Desde el primer momento ❀ KaiSoo

97: Siempre serás mi bebé ❥ final

Les recomiendo escuchar Canon in D de Pachelbel, la dejaré en la multimedia.

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La mano de JongIn tembló un poco, mientras se mantenía a la expectativa, esperando detrás de las grandes puertas de aquella perfecta edificación. JongIn no era religioso, tampoco se había preocupado demasiado por hacer que sus hijos lo fueran; sin embargo, en ese momento se sentía extraño.

Él nunca pisó una iglesia con su marido, porque nunca lo consideró necesario, JongIn y KyungSoo se casaron con la aprobación de los hombres, bajo la ley, y nunca habían necesitado algo más. Pero ahora no era su momento, el suyo había pasado y se había quedado presente en su memoria, incluso en ese momento, parado mientras esperaba, podía sentir el cosquilleo en la boca del estómago.

Podía recordar casi con exactitud el golpeteo intenso de su corazón y el cosquilleo en las palmas sudadas de sus manos, porque tenía un poco de pánico. Pero todo había pasado a segundo plano cuando KyungSoo había aparecido para él y ahora, de la misma manera, era su marido quien lo tranquilizaba.

El bajito salió vestido con un impecable traje de corte inglés, con los puños firmes y la mirada orgullosa en esos grandes ojos brillantes. JongIn se sentía un poquito más enamorado si recordaba aquella vez hacía más de veinte años, cuando KyungSoo iba vestido de gala en color blanco para él. Porque ambos se casarían.

Respiró profundamente y su corazón descansó cuando la sonrisa de corazón se formó en aquel rostro con arrugas, en aquel semblante que se dedicó a enmarcar con sus manos varoniles para besarlo antes de que alguien pudiera protestar.

JiSoo hizo acto de presencia entonces, vestida dentro de uno de esos vestidos amplios, con el color níveo delimitanto su figura morenita y sus largos cabellos peinados con perfección. Lucía como toda una princesa; cada paso que daba le hacía a JongIn pensar que JiSoo era la mujer más preciosa de todo el mundo, que no pudo engendrar una hija más preciosa y que definitivamente era un padre afortunado. El más afortunado del planeta.

Cuando JiSoo llegó a su lado, cubierta por aquel majestuoso velo que recubría su rostro, la muchacha le sonrió con sus bonitos labios de corazón y parpadeó para él con las mejillas arreboladas.

ㅡ ¿Me veo bonita? ㅡ JiSoo sonrió con nerviosismo, mientras que KyungSoo le acomodaba el velo y observaba meticulosamente el vestido.

JongIn negó, porque bonita era una palabra que jamás le haría justicia a su hija, porque no existía una palabra adecuada para describir todo lo que le provocaba sentir, que describiera el golpeteo de su corazón y el revoltijo en el estómago.

JongIn estaba enamorado por segunda vez y ni siquiera sabía que algo así pudiera pasar. Era su hija, su precioso ángel nacido del amor que él había dejado en el arcángel que la rondaba en ese momento, aquel que lo observaba de vez en cuando con una sonrisa dibujándose en su rostro para él, con complicidad, con amor.

ㅡ Te ves preciosa ㅡ El moreno finalmente habló y JiSoo no pudo evitar sonreír más ampliamente, sintiendo el cosquilleo en sus manos porque estaba nerviosa.

ㅡ Todo va a salir bien ㅡ KyungSoo murmuró a su lado y ella asintió, confiada en lo que sus padres decían, completamente lista para caminar por el pasillo central de aquella vieja iglesia que ella y su futuro marido habían elegido.