Los monstruos no lloran { EXO }

Capítulo 19

—Empezaremos por un entrenamiento básico. —dijo Chanyeol con voz firme. Eran las 2 en punto de la mañana y ellos dos se encontraban en el punto donde habían acordado reunirse. Sehun y Chanyeol estaban protegidos del frío con sus abrigos en el patio trasero del recinto, justo al lado del bosque— Tienes que ponerle forma y color a tu poder.

—¿Forma y color?

—Si, así te resultará más fácil manejarlo. Normalmente se piensa en una forma animal. —Chanyeol sacó las manos que tenía dentro de los bolsillos de su abrigo— Mi poder es un fénix rojo.

—¿No debería ser naranja? —susurró Sehun alzando una ceja.

—Es rojo, rojo como la sangre. —Chasqueó la lengua— Vamos, concéntrate, deja que tu poder hable por ti.

Sehun cerró los ojos e intentó concentrarse. Frunció los labios, ¿Qué se supone que tenía que pasar? ¿Qué su poder le hablara al oído o algo así?

—Chanyeol, no pasa nada. —abrió los ojos y miró al chico. Aquello era ridículo, estaban perdiendo el tiempo— ¿No deberíamos empezar ya el entrenamiento?

—¡Concéntrate! —Chanyeol gruñó— Este es el inicio de los entrenamientos, no hay otra forma.

Sehun suspiró cansado y volvió a cerrar los ojos.

Bien, concentración. Sólo hacía falta eso. Pero no pasaba nada. Nada. Empezaba a agotarse su paciencia, no tenía tiempo para estas cosas.

Preferiría estar tumbado junto a Luhan. Los dos abrazados, tal vez mirando a la luna y a las estrellas, con una suave manta sobre ellos. Tal vez él podía repartir unos pocos besos sobre el cuello de Luhan...

Abrió los ojos de golpe.

Qué demonios acababa de ver.

—¿Y bien? —preguntó Chanyeol cruzándose de brazos y con una pequeña sonrisa en sus labios.

—Plata. —respondió— Tigre plateado.

—Muy bien, has sido muy rápido. Normalmente se tarda meses en averiguar. Pero tú ya tienes una cierta edad y tenemos poco tiempo para entrenar así que necesitaba meterte prisa.

—Genial...

—Bien, vamos con la segunda fase. Durante todo este tiempo quiero que te hagas más cercano a ese tigre. No me preguntes cómo. —le frenó antes de que Sehun dijera algo— Es algo muy complicado de explicar, pero tienes que sentir que los lazos se van uniendo. —Chanyeol dio un simple vistazo por su alrededor— ¿Ves ese árbol joven de ahí? —señaló— Voy a atacar y tú tienes que protegerlo.

—¿Eh?

Chanyeol sonrió de lado e hizo aparecer una bola de fuego justo al lado del árbol. Sehun abrió los ojos y corrió en esa dirección, abrazó al árbol pero se dio cuenta que no sabía qué hacer. La bola de fuego se acercaba cada vez más y se estaba poniendo nervioso.

—¡¿Qué es lo que tengo que hacer?! —le gritó al chico.

—Simplemente protegerlo.

—¡¿Cómo?!

—Tú sabrás.

La bola de fuego empezó a girar con velocidad alrededor de Sehun y del árbol. Empezó a aparecer más fuego y, en un segundo, aquello se había vuelto una pared de fuego que no paraba de girar a su alrededor. El fuego cada vez se iba acercando más, encerrándolo contra sus paredes.

—¡Chanyeol! —chilló pero nadie contestó— ¡No puedo hacerlo!

—Si puedes.

—¡Para!