Capítulo 11.

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Luhan despertó cuando Sehun aún estaba durmiendo. Se dedicó a mirar todos los rasgos de su rostro mientras el mayor dormía placidamente. Parecía en paz, aunque sabía que el chico tenía un infierno en su interior. Y le entristecía no poder hacer nada por él.

Tenía que reconocerlo, alguien con tantas cicatrices como él no podría curar a alguien tan bello como Sehun.

Suspiró y miró más allá de Sehun, donde ya sabía que los estaban observando desde hacía un buen rato. Yongguk sonrió levemente cuando Luhan cruzó la mirada con la suya. Le hizo una señal para que se levantara, y Luhan le obedeció. No le quedaba otra opción.

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Cuando Sehun se despertó solo en la cama, suspiró y acarició el hueco que había a su lado, estaba frío.

Se preguntó en ese momento si lo que había pasado el día anterior era un sueño o algo producto de su imaginación, pero lo descartó enseguida.

Se levantó para ponerse algo cómodo y bajar a su cocina a hacerse algo para desayunar. Hoy era domingo y al parecer los chicos no tenían clase, por lo que se lo tomaría como un día de descanso y así podría pensar en algún plan para solucionar todo.

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—Chanyeol, Chanyeol, Chanyeol.

Chanyeol levantó la mirada y miró a su derecha para ver a un Baekhyun dormido, acurrucado contra el asiento del coche 4x4. Estaba temblando y, al parecer, hablaba en sueños.

Chanyeol levantó una mano y la posó en la frente de Baekhyun. Estaba ardiendo y notaba como sudor frío caía por su frente.

—Eh, tú —Chanyeol pateó el asiento que había frente a él, dónde estaba L.Joe— Baekhyun tiene fiebre.

—¿Y qué quieres que haga, niñato? —bufó el profesor.

—No puede trabajar así, teneis que llevarle con Mark.

—Baekhyun estuvo ayer con Mark —respondió simplemente L.Joe.

—Pero él fue castigado cuando Mark le estaba curando —Chanyeol apretó la mandíbula y los puños.

—¿Y quién fue el responsable de quemarle la cara? —esta vez fue Yongguk quien habló, que estaba conduciendo. Chanyeol miró hacia Baekhyun, aún tenía la piel rojiza porque Mark no llegó a curarlo del todo— ve despertandolo, llegaremos al lugar dentro de unos minutos.

Chanyeol miró hacía los asientos de atrás donde estaban Luhan y Xiumin. Los dos chicos permanecían callados y mirando a sus rodillas como siempre hacían cuando salían de misión.

—Eh, cachorro —Chanyeol zarandeó a Baekhyun con cuidado.

El chico se despertó y, nada más mirar al alto, una pequeña sonrisa iluminó su cara. Chanyeol deseó que esa sonrisa no se fuera nunca de sus labios, pero tenía que reconocerlo, estar en el grupo de los peligrosos eran motivos para dejar de sonreír.

—Llamitas —susurró el chico.

Baekhyun miró a su alrededor y se dio cuenta de donde estaban. Su sonrisa se borró y empezó a temblar de nuevo.

—¿Tienes frío? —le susurró Chanyeol.

Baekhyun asintió con la cabeza, por lo que el alto rodeó sus hombros con un brazo y se concentró para transmitirle algo de calor. El más bajo suspiró y se dejó acurrucar a su lado.

—Tengo miedo, Chanyeol.

—Tranquilo —el alto apretó su agarre— tú mantente a mi lado y no te desmayes —cerró los ojos— aunque estés muy cansado, no te desmayes y termina la misión.

Los monstruos no lloran { EXO }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora