Últimamente, estoy terminando en el suelo desde que conozco a Richard. Dios, ¿Por qué solo me pasan estas cosas a mí?
¿Por qué me gusta un patán, al que yo, no le gusto? ¿Por qué me dejo utilizar, por él?
¡¡PORQUE LO ESTAS EMPEZANDO A AMAR ESTÚPIDA!!
Me grita mi Subconsciente.
¿Por qué siempre termino enamorada de un patán?
Salgo del Aula corriendo, en dirección al baño.
A Llorar, y 5 Minutos después siento la puerta abrirse, entro a uno de los toilettes. Me llaman.
– Ameet. – Es Onika, parece que se dio cuenta de qué no estaba bien.
– Quiero estar sola Onika. – Digo entre sollozos
– No Ameet no quieres – Dice mientras Abre la puerta y se sienta a mi lado y me observa.
– Ven Lloraremos juntas, tú llorarás por lo que sea que lo estés haciendo, y yo llorare, porque me duele tú dolor y porque no pienso dejarte sola, ni cuando estés llorando. – Dice empezando a lagrimear.
Y yo empiezo a sollozar con la cabeza en el hueco que hay entre su cuello y su hombro, y ella empieza a llorar con su cabeza en mi cabeza.
– Te Amo Onika, Nunca me dejes sola.
– Nunca lo haría Ameet, también Te Amo. – Dice depositando un beso en mi cabeza.
30 Segundos después me dice lagrimeando.
– ¿Piensas decirme que tienes? – Pregunta con voz dulce.
– Estaba pensando en que siempre termino enamorada de un cabrón, al que no le importa nada ni nadie más que él. Y bueno Aquí estamos – Digo entre sollozos
– ¡Shhh! Ameet…
Me quedo callada, y suena el timbre de la cafetería y no tengo ánimos de seguir aquí, me quiero ir a casa, Me levanto, le doy la mano a Onika, y ella se para, nos lavamos la cara y salimos de ahí.
Pedimos una excusa en la escuela, y salimos de la escuela, en dirección a mi casa que los lunes, miércoles y viernes, siempre está sola.
Abro la puerta, le paso una toalla a Onika, en indicación de que se dé un baño, en el baño de al lado, mientras yo me doy uno en el baño de mi habitación.
Me doy un baño completo y muy largo, mientras me lavo el pelo me pongo a pensar en todo lo que eh hecho con Richard en tan solo 4 días, y que hoy peleamos como si estuviéramos casados pensar eso me saca una sonrisa.
Ni pensar que no es así, cómo yo creo que es, y lo que más me duele, es que ni siquiera le importo.
¡Dios! ¿Qué estoy pagando? Algo muy malo eh de hacer para recibir este castigo tan doloroso.
¿Por qué sigo creyendo en el amor después de lo que me pasó, con el innombrable?
Es que acaso no me canso del sufrimiento.
Soy una masoquista, después cuando sea mayor, me volveré una sádica, y los únicos culpables de eso serán, Richard y *********
Esos ¡MATAFOCAS!
Salgo de la ducha, y me pongo una pijama, de pantalones de chándal negros pegados a los tobillos, y flojos en los muslos con una franela tamaño normal, no como las que uso para dormir, me seco el pelo con la toalla, y lo dejo suelto para que se seque mejor.
Onika se puso lo mismo pero con el pantalón gris, ella se dejó el pelo seco.
Bajamos de mi Habitación y nos acomodamos en el mueble, Onika se sienta en una esquina del sofá, cerca de un brazo del mismo, y yo me acuesto encima de sus piernas, Prendo la Televisión y nos ponemos a ver South Park.
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Las 2 Caras de Ameet Irons
Teen FictionSíntesis Ameet Rose Irons una adolecente de 16 años, latinoamericana, pelirroja de preciosos ojos grises, estatura normal para su edad, pues no es ni alta ni pequeña, regular, se podría decir; Le gusta mucho sentir dolor, dolor físico, cómo dolor...