62: Regalos

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ㅡ Nos vemos pronto.

JiSoo se despide con un besito de sus amigas antes de correr al auto donde KyungSoo ya la está esperando, al bajito le causa gran felicidad ver esa enorme sonrisa en el rostro de su osita, porque JiSoo habla un poco más con la gente y no solo tiene una amiga, sino que ahora son un trío inseparable que siempre intentan estar juntas todo el tiempo.

KyungSoo conoció incluso a los papás de Lisa, además de que ya conocía a la mamá de Rosie, estaba muy contento de que JiSoo tuviera amiguitas que siempre le ayudaban a desenvolverse mejor.

ㅡ Hola papi. ㅡ Saludó JiSoo como siempre, con un besito en la mejilla a KyungSoo, estirándose en el asiento para darle un rápido abrazo.

ㅡ Hola princesa, ¿Cómo te fue hoy?

ㅡ Bien, la maestra Seo nos enseñó a hacer restas el día de hoy y aprendí algunas cositas del inglés también con el profesor Henry.

ㅡ Te mereces un premio en ese caso. ㅡ KyungSoo le guiñó un ojo y después saludó con la mano a las pequeñas para despedirse desde el auto, mientras que ellas hacían lo propio.

KyungSoo arrancó el auto cuando JiSoo se colocó el cinto de seguridad y comenzó a transitar por las calles de Seúl, había quedado de pasar por JongIn a la hora de la comida porque tendrían una reunión familiar con los padres de ambos.

SeungHyung y YooNa habían estado viajando los últimos meses, porque el padre de JongIn le había regalado a su mujer por aniversario un costoso viaje, ya que ambos merecían descansar después de tanto trabajo. Habían llegado unos día atrás y habían planeado una comida para recibirlos como debía ser.

Habían invitado por supuesto, a los padres de KyungSoo, JongHyun y TaeYeon aceptaron encantados y ya los estaban esperando en casa de los Kim, los señores Do eran incluso más puntuales que el mismo KyungSoo, pues de algún lado tenía él que haber sacado su seriedad y su puntualidad.

JiSoo comenzó a cantar una que otra canción famosa que apareció en la radio mientras que KyungSoo sonreía al escucharla, su hija tenía una preciosa voz, JongIn siempre decía que le había sacado esa habilidad suya de enamorar a las personas con su voz, y KyungSoo simplemente sonreía con las mejillas arreboladas pero secretamente lleno de orgullo en el interior.

Cuando finalmente encontraron un lugar para estacionarse cerca del consultorio de JongIn, JiSoo esperó hasta que KyungSoo se bajara del auto y lo rodeara, para que le abriera la puerta como la consentida que era.

Gracias al cielo JiSoo solo le había hecho un par de berrinches en la calle a KyungSoo, y se había arreglado con ella cuando llegaron a casa, la había regañado y castigado un par de veces por no querer obedecerle, pero lo cierto es que su hija había aprendido a pedir disculpas ante sus errores; por lo que después las cosas fueron mejorando. Después de todo era una niña.

JiSoo se bajó del auto y se colgó del brazo de su padre, dejando la mochila dentro del coche al que KyungSoo le puso la alarma y ambos comenzaron a caminar por la acera, sintiéndose orgullosos uno del otro por parecerse tanto.

JiSoo era bonita, todo el mundo la halagaba por sus labios en forma de corazón y ella siempre paraba la trompita a sus abuelos o a sus tíos Kim para que le dijeran que sus labios eran los más bonitos del mundo.

ㅡ Buenas tardes Yeri ㅡ Saludó KyungSoo a la muchacha que estaba enfrascada con una pila de libros sobre el escritorio.

La muchacha hacía malabares para no dejar el trabajo y asistir a la universidad pese a que le llovían trabajos escolares, no había querido dejar a JongIn aunque pronto tendría que hacerlo porque ya se graduaría y tendría que comenzar a ejercer su carrera.

Desde el primer momento ❀ KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora