Cap.33 Π♦Discusión♦Π

1.5K 118 4
                                    

-Y no pienso ponerle fin a esto ni en años, al contrario si un futuro —Fue lo que le escuché decir al estar más cerca.

Su voz me guió hasta la cocina, me recargué del marco uno vez estando allí, él se percató de mi presencia me miró y sonrió.

Rió tras escuchar algo al otro lado de la llamada. De un instante a otro, frunció el ceño, más de lo normal, y su aspecto no era muy amigable.

-¿Y yo que tengo que ver en eso? —Preguntó algo alterado— No, no iré —Dijo bufando, después de unos segundos— Esta bien, esta bien —Acedio.

-¿Aja? —Preguntó—

—Rodó los ojos al  haber escuchado la respuesta de su pregunta— No querrá ir.

-De acuerdo, trataré. Hasta luego —Colgó.

Suspiró casando sentía sentándose en una de las sillas de la isleta e indicándome que hiciera lo mismo. Asentí.

Se dio la vuelta de frente al mesón y volvió con dos platos. Uno me lo puso en frente y el otro lo tomó él.

-Tienes que comer, para poder tomarte los analgésicos —¿Analgésicos?

-¿Cómo qué analgésicos? —Pregunté confundida.

-Si. Un doctor vino a verte, y me dijo que tendrías que tomar analgésicos por unos días y también te indicó una crema para la inflamación —Dijo algo molesto.

-Bien. ¿Qué te ocurre? —Comencé  a comer.

-Nada. Es sólo que tendré que ir a una reunión en representación de mis padres y debo de ir acompañado —Dijo comiendo de su plato.

-No le veo  el problema.

-Es que no quiero ir. Pero mis padres están en Japón —¡Ay Dios! Arma un berrinche como niño pequeño.

-Debes de ir, eso te corresponde a ti ¿No? —Ne observó y se quedo callado sin siquiera responderme.

Nos tomamos la comida, lavé los platos que habíamos utilizado.

Ahora estamos en el salón en frente de la televisión, uno a cada extremo del gigantesco sofá. Un incómodo silencio esta instalado en la casa.

-No irás ¿Cierto? —Me giré a observarlo y adapté una forma de indio.

-No, no iré. Y tu no me obligarás —Dijo tajante.

-Eres un vago. No sabré sobre esto, ni debo de meterme, pero pienso que es tu deber Jayden —Ya me había comenzado a molestar su actitud.

Me puse de pie notablemente incómoda. Él hizo lo mismo.

-Como tu no tienes todas estas responsabilidades encima, tienes una vida muy normal, no te importa decir lo que sea. Eres una niñata —Dijo casi gritando y y acercándoseme cada vez más.

-¿Así niñata, yo? —Él asintió, respirando dificultoso por el enojo— Esta niñata, como dices es capaz de mucho. No es por presumir, pero te mueres por estar entre las piernas de esta NIÑATA —Hice énfasis en lo último, valiéndome mierda sus advertencias de hace un rato.

-No te mentiré, pero yo tampoco soy el único que desea esto. Además veo que no te sirvieron de nada de mis advertencias —Aún sigue usando ese tonito íntimamente y la voz ronca.

-Y una mierda —Dije igual de cabreada.

-Bien —Acortó la poca distancia entre nosotros.

Puso sus manos en mi cintura, se apoderó de mis labios y descendió hasta mi trasero, agarrando la parte posterior del short y seguido metió la mano dentro del pantalón y apretó mi trasero. Gemí.

El sonrió sin descaro separándose de mis labios. Volvió a repartir la acción y dándome también una palmada.

Salí de su agarré y mi mano impacto contra su cara.

Colocó su mano en el lugar donde le había dado, traté de aguantar mis carcajadas, pero fue imposible. Estallé en risa y él hizo lo mismo, para después parar y clavar su mirada fría en mi.

Entonces me di cuenta de que estaba en serios problemas.

Comencé a correr como si mi vida dependiera de ello.

-¡De esta no te salvas Barbie! —Gritó persiguiéndome.

Me tomó de la cintura y me subió a su hombro.

-Esto es injusto, eres más alto y das pasos de gigante. ¡Pendejo! —Le pegué en la espalda.

-No tengo la culpa de que seas el engendro de la hormiga y el hombre —Jaja que chistoso.

Me giré a ver si cabeza y le en esta, a lo que  él respondí lamiendo mi muslo.

-¡Jayden! —Le grité. Me mordió— ¡Maldito cabrón, suéltame...—Le iba a decir otro insulto, pero me soltó y mi cuerpo tuvo contando con...¿Agua?

Y...¡Maldición esta fría!

-¡Maldito seas Jayden!

-¡Niñata! —Gritó descojonándose de risa.

-¡Esta fría! —Me quejé.

Él siguió riendo.

-¿Sabes? —Dije luego de un rato— Eres tierno, empalagoso y me quieres, tu si eres un niñato —Dije para cabrearlo.

Se acercó al borde de la piscina y se puso de cuclillas. Sonreí victoriosa, puesto que había logrado mi objetivo.

-Sono un mafioso, non si vuole sapere che parte di Barbie —¿Qué coño?

Tomando impulso en el borde de la piscina me acerqué a él, acorte la distancia entre nosotros, Rosando mis labios con los suyos.

-Lo siento —Él me dio una mirada de confusión.

Sin importarme una mierda las consecuencia de esto, lo halé del brazo, provocando que cayera a la piscina.

-¿Ahora quién ríe? —Pregunté burlona, él me fulminó con la mirada y se acercó a mi.

-Yo —Antes de que pudiera protestar, me besó...

∞∞∞

Sono un mafioso, non si vuole sapere che parte di Barbie.

Soy un mafioso, no quieras conocer esa parte Barbie.

§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§

Voten★ &comenten.

Besitos!

Cap.#33

Illegali di Diamanti #RedQueenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora