Chanyeol

3.4K 633 89
                                    




¡Chanyeol! Yixing corrió hacía él y lo abrazó. Una amplia sonrisa en su rostro ¡Mira a quién me he encontrado!

Chanyeol miró hacia donde le señalaba el otro chico y se encontró con un pequeño cachorro con el pelo esponjoso negro.

¿Otro perro, Yixing? le preguntó.

El chico frente a él asintió con energía.

Es una monada, Chanyeol.

Chanyeol sonrió y revolvió el pelo de su amigo.

Está bien, nos lo quedamos, ¿Le has puesto ya un nombre?

Yixing corrió hacia el cachorro y lo tomó entre sus brazos, acunándolo y acariciándolo entre sus pequeñas orejas.

Claro sonrió amplio se llama Toben.

Chanyeol despertó en la camioneta. Su frente estaba llena de sudor y sus dedos picaban tan fuerte que dolían.

—¿Ya has despertado, Chanyeollie? —dijo uno de los hombres con clara burla en su voz.

—No me llames así —gruñó.

Los hombres rieron al oirle. Uno de ellos se giró en el asiento del copiloto y sonrió de lado. Un escalofrío recorrió la espalda de Chanyeol.

—Hoy has trabajado bien, mocoso. Felicidades, te libras de tu castigo.

Todos los hombres volvieron a reír.

—Imbécil —volvió a gruñir Chanyeol.

El hombre se giró de nuevo para mirarle. La sonrisa había desaparecido de su rostro.

—Voy a bailar sobre tu tumba, mocoso.

Chanyeol estiró el brazo y creó una bola de fuego en la palma de su mano.

—Intentalo, imbécil.

El hombre le enseñó su propia mano, en la cual había pequeños rayos de electricidad.

—Si quieres lo intento con tu amiguito —sonrió de lado— Yixing se llamaba, ¿No? —Chanyeol abrió los ojos como platos— Poder de las feromonas animales. Interesante.

La furgoneta se paró en el patio trasero de la academia. La mano de Chanyeol temblaba de la ira, estaba muy cansado y aun así su llama era muy potente.

El hombre sonrió más amplio debido al cabreo del chico, pero su sonrisa se borró cuando Chanyeol, lleno de furia, lanzó un fuerte grito y la camioneta entera se vio envuelta en llamas.

Los hombres salieron corriendo de la camioneta. Uno de ellos agarró a Chanyeol por el cuello de su camiseta y tiró de él para sacarlo de allí. Luego lo empujó y Chanyeol cayó al suelo, su cara chocando contra un charco de barro.

—¡Maldito mocoso! —gruñó uno de ellos— ¡Yongguk! —gritó— ya sabes qué hacer con él.

Una nueva mano agarró el cuello de su camiseta. Chanyeol alzó la mirada para encontrarse con los ojos furiosos de su profesor de habilidades peligrosas. El temor recorrió todo su cuerpo y empezó a patalear para librarse de su agarre, pero ero era imposible. El profesor había empezado a arrastrarlo hacia el interior de la gran academia. Los demás hombres se reían a carcajadas. Chanyeol cerró los ojos, concentrando sus últimas energía y haciendo explotar la camioneta. Por lo menos así conseguiría desmayarse para no enterarse de la tortura que vendría en pocos minutos.

-----

Yongguk tiró su cuerpo débil enfrente de la puerta de su habitación cuando su castigo ya hubo concluido. Chanyeol esperó a que se fuera para levantarse como pudo y caminar con las piernas temblorosas hasta la habitación de Yixing.

Los monstruos no lloran { EXO }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora