Luego de aproximadamente 30 minutos durmiendo, sin soñar nada…
¡Adivinen! Tengo un sueño es el karma que pago…
Sueño con todo lo que me pasó, con las cosas que no vi al estar drogada, y las cosas que escuché cuando estaba entre la conciencia y el otro lado, ese sueño fue breve.
Luego tuve otro sueño.
Estaba con Richard en un pequeño lago, tenía unos días que había salido del hospital, estábamos sentados a la orilla mirando el agua, y hablando.
Hablábamos de nosotros, estábamos felices, sonrientes, y risueños. Estamos siendo Rose y Richard, estábamos siendo solo una persona, estábamos siendo un solo corazón y una sola carne, parecía una película, una serie más bien.
–Nunca, me eh enamorado y menos sentido algo por alguien, suelo ser la típica chica, que prefiere estar sola, no salir de casa y solo tiene una amiga. – Le digo mientras él me abraza y acaricia mi cabeza con lentitud y delicadeza.
– Yo tampoco me eh enamorado, nunca eh sentido algo tan fuerte… Yo solo acostumbraba a tener sexo, tenía reglas. – Mientras las mencionaba enumeraba con los dedos–
1- No dar mi número de teléfono a mis ‘Novias’
2- Nunca estar con ellas en público, ni en fiestas.
3- Nunca tener sexo con ellas más de una sola vez.
4- Dejarles claro que no soy un chico que se enamora.
5- Nunca Amar a ninguna.
– Y luego Apareciste tú, bueno… Siempre estuviste allí, pero, cuando realmente te vi, al ver tus ojos – Dijo mientras acariciaba mi cara – Oír tu voz, Respirar tu olor, y besar tu piel… – Ríe orgulloso– Supe que eras la pelirroja de ojos grises y culo bonito y excitante que debía perseguir. – Dicho esto me da un beso.
Un beso totalmente diferente…
No fue un beso necesitado, o con pación… Fue un beso, suave, tierno, y lleno de amor, simplemente mágico, fue….fue… él único beso en que eh podido sentir amor en toda mi vida. *Y Pasó en un sueño*
Se me sale una lágrima.
– Después de él, nunca dejé que nadie más me quisiera. – Se me sale otra lágrima– Y estoy más que orgullosa y feliz de saber que ya encontré a alguien que me quiere, y de tener a alguien por el cual dejarme querer. – Digo sonriendo.
Richard me acaricia la cara.
– Ameet Rose Irons – Dice en un suspiro.
– Richard Matthew Snickolls – Digo de la misma forma.
Sonreímos.
– Te quiero – Decimos al mismo tiempo.
& Yo cómo una persona que normal que soy *Dios hasta en sueños estoy loca* me tiro encima de Richard y le doy un beso un gran beso… Pero también fue diferente.
Estábamos acostados, en el césped del lago, yo arriba, él abajo.
El beso fue, dulce, juguetón, y lleno de un sentimiento que no puede identificar.
Al terminar el beso Richard me pone abajo y al dar la vuelta para cambiar de posición caímos al lago.
– Idiota – Digo riendo.
– Solo quería divertirme – Dice haciendo un puchero.
Empiezo a fingir hundirme en el agua.
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Las 2 Caras de Ameet Irons
Teen FictionSíntesis Ameet Rose Irons una adolecente de 16 años, latinoamericana, pelirroja de preciosos ojos grises, estatura normal para su edad, pues no es ni alta ni pequeña, regular, se podría decir; Le gusta mucho sentir dolor, dolor físico, cómo dolor...