Los monstruos no lloran { EXO }

Capítulo 6

Sehun despertó de nuevo por culpa del despertador. Se levantó de la cama, arrastrando los pies hasta el baño. Su cabeza punzaba con cada paso que daba, como si se hubiera pasado toda la noche bebiendo alcohol y ahora tuviera resaca.

Intentó recordar lo que había pasado el día anterior. Se había levantado, había ido a vigilar a los chicos en el desayuno y luego había estado en la clase mientras apuntaba toda la información de Xiumin. Después de eso, recordaba haber comido en su habitación y haber paseado por los pasillos sin hacer nada hasta que se fue a cenar y luego a dormir. No hizo nada más, ni siquiera se cruzó con los chicos por la tarde. Y eso le pareció muy extraño.

Abrió el grifo de la bañera. Decidió bañarse en vez de ducharse para ver si se le quitaba el dolor de cabeza. Se quitó toda la ropa y se metió al agua caliente, cerrando los ojos y suspirando.

La puerta del baño se abrió de golpe y Sehun casi saltó del susto.

—¿Pero qué cojo-?

—Sehun —Jaejoong se acercó a él y, al ver que estaba desnudo, se tapó los ojos con una mano— lo siento, pero... ¡Necesitas salir de aquí!

—¿De la bañera?

—No, de la academia —Jaejoong agarró una toalla blanca— nunca debí traerte a esta academia —parecía muy nervioso al decir lo siguiente— el director te quiere conocer, está viniendo en este instante.

—Pero tú eres el director y ya me conoces —Sehun salió de la bañera y le arrebató la toalla de las manos para rodearse la cintura con ella.

—No, eso era un farsa, yo nunca he sido el director —Jaejoong se mordió el labio.

Sehun suspiró y salió al dormitorio para vestirse, donde se encontró con L.Joe.

—Hola, chico nuevo —sonrió de lado— necesito que te vistas y vengas conmigo.

Jaejoong salió detrás de él y miró al otro profesor con cierto horror. No podía llevarse a Sehun, pero tampoco había forma de evitarlo. Si hacía algo en contra de las reglas, la persona que más quería en el mundo sufriría aún más.

Sehun hizo caso a L.Joe y se vistió para luego seguirle. El profesor le llevó por los pasillos hasta una gran oficina con un gran ventanal que ocupaba toda la pared detrás de un enorme escritorio de madera negro y de una silla de cuero blanca. Sentado en la silla había un chico de unos 16 años. Tenía el pelo marrón oscuro casi negro y una cara que demostraba claramente su juventud.

—Por fin le conozco, señorito Oh Sehun —empezó a hablar— por favor, siéntese —le señaló una silla que había frente al escritorio.

Sehun lo hizo casi sin decir una sola palabra y se sentó en aquella silla blanca de cuero. Miró al chico intensamente. ¿No iba a ir a ver al director? Entonces, ¿Por qué le traen a ver a un chico? ¿Acaso era algún alumno nuevo que debía cuidar?

—Seguramente te preguntarás qué haces aquí —dijo de nuevo el chico, apoyando los codos en la gran mesa frente a él— pero primero me presentaré —estiró una mano— soy Jeno, el director de esta gran academia para chicos con habilidades especiales.

Sehun abrió los ojos como platos ante lo dicho. Miró la mano que le tendía el supuesto director y alzó una ceja.

—Esto es una broma, ¿No?

—Por supuesto que no, señorito Oh —el chico retiró la mano y volvió a apoyar los codos en la mesa— ¿Por qué debería serlo? —sonrió cínicamente— ¿Es por mi aspecto? —se recostó hacia atrás en su asiento, entrelazando sus dedos entre sí— bueno, reconozco que parezco joven —soltó una risa que hizo que un escalofrío recorriera la espalda de Sehun.