Capitulo; 4

271 10 2
                                    

Richard me deja en mi casa, y se despide con un tierno beso en la frente y una sonrisa.

— Hasta mañana — Digo sin querer que él se valla.

— Hasta Luego — Dice él 

Lo miro extrañada, pero no pregunto a qué se refería con

‘Hasta luego’

¿Qué querrá decir?

Le doy un beso en un ojo y me largo de ahí.

Entro a mi casa, y mi mamá está viendo Tv.

 —Hola mamá

— Hola Cariño ¿Cómo te fue?

— Bien, fue todo muy lindo.

—Que bueno, ¿Tienes hambre?

— No gracias mamá ahora solo quiero leer.

— Ok, estaré aquí sentada cualquier cosa.

 

Le doy un beso y me voy.

¡Dios Mío! Estoy muy Cariñosa.

Hasta mi mamá lo encuentra raro, porque me está mirando ceñuda. Le sonrío y subo casi corriendo a mi habitación, me quito la ropa, me doy un baño, y me pongo mi pijama. Que son unos pantis y una franela gigante. Sí… Muy Femenino. 

& Me dedico a leer.

Caigo en un sueño profundo, y luego siento algo en mi cama, algo no, es alguien, sin que ese alguien se dé cuenta, tomo el despertador y se lo pego en la cara, y me paro asustada de la cama. Mirando bien quién es que está allí.

Es Richard el muy maldito vino, a eso se refería con ‘hasta luego’. ¡JA! Merecido lo tiene por pendejo.

— Richard ¿Qué diablos?

— Ameet Sigues en Pantis – Dice estudiando mi cuerpo.

Me sonrojo y me pongo unos shorts

— Richard ¿Qué haces aquí?

— Ameet me gustaban los pantis

— ¡Richard Snickolls!

—Quería preguntarte cuando empiezan las tutorías. – Dice muy campante el maldito

— ¿NO PODÍAS PREGUNTAR MAÑANA?

— La paciencia no se me da, Ameet.

— Primero, Vienes a mi casa, sin consentimiento, te metes en mi cama, te llevas un moretón por pendejo, y además me ves en pantis ¡HOY ES MI NOCHE! Definitivamente hoy es mi ¡MALDITA NOCHE!

Richard se hecha a carcajear cómo un maldito idiota

Mierda quiero matarlo.

— Esta bien Ameet me largo de tu casa, de tu habitación a la cual entre sin permiso, me lleve un moretón por pendejo y además te vi en pantis. – Me guiña un Ojo y se, para de mi cama en la que estaba acostado aún.

—¿Quién te dijo que quiero que te vayas?

— Mierda Ameet ¿Estás loca? Primero me dices que entro en tu casa sin permiso, me golpeas y luego me reprochas porque te vi en pantis, ¡Dios! ¿Te sientes bien?

— Lo siento, solo quiero dormir, aunque estás siendo algo idiota, pero mañana te sigo reprochando, Vayamos a dormir, pero me debes prometer que te irás a las 5:30 A.M  y cuando te vayas me despertarás.

Las 2 Caras de Ameet IronsWhere stories live. Discover now