Cap.77 Π♦Prematuro♦Π

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Mis hermosas lectoras, se merecen más para el día de hoy. Aquí les traigo otro capítulo. Las Amo😍😍😍💞 bellas!!!

Disfruten 💜 —Marukenzi.

Maratón 15/?

DEVIL.

La voz de Rosetti me sacó del trance en el que andaba. Entonces me di cuenta, que lágrimas resbalan de mis ojos. No soporto la idea de que si mi hijo nace prematuro no pueda sobrevivir.

Apreté los puños. Las venas en mi antebrazo más notable.

-Salvatore tendrás que firma este documento ¿la vida de tu esposa ó la del bebé? —Esa pregunta.

Esa maldito pregunta cayó como un balde de agua helada.

-No. No lo firmaré claro que no. ¿Por qué? —Pregunto sacado de mus casillas.

-Su esposa, ha pedido que sea un nacimiento natural, y firmó un documento donde alega aceptar aquello. Ahora a ti Salvatore sólo te queda elegir —Colocó su maní sobre mi hombro, en gesto de apoyo.

-No lo firmaré. Tu puedes hacer que ambos vivan lo ambos —Respondo con voz tajante.

Más que una afirmación el tono de mi voz lo estaba amenazando.

-Amigo mío. Trataré de hacer lo mayor posible de salvarlos a ambos. Pero recuerdo, soy un médico, no estoy más halla de la muerte —Y con estas palabras se marchó.

Escuchaba a mi madre y Alessandra, creo que a toda mi familia, recitar oraciones en latín. Implorando a  Dios que todo saliera bien. Yo llegué a pronunciar alguna de las palabras a coro con ellos. Nunca antes, más que cuando pequeño, había rezado, ni tenido una fe inmensa como esas personad que te brindan bendiciones en ma calle. En este momentos, necesitaba saber que Dios cumplía milagros, que no desampara a sus hijos. Que todo estaría bien.

Y mis fuerzas de seguir adelante se derrumbaron a escuchar, los gritos desgarradores de Barbie. Se escuchaban en cada rincón de la clínica está sufriendo, el dolor debe de ser incomparable.

Sólo espero que ambos este bien...

ALEX.

Dios mío, es como estar en el infierno. Duele como los mio demonios y no creo que mi estado convaleciente ayude.

Más de una hora, en el intento de que todo salga bien.

-¡Ah! —Volví a gritar. Ya había perdido la cuenta.

Siento que todo mi interior, en cual quien momento, se desgarrará. Tengo miedo. Miedo de no poder traer al mundo a mi pequeño, a salvo, también de no ser lo tan buena madre como para cuidar de él.

-Vamos Alex. Tu puedes. Falta poco —Esas eran las palabras de Rosetti intentando animarme.

Respiré profundo, volviendo a pujar, y soltado un pequeño grito. Me estaba tomando de cada lado de la camilla.

Mi respiración es agitada, y en abrir y cerrar de ojos es cansada y lenta. Siento que mis fuerzas se van desvaneciendo. Ya no podría más, mis ojos se iban cerrando la oscuridad apoderándose del color. Pero cerré completamente los ojos sintiéndome feliz. Un llanto, logró darme a saber que había cumplido mi objetivo.

(Narrador Omnisciente)

Seguido de escuchar el llanto de su hijo, sus ojos la traicionaron cerrándose. Sus fuerzas le dijeron adiós. Se desplomó en un abrir y cerrar de ojos. Ella anhelaba ver el rostro de su hijo, pero no pudo.

Illegali di Diamanti #RedQueenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora