Abrí los ojos con cuidado, tratando de que el dolor de cabeza no me afectara.
Observé el lugar. Y me encontraba en la habitación de Jayden. Y en ropa interior.
Me senté en la cama y me puse de pie, caminé hasta la puerta del baño, un mareo y el fuerte dolor de cabeza aparecieron, perdí el equilibrio. Cerré los ojos esperando el impacto. Pero nunca llego.
Estando desmayada, sentía estar en unos brazos fuertes y la vez acogedores, para mí.
DEVIL.
Salí de mi despacho, fui a la cocina. La señora del servicio ya había preparado el desayuno e iba a llevárselo a Alex.
-No se preocupe señora Amato. Yo me encargo —Quité la bandeja de sus manos.
-Como digas Jayden —Si, ella es de las pocas personas que no me hablan de Usted. Al contrario ella me ha cuidado toda la vida.
Digamos que era mi nana.
Entré en mi habitación con la bandeja del desayuno en manos.
Alex ya había despertado, deje la bandeja sobre mi escritorio, me acerqué a ella lo suficiente, quizás estaba a menos de un metro. Ella me daba la espalda y pude ver que sus manís empeoraron a temblar, su cuerpo se movió un poco, de un lado a otro, iba a caer al suelo. La sostuve entre mis brazos y con cuidado la llevé hasta la cama.
Se había desmayado por segunda vez. Me senté a su lado en cama y con delicadeza quité los mechones que se habían esparcido en su rostro. Estaba igual de pálida.
No llamaría a un doctor, era obvio que me dirían "Es causa de estrés, miedo y confusión, ahora sólo queda que la señorita despierte y le preguntemos que le ocurre" esto me lo sé de memoria.
La noche anterior no dormí lo suficiente, sólo estaba preocupado por Alex, toda la noche estuve a su lado contemplándola. Pensando en que yo estaba causando esa alteración en si sistema nervioso.
Me acosté a su lado, acaricié su cabello castaño con mechas rubias. Y volví a tomar la misma rutina, sólo la observaba de manera atenta.
Odiando cada vez más esa sensación indescriptible, que sentía al estar junto a ella. Sólo ella lograba traerme esos recuerdos de mi niñez y adolescencia. Pensando en tantas cosas, me quedé dormido junto a ella.
-¡Jayden! —Gritó Alessa.
Su mirada era de asesina, y no la culpo luego de la pequeña broma que le hicimos.
-¿Yo? ¡Culpa a tus mellizas! —Dije burlón.
-A ver, serás dos años mayor. Pero idiota no soy, Alekséi —Me llamó por mi segundo nombre— Todos sabemos que la mente maestra fuiste tú. ¿Por que teñirme el pelo de ¡Rosa!? —Pregunto indignada.
-¿Pir qui tiñirmi il pili di ¡Risi!? —Chilló el idiota de Eiden.
-Bueno ya. Ven conmigo aún no ha secado, con agua fría se te quita —No debía de ser con agua fría.
Sólo quería venganza.
-¿Enserio estas así por que le dije a la sin cerebro de tu ex, que eras Gay? —Embozo una carcajada.
Al igual que todos.
La fulminé con la mirada.
-Vamos Jayden no la mires así, es que Alessa no soporta ver a su mejor amigo con otra —Dijo Jake y Alessa asintió con cara inocente — mientras ella lo ama.
Esto hizo que sonrisa de victoria de Alessa, desapareciera. Así como Jake lo hará.
-Estas acabado Jakie —Dijo Alessa.
-No me llames así —Se quejó Jake.
-Jakie, Jakie, Jakie —Comenzó a gritar ella.
-Alessa ama a Jayden, Alessa ama a Jayden —Dijo Jake mientras corría por toda la casa.
-¿Qué dijiste Jake? —Preguntó el padre de Alessa, mi tío Angelo— ¿Alessa, Jayden? —Nos miró a ambos— Están Jodidos los Di'angelo —Anunció.
Todos comenzamos a correr dispersados por la gran mansión Principiato.
ALEX.
Desperté otra vez en la misma habitación, esta vez Jayden estaba a mi lado, observándome.
-¿Estás bien? —Preguntó.
-Si —No estaba mintiendo era cierto.
Esto no hubiera pasado, si me tomaba las pastillas para mis nervios.
-Sobre lo que paso ayer. Te puedo explicar —Dijo serio.
-No quiero saber nada que no sea la verdad —Repliqué.
-Eso no es muy fácil Alex —Diji cortante.
Se puso de pie.
-¿Ah si no es fácil? ¿Que crees que soy Jayden? ¿Tu marioneta. Que sólo observa y hará todo lo que quieras sin pedir respuestas? ¡Pues no! Así me conociste y así te atenderás a las malditas consecuencias....
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Cap. #45
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Illegali di Diamanti #RedQueenAwards
Action{Diamante Ilegal} Siempre viví en un mundo donde creí estar en la dura realidad, donde hubo un momento en que todo se me derrumbó. Todo era penumbra y oscuridad, pensé en escapar pero, fue en vano, era imposible salir de esa pesadilla sin ayuda al...
