Desde el primer momento ❀ KaiSoo

87: Salida

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JongIn suspiró, se observó al espejo y parpadeó un par de veces antes de regresar a la realidad. Su marido estaba acomodando algunas prendas de ropa en el armario y posteriormente se acostó sobre la cama porque se sentía cansado.

El moreno suspiró otra vez y se levantó del banco del tocador donde se estaba observando, para encaminarse hacia la cama con KyungSoo, sentándose a su lado.

ㅡ Cuando JongSoo sea más grande, te llevaré de viaje. ㅡ musitó el dentista, respirando profundamente.

Habían pasado tantos aniversarios en casa, que ya no podía recordar cuando fue la última vez que estuvo más de una noche a solas con su marido, con excepción de aquellos viejos fines de semana en que su madre o su suegra les ayudaba a cuidar a los niños, cuando ellos jugaban con Monggu y Mongmoorie, a quienes solían visitar todos los fines de semana porque ellos no tenían un patio tan amplio como para tenerlos.

Pero el asunto era, que había pasado bastante tiempo desde que JongIn había sorprendido a KyungSoo en sus aniversarios. Por lo general se quedaban en casa, cenaban y veían la televisión con la luz apagada, acurrucados en el sillón más grande de la sala, donde terminaban desnudos por completo porque sus manos nunca podían estar quietas cuando se trataba de ellos.

Algunos otros años JongIn lo invitaba a cenar, caminaban por el parque y regresaban a casa para poder tener una noche de celebración perfecta haciendo el amor hasta cansarse. Pero JongIn realmente creía que podía, que necesitaba salir de toda esa burbuja con su marido, cambiar el entorno y llevarlo más lejos, fuera de lo común. Después de todo estaban comenzando sus cuarentas, el tiempo cada vez se iba más rápido y él quería disfrutar de su esposo en su máximo esplendor.

Pero a KyungSoo le apenaba decirle a los otros Kim que les cuidaran a sus hijos y sus padres ya no estaban en las mismas condiciones, estaban bastante grandes y no necesitaban tener más responsabilidades sobre sus hombros.

ㅡ Me gustan nuestros aniversarios ㅡ KyungSoo le sonrió, recostado sobre el colchón, estirando la mano para alcanzar con cierta dificultad una de sus mejillas con la punta de sus dedos, que acarició con suavidad.

ㅡ Son algo monótonos... ¿no?

ㅡ Me gusta cuando hacemos el amor ㅡ KyungSoo cerró los ojos y respiró profundamente, mientras mantenía su sonrisa tranquila.

Aquellos pequeños comentarios hacían que las mejillas de JongIn aún se pincelaran de un bonito carmesí, trayendo a su cabeza memorias que conservaba como tesoros preciosos de su corazón.

ㅡ Podemos hacerlo cualquier día, ya lo sabes ㅡ JongIn se inclinó en la cama y se dejó caer en un costado, acomodando su mejilla y su mentón en una de sus palmas. ㅡ Eso no lo hace tan...

ㅡ Es especial, es especial si al final del día, del año... terminamos aquí, juntos.

El dentista asintió tras las palabras de su marido y le sonrió, inclinándose hacia él un poquito más para alcanzar sus labios y besarlo. Porque aunque los años pasaran los labios de KyungSoo tenían ese néctar que alimentaba su sistema motriz, que lo hacía soñar cada noche con despertar a su lado al día siguiente.

ㅡ Papá...

La voz de JiSoo los sorprendió, pero ninguno se removió, JongIn terminó el contacto de manera pausada y cálida, mientras que KyungSoo solo se removió y le sonrió con amabilidad.