Capítulo;20

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  • Dedicated to Camila Valdez
                                    

Por fin viernes…

Toda la semana, esperando al viernes, es de verdad emocionante, estoy que hasta sonrío sin aparente razón, estoy feliz, jodidamente feliz, es que todo está jodidamente bien, Papá siempre me quiso y nunca me abandonó cómo pensé cuando era niña, eso es fabuloso, mis hermanos son lo más tierno, dulce e imbécil del mundo, los amo, los adoro, son mi vida, y lo curioso es que sí me tratan cómo la hermanita pequeña, eso es muy dulce, mi mamá ya dejó los rencores con mi papá, y ahora son hasta mejores amigos, Aylleen, me trata como si de su hija se tratara, e incluso a veces también me trata cómo la hermana pequeña, y todos en la casa me llaman ‘Princesa’ qué curioso, cuando era pequeña siempre quise ser la Princesa de la casa, casarme con mi príncipe, tener ropa de marca, y todas esas mierdas que las niñas sueñan con tener, pero eso es lo que menos quiero en estos momentos, yo lo único que quiero, es estar con mis amigos, con mis hermanos, mi papá, mi mamá, mi madrastra que es la persona más dulce del mundo, quiero reír, correr, brincar y vivir el momento…

Quiero ver a Onika de la mano con Safaree con su sonrisa estúpida, quiero ver a Kyled celando a Charles con mis hermanos, quiero sentir la mano de Richard sosteniendo mi mano, quiero ver a mi mamá sonriendo con mi papá, quiero ver a Aylleen a mi mamá y Ellie chismoseando y burlándose de sus hijos, quiero sentir los besos que mi papá me da en la frente cuándo me ve, quiero ver a Ethan con novia y que me siga diciendo ‘Malona’, quiero seguirme sonrojando cuando Jake me diga ‘sonrojona’, quiero que Randy me abrace cada vez que me vea, quiero que ver las pocas sonrisas de verdad de Xaison.

Quiero seguir viendo el brillo en los ojos de Richard cuándo me diga Te amo, quiero poder seguir sintiendo su tacto, quiero estar presente en cada momento de su vida, incluso si al final no tenemos un futuro juntos, quiero seguir siendo el motivo de sus sonrisas, quiero poder acariciar su pecho con mi nariz, y sentí su cuerpo estremecerse bajo mis caricias, quiero que cuando lo bese de verdad sienta lo que yo siento, quiero que sepa que lo amo y no quiero que nunca lo olvide, quiero que sea feliz, solo conmigo… Aunque suene egoísta, aunque suene estúpido porque él puede ser feliz por su familia, o por cualquier logro o meta, pero yo quiero estar allí con él disfrutando de su felicidad, porque en cierto modo estaría siendo feliz conmigo, y su felicidad me hace feliz, su sonrisa, su nariz, su cabello sedoso, sus manos tocando cada parte de mi cuerpo y activando cada uno de mis sentidos, su voz, su aliento, Ricki, y lo que me enamoró desde que lo vi, sus ojos café, tan café que podrían quitar el sueño al alma más cansada, tan intensos que podrías caer en un hoyo negro en el medio del espacio de sus sentimientos, esos malditos ojos que podrían quemar tu piel de solo mirarte, esos ojos que pasan caricias desde mi cabello hasta cada dedo de mi pie, esos ojos que pasan cómo seda fina por mis sentidos, ojos que tocan mi alma, ojos que calman, ojos que enamoran, ojos con olor a café, ojos café, ojos capaz de matarte cuándo se tornan casi negros, ojos que ocultan a 2 personas dentro de un cuerpo, ojos con demonios peligrosos, tan peligrosos que casi no se controlan solos, ojos que ocultan secretos, secretos que solo yo sé, son los ojos de los que me enamoré…

Es increíble que esos ojos tengan la capacidad de controlar mis demonios, es increíble la paz que tengo cuándo está a mi lado.

Sí estoy jodidamente feliz, siento que estoy en una nube, flotando lejos de la realidad y que en algún momento, mi nube dejará de flotar y me quedaré varada en el medio del cielo, pensando, y pensando, hasta llegar a conclusión de que fue bueno mientras duró y entonces tendré una sonrisa reluciente de orgullo y sincera…

Yo no quiero un ‘Para siempre’. Con nadie, no quiero un ‘Y fueron felices por siempre’ o ‘Siempre estuvieron juntos’.

Yo quiero un ‘Hasta que dure’,  ‘Hasta que sea necesario’, ‘Hasta que se cansen’ eso quiero.

Las 2 Caras de Ameet IronsWhere stories live. Discover now