?
¿quién será el último en olvidar este lugar?

seguimos turnándonos
¿alguna vez aprenderemos?

oh, los espacios entre nosotros, se siguen haciendo más profundos
es más difícil llegar a ti, aunque lo intente
los espacios entre nosotros, mantienen todos nuestros secretos
dejándonos sin palabras, y no sé por qué
¿quién será el primero en decir adiós?

¿quién será el primero en ponerse de acuerdo?
¿quién será el primero que prenda todo fuego?
¿quién será el último en marcharse?
olvidando todas las promesas que alguna vez hicimos...

Harry muere un doce de junio de dos mil setenta. A los setenta y ocho años. Cuando la luz se extinguió de su cuerpo Louis creyó perderlo todo.

Habían pasado la mayor parte de su vida juntos, quizás y no como una pareja; pero sus corazones siempre estuvieron enlazados, siempre juntos cual piezas de rompecabezas que encajan a la perfecció

Harry era la vida, la luz, el alma de Louis y que él se haya ido sin esperarlo acabó con Louis.

— Mi tiempo ha llegado mi amor, te esperaré al otro lado del océano; cuando nuestros hijos ya no te necesiten, cuando nuestros nietos alcancen su máxima felicidad. Cuando nadie pueda olvidar al gran Louis Tomlinson será el día en que yo te querré junto a mi, Lou. No quiero que hagas nada estúpido y llegues antes de tiempo. Prométemelo Louis.

Louis, con el corazón en la garganta y las manos de su mundo entre las suyas, asiente. Prometiendo vivir hasta que su corazón se lo permita, hasta que sus parpados estén cansados de estar abiertos y sus pulmones estén agotados. Cuando su cabello ya no esté y no pueda ir sólo al baño. Entonces será cuando se vaya, cuando siga el camino que cierto chico rizado ya iba a emprender.

Porque no todos saben lo que es perder al amor de su vida cuando pasaron años juntos, amándose el uno al otro. Compartiendo una vida, demostrando el afecto que se tenían en cada segundo que respiraban. No todos saben lo que es luchar por tus sueños, lo que es luchar contra la corriente que siempre te va a decir que lo estás haciendo mal que tires la toalla. A ambos les tocó sufrir para alcanzar la felicidad. Ambos tropezaron y ambos se levantaron.

Pero simplemente Louis no sabía que haría con la poca vida que le quedaba cuando su vida, su Harry, se estaba evaporando cual humo. Nada se comparará a lo que sintió cuando sostuvo su mano inerte y llena de arrugas, fría como el hielo entre sus labios mientras depositaba el último beso. El ver aquellos ojos verdes tan llenos de vida rogando por un último aliento en una lúgubre habitación de hospital, el lugar donde sus problemas comenzaron, el lugar donde una nueva etapa comenzaba de nuevo para Louis. Porque la edad no te impide vivir; y si algo había dejado Harry en Louis era el amor y el valor a la vida. El como debes de disfrutarla porque no sabes en que momento vas a perder todo lo que tienes, esa estabilidad.

Han pasado tres años desde que el amor de su vida había partido, desde que sus almas tomaron distintos destinos y desde que dejaron de ser dos corazones en un hogar.

La suave brisa de la playa acariciaba las arrugadas facciones del de los ojos del color del mar. Harry siempre le decía que se sentía ahogar cuando lo miraba fijamente, decía que el mar existía gracias a Louis, que era tan valiente, tan bravo y tan hermoso como él. Ahora el siempre hecho de estar ahí le causaba melancolía.

Él sabía que ya había llegado su momento de reencontrarse con su chico de los rizos color chocolate, pero quería admirar la vista que había admirado hace tantos años atrás.

A su mente venía la imagen de sus dos retoños más pequeños. Darcy y Tomy siendo cargados por Harry mientras el viento movía los cortos cabellos de su amado. Él estaba rodeado de sus amigos, quienes ya habían partido mucho antes que incluso Harry.

Ahora, Darcy y Tommy eran unos adultos con parejas: Darcy se había casado con un muchacho con el que estudiaba y les habían dado a sus tres nietos; Eddie, Hadassa y Romeo. Tommy había adoptado a unos hermosos mellizos que le recordaban a Harry y Louis; William y Loretta. Hace apenas unos meses su esposa había dado a luz al pequeño Dominik (al cual Louis insistía en que llamaran Luka).

En la familia había una tradición de ir a la playa y recordar lo que era amar cada fin de semana. Y sus hijos, a pesar de los años seguían disfrutándolo como la primera vez.

Sin que nadie se diera cuenta, Louis se levantó de su silla de playa con ayuda de su bastón y se encaminó hasta la carretera. Tomó un taxi y fue directo a aquella casa en la que habían sucedido tantas cosas.

La antigua casa en Doncaster, que había recuperado del banco hace unos meses, ya que Jay la había vendido cuando sus hermanas decidieron mudarse. Con las manos temblorosas por la edad logra insertar la llave en la ranura y se adentra a su antiguo hogar. Se sienta enfrente de la ventana donde conoció al pequeño. Recuerda a su madre cargándolo mientras las cajas de la mudanza iban siendo desempacadas. Recuerda creer que estaban robando las cosas y a su madre reír mientras le explicaba.

Las lágrimas comienzan a brotar de sus ojos cuando sube las escaleras y llega a su antiguo cuarto, las paredes rayadas de crayones y plumones, las figuras que él y Harry hacían. La marca de su estatura en la puerta que hacía cada año para ver que tanto había crecido. Se sienta en el mullido colchón que hay y saca de uno de los cajones de su pequeño mueble una caja de fotos.

Las fotos de cuando eran niños, el dibujo que había echo para el cumpleaños de Harry, las fotos de la boda de Anne y la primera foto con sus hijos. Las fotos de su boda ahora estaban amarillas y maltratadas por haber sido mostradas tantas veces.

Toma el dibujo y la foto de su boda mientras se recuesta, sonriendo como no hacía en muchos años, lágrimas empapando su rostro mientras cierra los ojos.

— Estoy listo mi amor.

Entre sueños logra ver a un niño de seis años con el cabello rizado, las mejillas sonrosadas y la sonrisa tan grande que no le cabe en el rostro. Mientras más se acerca al niño más toma forma. Ahora es un adolescente de dieciséis años, se mira las manos que ya no tienen arrugas, sonríe y Harry toma su mano. Están en un pasillo blanco, donde Niall, Liam, Zayn y Leo lo esperan, sonrientes y con lágrimas en los ojos, uno a uno lo abraza fuertemente. Siente a Hunter olisquearle y buscar que lo cargue como antes.

En la espalda siente las manos cálidas de su madre, quien le sonríe gustosa.

— Mi muchacho, has crecido tanto, te convertiste en todo un hombre.

Louis sonríe, las lágrimas de nuevo en sus ojos mientras asiente y la estrecha entre sus brazos. La mano de Harry aún entre las suyas.

— Vamos a casa Louis, donde nadie nos podrá separar, donde seremos de nuevo dos corazones luchando contra el mundo. Harry y Louis, ¿lo recuerdas?

— Siempre, Hazz, siempre.

...oh, los espacios entre nosotros, se siguen haciendo más profundos
es más difícil llegar a ti, aunque lo intente
los espacios entre nosotros, mantienen todos nuestros secretos
dejándonos sin palabras, y no sé por qué
¿quién será el primero en decir adiós?

seguimos turnándonos
¿alguna vez aprenderemos?
¿cuándo aprenderemos?
oh, los espacios entre nosotros, se siguen haciendo más profundos
es más difícil llegar a ti, aunque lo intente
los espacios entre nosotros, mantienen todos nuestros secretos
dejándonos sin palabras, y no sé por qué
¿quién será el primero en decir adiós?
¿quién será el primero en decir adiós?"

Spaces – One Direction





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