Desde el primer momento ❀ KaiSoo

73: Pequeño príncipe

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La mano de JongDae sobre su hombro dándole ligeras palmaditas no lo hacía sentir mejor, ni reconfortado ni nada por el estilo.

Y entendió a la perfección la frustración que su mejor amigo debió haber sentido hacía meses, cuando él hizo lo mismo en un intento de hacerlo sentir mejor cuando MinSeok estaba a unos pasillos de distancia.

Pero no era MinSeok quien estaba ahora a unos pasillos de distancia, en un quirófano, con la anestecia en su cuerpo y una herida en el estómago por segunda vez, una que le permitiría traer al mundo a su segundo hijo.

JongIn tragó saliva de solo pensarlo y se estremeció. Se sentía tan nervioso que estaba meneando los pies sobre el piso constantemente como el tic que su marido tenía algunas veces, como si estuviera pisando un pedal apresuradamente.

Pero la espera lo estaba matando desde que esa mañana habían llegado al hospital, con la cirugía programada para KyungSoo, quien valientemente se despidió de JiSoo cuando llegó la hora de la preparación.

JiSoo lo había abrazado con fuerza y él con toda la calma del mundo le dijo que no se preocupara, que todo saldría bien y que en unas horas iba a poder ver a su hermanito. La niña le llenó de besitos las mejillas y después se quedó con el tío MinSeok, quien se la llevó junto con HyungSik a comer un par de bocadillos para distraerla mientras el tiempo avanzaba.

JongIn se había quedado sin palabras, le habían temblado los pies un poco y sintió que se le oprimió tanto el corazón cuando tuvo que inclinarse hacia él para besarlo en los labios, que pensó que el corazón no volvería a funcionarle de la misma manera.

Pero las manos de KyungSoo sobre la base de su cuello, las apenas perceptibles caricias de las yemas de sus dedos y sus labios de corazón murmurándole cosas a sus labios, lo hicieron sentirse un poco más relajado.

ㅡ No te preocupes, Jagi-yah... estaré contigo más tarde.

JongIn había asentido al final, incapaz de hablar más allá de infinitos "Te amo" con cada beso dado antes de que procedieran a llevarlo al quirófano.

Y es que después de lo acontecido en su primer parto, el Doctor Wu y el Cirujano Lee, que tendrían la fortuna de ser quienes se encargaran de su marido nuevamente, le habían recomendado amablemente el evitar entrar a la sala quirúrgica para que no existieran esa clase de inconvenientes.

Y por ello, JongIn entendió que no querían tener que verlo desmayarse en un momento tan importante como aquel, como había sucedido cuando JiSoo nació. Fue un golpe bajo para su orgullo, pero el dentista lo había aceptado porque no quería por ningún motivo llevar la contraria o poner un poco de nervios a KyungSoo, quería que todo saliera bien. Muy bien.

Así que estaba ahí, golpeteando el piso con el pie derecho mientras JongDae chasqueaba la lengua porque sabía lo frustrante que era tener que esperar. JongIn agradecía que se hubieran presentado en el hospital y que MinSeok se hubiese llevado a la niña a comer, porque él no tendría cabeza en esos momentos para estar pensando en algo más que en ver a KyungSoo y a JongSoo lo más pronto posible.

ㅡ Señor Kim... ㅡ la voz de la enfermera lo hizo sobresaltar.

JongIn dio un saltito en su lugar e inmediatamente se puso de pie, parpadeando con sus pequeños ojos mientras asentía una y otra vez.