Capítulo treinta y tres

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No sabía si decirle la verdad o mentirle. Igual no era mi culpa, cuando le robe el dinero a mi papa ahí estaba en mis tiempos de rebeldía. No pensaba las cosas antes de hacerlas. Yo creo que lo mejor era decirle la verdad, pero no me quería meter en problemas. 

-¿Por qué me haces esa pregunta de repente? –

-No lose, solo pregunto. – Dijo metiéndose las manos en los bolsillos. – 

-Sí, fue con mi propio dinero. – Me sentía mal por estar mintiendo y era raro. Porque si ahora yo fuera una “rebelde”, me importaría una mierda todo. 

-¿Segura? – Dijo cerrando los ojos un poco. Esto me estaba poniendo nerviosa. 

-¡Si segura! Ahora para de interrogarme. – Dije un poco molesta. Sentía que Dylan no me creía y que algún día iba a descubrir la verdad. 

-Está bien. Confió en tu palabra Tori. – Dijo y después se fue de la habitación. 

Ahora sí que me hizo sentir mal, ósea, si descubre la verdad, sé que Dylan va a estar muy decepcionado conmigo. ¡Genial! 

¿Ahora que hice? Kiara me enseño que siempre hay que hacer lo correcto. Y lo correcto era decir la verdad. ¡Soy una estúpida! 

Me puse a escuchar música, no quería pensar más en eso. Esperaba que Papa no se enterara. Aunque tengo un presentimiento malo. 

~~~~ 

Al día siguiente me desperté y fui a desayunar. Estaba muerta de hambre. 

Tome desayuno con Kiara y Dylan, hablábamos de que Papá iba a llegar como en la noche. Estábamos teniendo una conversación agradable, pero todavía me sentía un poco mal por no decir la verdad, quería decírselo todo de una. Cuando terminamos estaba a punto de hablar, pero me acobarde. Tenía miedo, no sabía porque. 

-Bueno, ahora vayan a vestirse para ir a la escuela. – Dijo Kiara mientras retiraba los platos y los iba a lavar. 

Sentí como Dylan me miraba intensamente algunas veces, él sabía que estaba mintiendo y esperaba el minuto en que dijera la verdad. 

En fin, me aliste y después me fui. Era muy refrescante ir a la escuela en las mañanas en mi moto, sentía el aire frió en mi cara. 

Pase por las rampas de Skate, eso me hizo recordar dos cosas. 

La primera fue en Chaz, hace rato que no sabía nada de él, esperaba que le haya ido bien en su operación y que su hueso estuviera ya en su lugar. 

Y la segunda era que… hace días que no andaba en Skate. Bueno, no he podido porque como estaba haciendo mí cambio de imagen. Algún día volveré a patinar. Tal vez esta semana, no lose. 

Me acuerdo cuando Justin me golpeo en la cara… o me caí al suelo andando en Skate, cuando lo pienso me duele, todavía me quedan algunos raspones. Pero casi no se notan. Ese día me acuerdo que odiaba mucho a Justin. 

Cuando ya había llegado a la escuela, estaba un poco nerviosa, hoy era el primer día que iba a tratar de ser amable con Justin. Y eso iba a ser difícil… nunca me habría imaginado que pasaría esto, aunque todavía sigo pensando que nunca va a funcionar. Pero… nunca digas nunca. 

Llegue a mi clase de física y estaba Ryan, me senté adelante de el. 

-¡Tori! Ahí estas, ¿Algo que contarme? – Levanto una ceja.

-No mucho – Me puse un poco incomoda. No quería contarle todo de una a Ryan. 

-Jaja, la verdad es que no te creo, asique suéltalo. – Pero para mi suerte justo llego el profesor. 

-Te darás cuenta hoy día. – El me miro con una mirada confusa y de no entender, pero en fin, mejor nos concentramos en la clase. 

Después que ya habían pasado algunas cuantas horas de clase, llego Historia, y me tocaba con Justin y Ryan. Asique… ya era la hora. 

Cuando vi como Justin entraba por la puerta, no sabía qué hacer, ¿Saludarlo? Bueno, creo que eso es lo obvio. 

-Hola. – Dijo Justin con una sonrisa simple. Yo le respondí el saludo. - ¿Me puedo sentar aquí? – Apunto la silla que estaba alado mio. 

-Claro. – Dije y moví mi mochila a un lado. Después me di la vuelta para ver a Ryan y él nos miraba con cara extraña.

-¿Qué les sucede? – Pregunto con una mueca rara. 

-Hicimos caso a tus consejos. – Dije sonriendo un poco mientras Justin también lo hacía. – Ayer hicimos las pases y desde ahora internaremos llevarnos bien. –

-Exacto. ¿Te sorprende? – Agrego Justin. 

De repente Ryan cambio el ánimo al instante. 

- ¡Claro que sí! Esperen… ¿Esto en verdad es cierto? – Dijo ahora con una mueca bastante graciosa y emocionada. Yo asentí con Justin. - ¡Dios Mío! – Nos abrazó a los dos fuertemente. 

-Ryan ¿Qué te pasa? suéltanos – Dijo Justin confuso. 

-Lo siento… es que ¡Esto es increíble! Nunca creí que ustedes dos se iban a llevar bien. Ósea lo veía como imposible, pero ahora, es como un sueño hecho realidad. ¡Mis dos mejores amigos juntos! – 

-Por favor Ryan, no seas tan dramático. – Dije riéndome mientras Justin también lo hacía. 

-Te creo Bro, además solo lo vamos a intentar, tal vez no resulte. – 

-¡Pero es que igual me emociona! Este será un día genial. – Yo y Justin nos miramos y rodeamos los ojos. Después pusimos atención en clase. 

Después el día fue bastante normal. De vez en cuando hablaba con Justin o cosas sin importancias, y eso era bueno. La verdad es que nunca me imaginé pasar un buen rato con él. Además Ryan estaba feliz y eso me hacía sentir más bien. 

Aunque todavía sabía que tenía que hablar sobre el “tema” con Justin. Algunas veces era extraño pensar que nosotros dos nos atraemos. 

Todavía trato de descubrir que es lo que me atrae de él. Su sonrisa… es linda, sus ojos, también. Su cabello… es perfecto. Tengo que admitir que se viste bien. Y tiene un físico bastante bueno, lo sé porque algunas veces en deporte se saca la remera. 

Ahora que lo pienso, por primera vez me estoy dando cuenta que… Justin en verdad es guapo. 

Es como el típico chico perfecto que a las chicas les gustaría tener de novio.

Tal vez por eso algunas veces lo miran siempre o suspiran cuando pasan alado de ellas… De ahí me pongo a pensar que… tal vez ni siquiera tenga oportunidad de estar con Justin si todas las chicas están de tras de él. 

Pero de todas formas no podría, ¡Nosotros solo somos amigos! Nada más. ¡Que se te meta eso a la cabeza Tori!

Después cuando terminaron las clases, salimos para afuera y todo iba bien. Estábamos los 3 hablando de estupideces tranquilamente hasta que una descerebrada apareció. 

-¡JUSTIN! – Una voz chillona hablo. - ¡Hola lindo! Me han dicho que juegas basquetbol, ¿eso es verdad? – April se acercaba más a él. – Porque me encantan los chicos que juegan deportes. 

-Pues… si es cierto. – Dijo rascándose la nuca, se notaba un poco nervioso. 

-¿Te gustaría jugar una tarde conmigo? – Lo miro con una mirada picara. Era obvio que le estaba coqueteando y Justin no parecía importarle, mejor dicho, parecía gustarle. 

-No lose, tu solo di cuando. – Dijo ahora también coqueteando. 

-¡Ufff! Oye Tori ¿y si mejor nos vamos a otro lado? – Dijo un poco incómodo Ryan. 

Pero yo no me quería ir, estaba un poco molesta… no sabía porque. 

-¿Enserio? ¿Te apetece mañana? – Dijo April, ahora sí que estaban demasiado cerca. Justin le miraba los labios. 

-No lose, tendría que ver. ¿Ok? – Se separó un poco. 

Pero yo quería que se separaran más…

Tori… ¿Estas teniendo celos? 

Una Chica Diferente (con Justin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora