Cap.52 Π♦Linda venganza♦Π

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Luego del tal beso, subido de tono...

Jayden me mostró todo  el interior del yate. Era literalmente una mansión. Me encantaba.

-¡Jayden! —Grité enojada.

-¿Qué sucede? —Se apreció de no se donde.

Ya no llevaba su ropa anterior, ahora sólo unos simples pantalones de chándal.

-¿Cómo qué, que sucede? Piensas que me iré a dormir con esto. Pues no, si soy muy quejona, dale gracias al gilipollas de mi amigo el mando y el de, Yo me encargo —"Imité" su voz.

-Ah cierto. Se me había olvidado este detalle, acompañame —Asentí y subí las escaleras junto a él.

-Cierra los ojos —Ordenó.

Cerré los ojos, y aún así el colocó sus manos en mis ellos.

Caminamos así alrededor de un metro, nos detuvimos, escuché una puerta ser abierta, dimos unos pasos más.

Él quitó sus  manos lentamente de rostro.

-Ya los puedes abrir —Diji tan cerca de mi oído  que se respirar chocó contra mi cuello.

Abrí y los ojos. No podía creer lo que veía. Era una habitación convertida en un armario, a un lado todo era ropa para hombre y el otro, de mujer.

Me giré a ver a Jayden, quien me observaba con una perfecta sonrisa.

-Es nuestro —Depositó un beso en mi cabeza y me abrazo.

-Devil, no tienes porque hacer esto —Tenía meses sin llamarle así.

-No. Esto va bien. No acepto ninguna recusación —Dije algo serio.

-Bien, bien. Ahora afuera voy a ponerme algo más cómodo.

Busqué entré las ropas y encontré unos shorts de pijama y una camiseta a juego. No fue tan difícil encontrarlas, todo esta en orden, por color, textura, marcas y modas.

Jayden hizo algo de comer. Si sabe cocinar.

-Aun no entiendo como no has quemado la cocina —Dije burlona.

-¡Silencio Alex! —Gritó carcajeándose.

Al reírse el pircing que sólo a veces usa en la lengua, se notó.

Lo observé por unís minutos y  él al se percato.

-¡Ne siento desnudo! —Gritó tratando de escucharse indignado.

-Pedazo de idiota —Rodé los ojos.

-Me ofendes Alex White. ¡Pagarás, ya verás! —Dijo apuntándome con la cuchara gigantesca, literal,  de madera en manos.

-¡Wow! Ya estoy muerta. ¡Habló el mafioso que se defiende con un pedazo de madera —Dije con burla.

-Ya verás Alex —Se fue acercado a mi lentamente y yo retrocedía de igual manera.

-Corre —Me dijo en un susurro.

Comencé a correr como loca.

Aunque sólo eso creí, en menos de 5 segundos Jayden me estaba tomando de la cintura.

-¡Mierda, No es justo, tu das zancadas mientras corres! ¡Eres más alto! —Me quejé.

No sólo me quejaba, también trataba de cambiarle el tema a Jayden, así no quería vengarse.

-No me cambies tema Alex. ¿Si? —Dijo tan cerca de mi rostro que nuestro labios tuvieron un ligero roce.

Estaba nerviosa. Jayden es loco de eso estoy segura.

Por la razón de mis ligeros nervios, mordí mi labio inferior.

-Barbie... —Alargó.

-¿Qué? —Pregunté ajena a su regaño.

-No te  hagas las inocente, sabes lo que estas haciendo —Se acercó más a mi.

-¿Ah si, haciéndome inocente yo? —Asintió— Pues dime que es lo que hago.

Dije con voz seductora.

Se abalanzó hacia mi, comenzó a besar mis labios de una manera brusca, que después de todo no dejaba tener su toque tierno.

Deslizó sus manos desde mi cintura, hasta mis muslos, allí apretó un poco, levantó mis piernas, llevándolas hasta la altura de sus caderas. Cómo me había indicado con ese acto, envolví mis piernas en su cadera.

Me subió a la isleta en la cocina y empezó a repartir besos por mi mandíbula, descendiendo por cuello, mientras sus manos por debajo de la camiseta acariciaban  mis espalda baja.

Me acerqué a su cuello y lo besé allí, me aproximé a su oído y susurré:

-¿Este es tu venganza, Diablo? —Dije seductora, aunque mi voz era dificultosa por la falta de aire.

-Es sólo el comienzo —Iba a responderle, pero el volvió a besar mis labios.

Le di permiso a su lengua, la cual jugaba junto a la mía.

Volvió a subirme a su cadera, comenzó a subir las escaleras y no sé como coño no terminamos en el piso.

Él apretó mi trasero, a lo que yo respondí mordió la punta de su lengua, donde estaba el pircing. Él gruñó y yo Sonreí en el beso.

Nos separamos por falta de aire, no me había dado cuenta de que estábamos en una de las habitaciones, al parecer la de Jayden.

Me dejo en el piso, delicadamente. Estábamos de pie frente a un gran espejo, que está en una esquina de la habitación.

Él miraba mi reflejo a través del espejo, al igual que yo el suyo.

-Quiero que prestes atención a lo que te diré....

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Cap.#52


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