45: ¡Mira cómo creces!

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🐻🐨🐧


JongIn estaba tentado a salirse con la suya, después de todo sabía que se terminaría siendo así. De alguna u otra manera siempre terminaba convenciendo a KyungSoo para que lo dejara hacer lo que él quería, en todos los sentidos.

Así que aquella noche estaba recostado sobre el sillón, esperando a que su marido llegara mientras sus pensamientos se enfrascaban en la dualidad del ser, entre no sentirse celoso porque su marido pudiera estar en alguna de esas juntas con tipos que seguramente lo observarían demasiado como el hermoso hombre que era, o por otro lado en dar rienda suelta a sus caprichos.

JongDae siempre había dicho que era mejor pedir perdón que pedir permiso. Y más si JongIn tenía buenos métodos para suplicar perdón. Pero lo cierto era que a él no le gustaba hacer las cosas así. Por lo general siempre esperaba y hablaba con KyungSoo para ambos tomar una decisión que los llenara a los dos.

Sin embargo, el observar a su pequeña tirada sobre la colchoneta mientras pataleaba hábilmente porque seguramente sería de grande una gran nadadora, o quizá una ciclista. JongIn podría encontrarle numerosas habilidades a JiSoo con un solo movimiento que ella hiciera.

La bebé había pasado de ser piloto en sus hombros, cuando se la ponía con cuidado sobre ellos y ella se aferraba a su cuello y a sus cabellos, que terminaban bastante jaloneados por la emoción de JiSoo al sentir que casi volaba cuando él se movía por toda la habitación y la sala para darle un pequeño paseo antes de dormir; a dar un paseo por las estrellas, después de que KyungSoo comprara pequeñas estrellas fluorescentes para pegarlas sobre el techo de la habitación de JiSoo y JongIn la levantara por sobre su cabeza, con mucho cuidado y con la luz apagada para que apreciara su brillo y esplendor.

JongIn amaba hacerla incluso de caballito, cuando se acostaba sobre la colchoneta a su lado y su traviesa bebé poco a poco lo agarraba de la espalda y se esforzaba para subirse sobre ella, algunas veces acostándose por completo sobre él y otras tantas amasándole la espalda en lo que él quería creer era un estupendo masaje que lo dejaba un poco adolorido.

JiSoo siempre estaba puchereando cosas, sobre todo cuando comía, JongIn amaba darle su comidita en avioncito, haciéndola sonreír con sus dientitos apenas mostrándose entre algunas de sus ventanitas, y cuando se descuidaba, la bebé definitivamente jugaba a ser Chef, porque KyungSoo siempre encontraba lo que le dieran hecho papilla y embarrado por todo su babero y algunas veces por su ropita.

Su bebita estaba creciendo, cada día mejoraba sus pacitos ella solita, KyungSoo la había descubierto varias veces caminando de un sillón al otro de la sala sin dar ningún porrazo en el transcurso, lo cual había hecho al bajito saltar de alegría y abrazarla con locura, mientras le contaba la anécdota a JongIn quien en un principio se ponía celoso de no ser él quien lo presenciara, pero después dejaba su lado egoísta para aceptar que estaba bien que KyungSoo también se llevara sus momentos con JiSoo.

JiSoo era muy risueña, sus cachetitos gorditos se inflaban cuando jugaba con sus dos papis, cuando salían a pasear en la carriola al parque y observaba con atención todo lo que se le atravesaba, con sus ojitos bien abiertos para captar lo colorido de la primavera que comenzaba a florecer en la ciudad.

JiSoo disfrutaba de los pequeños paseos con sus padres, así como de pasar cada mañana con sus abuelitos, a quienes los traía últimamente demasiado cansados por su hiperactividad.

ㅡ JiSoo...

JongIn la llamó, haciendo que la bebé girara su cabecita hacia él como la nena obediente que era. JiSoo rodó un par de veces sobre la colchoneta, para apoyar sus manitas sobre la misma y después dejarse caer otra vez.

JongIn sonrió mientras la observaba, adoraba cada uno de sus gestos, así que finalmente se decidió porque fuera lo que fuera a suceder, su idea merecía ser proyectada. Tomó a JiSoo con cuidado por la pancita y la levantó, llevándola hasta su pecho para acomodarla a su lado y llenarle de besitos la carita.

ㅡ Paaaapii nniiniii ㅡ JiSoo exclamó divertida, con sus cachetitos inflados y su boquita levantada en un pucherito bello. ㅡ Paaaapiii Soo.

ㅡ No bebé, Papi Soo tardará en llegar...

Sin embargo, la puerta se abrió justo en ese momento, haciendo sentir un escalofrío al moreno, que se giró lentamente y con una sonrisa nerviosa en el rostro para recibir a su marido recién llegado.

KyungSoo levantó la mirada y encontró al moreno bastante sospechoso, por lo que arrugó el ceño y suspiró, cansado después de un día pesado y con muchas ganas de tener un baño refrescante y de dormir, después de pasar unos valiosos minutos de calidad con su hija.

Arqueó una ceja cuando observó a JongIn con un marcador en la mano, negando lentamente mientras dejaba su maletín sobre el sillón de la sala, porque a final de cuentas el moreno haría lo que se le viniera en gana.

ㅡ Habíamos quedado que rayar la pared no era muy buena idea. ㅡ KyungSoo murmuró mientras JongIn bajaba la mirada como niño regañado.

ㅡ Pero Jagi... nuestro bebé lo vale todo.

KyungSoo rodó los ojos y después se hundió de hombros, él también había considerado que tener las marcas del crecimiento sobre la pared sería una cosa bastante hermosa, pero no estaba de acuerdo con que fueran justamente las de la cocina, así que tomó el marcador y comenzó a caminar, haciéndole una seña a su marido para que lo siguiera hasta el cuarto de JiSoo.

La pequeña agitó sus manitas hacia el bajito y este se detuvo, girándose para darle un abrazo a su pequeña y darle un besito en la punta de su nariz, haciendo que cualquier rastro de sutil molestia se dispersara de su rostro por completo.

Eran cosas que JiSoo y JongIn podían lograr con facilidad, pero que con el resto de las demás personas no ocurría muy a menudo.

ㅡ ¿Entonces... no estás enojado? ㅡ JongIn preguntó con un puchero.

KyungSoo negó lentamente y suspiró rendido, levantándose sobre las puntas de sus pies para hacer que sus labios se encontraran con los del moreno en un cálido roce, un beso de bienvenida que siempre le reponía todas las energías del mundo.

ㅡ Vamos a medir a la pequeña JiSoo ㅡ murmuró KyungSoo mientras sonreía y JongIn asentía.

El moreno se puso de cuclillas con cuidado, mientras que KyungSoo hacía lo propio, esperando a que la pequeña se mantuviera sobre sus piecitos aunque fuese sostenida por JongIn, el preciso instante en que pudiera colocar una pequeña marca sobre su cabeza que sería la primera de muchas que adornarían aquel pedacito de pared sobre la habitación.

ㅡ ¡Oh mira nada más! ㅡ JongIn exclamó emocionado, mientras se mordía el labio inferior.

JiSoo los contempló a los dos, primero a uno y después al otro, con cierta curiosidad mientras que sus papis se morían de la ternura y de la emoción de ver la pequeña marca, en realidad diminuta sobre su cabecita.

KyungSoo se apresuró a escribir sobre ella JiSoo, 1 año y 3 meses, mientras el corazón de JongIn se deshacía repartiendo besitos a sus dos hermosuras, que lo hacían vivir una de las mejores experiencias de la vida, el ser un buen padre y esposo. Al menos eso era lo que él esperaba.

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Notas:

Hoy pintaba para ser un bonito día, y pues ahorita ya no lo fue, estoy un poquito baja de ánimos pero seguro que se me pasa pronto. (?)

Espero que su semana comience bien, que lxs que entraron a clases lo hagan muy bien, pongan muchos ánimos, recuerden que les ayudará mucho en su futuro ;)

Gracias por su apoyo a la historia, estoy muy agradecida ♥

besos posholatosos

🌠Ary.

Desde el primer momento ❀ KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora