El despertar del siguiente día fue bonito durante unos minutos. Sehun se quedó observando como Luhan dormía plácidamente con la sudadera puesta y nada más. El mayor le había obligado a ponerse algo cuando, en medio de la noche, notó que el chico estaba temblando un poco por el frío. Luhan le regañó de igual manera pero sólo le hizo ponerse los pantalones porque "me tientas mucho, Sehun" o algo así le había dicho con sus mejillas enrojecidas. Sehun rió un poco al recordarlo.—Vaya, vaya, con que aquí estaban. —le sorprendió oír una voz detrás de él. Se dio media vuelta entre las mantas y ahí estaban. L.Joe y Yongguk— Mira que bonito, los dos tortolitos. —L.Joe sonrió al decir aquello.
—Con que acostándote con alumnos, señorito Oh. ¿Sabe que eso está prohibido? —Yongguk se cruzó de brazos.
—¿Sabe usted que está prohibido el maltrato a menores?
—Lo sé. —Yongguk se acercó a él y se agachó a su altura— Pero dime, ¿tienes alguna prueba de ello?
—Las heridas de Luhan, por ejemplo.
—Oh, pero esas heridas se las podía haber hecho jugando con el balón o, tal vez, se las podrías haber hecho tú mientras tenían sexo, ¿no crees?
Luhan soltó un sonidito de sorpresa. Mierda, se había despertado. Ahora el menor estaba temblando a su lado, y no precisamente por el frío.
—¿Qué queréis? —gruñó Sehun, escondiendo a Luhan detrás de su espalda.
—Sólo venimos a por usted, Sehun.
Sehun agarró en silencio su camiseta y se la colocó mientras los otros dos hombres le esperaban. Besó la frente de Luhan y acarició su mejilla antes de colocarse los zapatos y, finalmente, levantarse para acercarse a los dos hombres. L.Joe empezó a avanzar pero Yongguk se quedó en su sitio. Sehun, al ver esto, arrugó la frente.
—¿Por qué no vienes, Yongguk?
—Voy a ayudar a llevar a Luhan a su habitación con todas estas mantas que habéis traído. —le sonrió de forma falsa, como maliciosa— No te preocupes, Sehun, le dejas en buenas manos. No le voy a hacer nada, te lo prometo.
Sehun dio un paso en dirección a donde estaba Luhan pero L.Joe se lo impidió agarrándole por el brazo.
—No nos hagas cabrear o será peor. —le gruñó el profesor.
—Ve, Sehun, voy a estar bien. —le dijo Luhan mirándole a los ojos y regalándole una pequeña sonrisa.
Sehun suspiró y volvió a andar en la misma dirección que L.Joe. Algo malo iba a suceder. Todo gritaba peligro, pero él no sabía exactamente qué iba a pasar.
—Te amo. —le pareció oír que susurraba Luhan pero cuando se giró, el chico no le estaba mirando, sino que se estaba terminando de vestir bajo la manta que habían preparado. Yongguk estaba como a un metro de él y eso lo tranquilizaba.
Vale, estaba en el despacho del director. L.Joe le había dejado allí hará más de media hora y no aparecía nadie. Él estaba sentado frente a la gran mesa de Jeno y miraba a todos los cuadros, aburrido.
Tanto tiempo había pasado sólo que empezó a preguntarse cosas como cuál era la forma y color del poder de Jeno, o la de Jaejoong, o la de todos los alumnos.
Bostezó y miró a su tigre plateado. La verdad es que era precioso y tenía una mirada penetrante, con un gesto serio. Extendió una mano y dejó que la forma de su poder se la lamiera. Se llevaba bastante bien con aquel tigre, como si formara parte de él. Bueno, en teoría de eso se trataba.
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Los monstruos no lloran { EXO }
FanfictionEl día de la graduación de Sehun, un hombre trajeado se acercó para proponerle un magnifico trabajo. Pero él nunca pensó que si aceptaba, toda su vida cambiaría. ¿Por qué hay tantos secretos en esa especie de orfanato? · Pareja principal: HunHan. ...