Capítulo cuarenta y uno

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Algunas veces me pregunto en mi cabeza, ¿Por qué las mujeres tenemos que ser tan sensibles? O siempre somos las que tenemos tanto afecto a las personas. ¿Por qué solo tienen que ser las mujeres, por qué no los hombres?

Bueno, será porque así nos hizo Dios, pero encuentro que es injusto.

Yo antes de convertirme femenina, no sentía esto que esto sintiendo ahora mismo. Me gustaría volver atrás, donde todo me importaba una mierda. La lista de cosas que solo me gustaban era estar con mis amigos, ser rebelde, andar en skate  y andar en mi moto.

Hace unas horas atrás, se había agregado algo nuevo a la lista, Justin.

Pero hoy, ya lo borre, aunque… había algo que me enfurecía en mi interior. Todavía sentía algo por el maldita sea. Sentía tristeza y furia en mi interior.

Dicen que “experimentar el amor” es una de las cosas más hermosas, pero la verdad… es un asco. Tal vez sea lindo al principio pero después, sientes como si alguien te hubiera dado una patada en el cu*lo.

Caminaba rápidamente hacia mi clase de Filosofía, no quiera hablar ni encontrarme con nadie. Ahora que lo pienso, hubiera sido mejor irme a la casa. Pero Kiara me atormentaría con preguntas de lo que me paso. Y no quiero hablar más del puto tema. Ni quería seguir pensando en lo que vi… pero era inevitable.

El beso de Justin y April nunca se me iba a borrar de la mente, nunca. Sé que sueno estúpidamente dramática, pero bueno…Así son las chicas, ¿no?

También estaba furiosa conmigo misma por no defenderme cuando April me bofeteó.

Si en ese momento, hubiera estado la “antigua Tori”, o sea, la Rebelde y agresiva… ¡JAJA! Hubiera encerado el piso con ella. No… mejor dicho le hubiera sacado la ¡Mier*da!

¡Uy! Es que… no sé, la odio tanto en estos instantes, que la estrangularía.

Pero no, no puedo. Esa sería la antigua Tori, ahora la nueva tiene que ser “educada” y “señorita”. Como dice “Kiara”. Ugh, mejor dejo de pensar en el tema, ya se me está calentando la cabeza.

Cada vez caminaba mucho más rápido a mi clase, hasta parecía que corría, asique empecé a ir un poco más lento. Ya que parecía una anormal corriendo por los pasillos.

Pero fue una mala idea, ya que alguien grito mi nombre detrás mío. Esperaba que no fuera ni Justin, ni April, ni el Director, ni nadie.

-¡Tori! – Me toco el hombro. Mire cautelosamente por mi hombro. ¿Enserio? ¿Justo ahora? ¿Tenía que ser él? - ¿Cómo te va? – Tenía una sonrisa en la cara, como siempre.

-Hola Sam. – Hable cortante mirando para otro lado. Suspire. – Oye, no estoy en un buen estado para hablar. –

-¿Por qué? – Dijo preocupado.- ¿Qué te paso? ¿Te ayudo en algo? Tú sabes que yo te puedo ayudar en cualquier cosa, tu solo dime y lo hago. – Era tan idiota… todavía yo le gustaba. Ya le había dejado claro que nunca íbamos a tener algo.

Una Chica Diferente (con Justin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora