Capítulo treinta y seis

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-Papa… yo te lo explico. – 

-¡Tori! Te he dicho miles de veces que no te metas a mis cosas, ¿Por qué lo hiciste? ¿Es que acaso no estabas cambiando de actitud? – Dijo gritándome en la cara. 

-¡Papa, lo siento! Pero yo te robe ese dinero cuando todavía era “una rebelde” fue hace mucho. Enserio no fue mi intención. – Me sentía muy débil mientras mi papa estaba hecho un ogro. 

-¿Y para que ocupaste el dinero? – 

-Para mandar mí moto a un taller. – Al instante Kiara me miro, y movió la cabeza como decepcionada. 

-Espero que se la última vez que hagas estas estupideces. – Dijo todavía más enojado. – 

-Lo se papa, nunca más lo voy a volver hacer, ya cambie, ya no hago esas cosas. – Dije mirándolo a los ojos, pero él no lo hacía. 

-Está bien, pero de todas formas estas castigada. – Yo suspire, igual me lo merecía. 

-¿Cuál va ser mi castigo? – Dije ya aceptándolo. 

-Mañana vas a tener que quedarte horas extras después de la escuela en detención. Yo hablare con el director. ¿Está claro? – Todavía estaba con el tono de enojado. Yo asentí. Después él se fue y dio un portazo. 

-Yo había confiado en ti Tori. – Se escuchó una voz detrás, era Dylan. 

-Lo siento… - Dije apenada pero el solo movió la cabeza con negación y se fue a su cuarto. Después Kiara hizo lo mismo y se fue. Y me quede sola. 

Fui a mi habitación y cerré la puerta con llave y de repente empecé a llorar. Todo era muy confuso porque en la mañana todo era alegre y estábamos bien, en cambio ahora todos en la familia están enojados conmigo. 

Igual tengo que asumirlo, fui una estúpida en robarle dinero a mi padre y mentirle a Kiara y Dylan. Todo es mi culpa. ¿Por qué siempre hago las cosas mal? 

Al día siguiente me desperté con lágrimas secas en mis mejillas. No tenía ganas de ir a la escuela, pero era mi deber. Me levante, me arregle y salí al tiro de la casa. No quería enfrentarme con nadie. 

Después llegue a la escuela y me fui a clases de Idioma. Ahí estaba Nicole, no tenía ganas de hablar con nadie, pero iba a ser muy descortés. 

-Hola – Me saludo con una sonrisa. – 

-Hola – Dije también pero un poco más seria. –

-¿Te pasa algo? – Pregunto mientras miraba mis ojos. Creo que no me había lavado muy bien la cara ya que tal vez todavía podía tener los ojos rojos. 

-No nada, solo problemas en la casa. – Trate sonreír, pero creo que no resulto.

-¿Quieres que te ayude en algo? Si quieres me puedes contar. – Dijo apoyándome. La verdad es que necesitaba desahogarme con alguien, así que le conté todo lo que había pasado.

Nicole era muy buena dando consejos, eso me hizo sentir mejor. 

-Gracias Nicole. – Dije ahora con una verdadera sonrisa. – 

-No hay de que, cualquier cosa cuenta conmigo amiga. – Después llego el profesor y empezó la clase. 

Pase el día más tranquila, ya que Chaz y Ryan me hacían reír y subirme el ánimo. Justin no se había juntado mucho con nosotros hoy, ya que estaba en el equipo de basquetbol y pasaba todo el rato con April. 

-¿Tú crees que duren? – Pregunto Ryan. 

-No lo sé, igual han durado harto. En general April esta con un chico por 1 o 2 semanas, ¿pero 2 meses? Ya es mucho. – Dijo Chaz

Una Chica Diferente (con Justin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora