Capítulo; 7

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 Sueño… Sueño con una pelirroja, de ojos rojos, rojo pasión, un rojo más profundo que la sangre, que está riendo malvadamente, mientras le dice te lo dije a una niña idéntica a ella pero de ojos grises, la niña de ojos grises grita ¡Auxilio! Y la de los ojos rojos pasión le dice, nadie te ayudará, porque tú sola te metiste en este sufrimiento ahora ¡Sal tú SOLA!... Luego de eso me levanto de repente.

Con la respiración entre cortada, me miro en el espejo, y tengo los ojos de ese rojo pasión por 5 segundos, y luego miro hacia atrás y me encuentro a Richard mirándome de lo más preocupado. ¡Ja!... Claro ahora.

— ¿Qué haces aquí todavía?

— Tú mamá no ha llegado – Dice encogiéndose de hombros.

— Ah, sí. – Digo con voz seductoramente sexy, mientras camino a cerrar la ventana por si mi novio me ve.

 Me quito el pantalón lentamente apuntando con mi trasero a la cara de Richard, y lo escucho gruñir, Bien Ameet, ya estás ganando ventajas, Me quito la franela lentamente, y me quedo en pantis y en brasier.

Él traga saliva, y me mira con la mirada impenetrable.

Voy caminando muy, muy, muy despacio hasta donde está Richard, me le siento en las piernas y el me agarra una nalga, le tiró el pelo hacía atrás fuerte, y el gime el no esperaba eso.

— No me toques, si me tocas te golpearé y te halaré el pelo.

Me quito de encima de sus piernas.

— Ponte de píe.

Se pone de píe sin hablar ¡Ja! El muy cabrón cree que me acostaré con él.

Le quito el polocher’t sin ponerle un solo dedo al quitárselo.

Luego le desabrocho el pantalón, se lo quito y puedo ver su gran erección por los Boxers negros que lleva puestos, puedo ver su tatuaje de danger.

Acaricio el tatuaje  y el gruñe.

¡YAY! Voy Ganando.

— ¿Qué me harás Ameet? ¿Eh? – Dice con la voz ronca.

— ¿Ansioso?

— Bastante

Le sonrío con la sonrisa más orgullosa que eh tenido en años.

Lo tiro en la cama, y le beso el cuello, y toda la cara, doy una leve mordida en el lóbulo de su oreja.

Está más que excitado. ¡Soy una Maldita!

Le doy un beso casto en los labios. Me paro de sus piernas, me pongo la ropa, y le sonrío, mientras salgo de la habitación.

JAJAJAJA Lo eh dejado en ¡KO!

Estoy más perra que nunca gracias a que Ameet volvió y esa sensación de poder me encanta.

Bajo a la cocina me bebo tomo un vaso de jugo de fresa y subo a la habitación  ver a Richard que sigue ahí frotándose la cara cómo si no lo pudiera creer.

— JAJAJA ¿Sorprendido Richard?

— Bastante Ameet. – Susurra.

— JAJAJA ¿Frustrante, cierto?

—En todos los sentidos.

— JAJAJA Así me gusta Snickolls.

Bajo de allí bebiéndome mi jugo, y me dispongo a ver televisión.

Luego el baja con el pelo mojado, y se ve terriblemente sexy, pero lo ignoro, se sienta a mi lado y me susurra en la oreja.

Las 2 Caras de Ameet IronsWhere stories live. Discover now