Please, Hayes.

Capítulo V

Después de la escuela Kaithe volvió a la librería, y ahí estaba el mismo chico de antes. G, o como fuese que se llamase. Y a él no parecía agradarle mucho ella por la mirada que le dio cuando paso frente a él.

Y ya no era extraño que no le agradará a la gente de ese lugar, ella definitivamente no encajaba ahí, lo sabía y nadie tenía que decírselo para darse cuenta. Bastaba ver a su alrededor y enterarse de todo.

Kaithe se quedó de pie en medio de dos secciones al ver a un chico, con una capucha, que estaba intentando ocultarse en vano, mientras observaba en todas las direcciones. Patético, es lo único que describe la situación.

El desconocido miraba entre las estanterías, fingiendo buscar algo muy importante. Y Kaithe ni siquiera podía entender de qué se escondía, solo había otra persona aparte de ella en la tienda, y ni siquiera estaba prestándole atención a otra cosa que no fuera su libro.

—Pásame ese, por favor.

Cuando el chico escucho la voz de Kaithe, dio un salto que derrumbo una pila de libr estaba junto a él. Luego la miro con sus absurdas gafas de sol (en un día nublado) y "actuó" normal.

Cuando el chico del mostrador apareció le dio una mirada que Kaithe juraría que lo haría evaporarse allí mismo.

— ¡Hola!—Saludo con exceso de emoción— ¿Cómo estás hombre? Hace mucho que no te veo.

—Arregla eso—Le ordenó volviendo a su sitio en el mostrador.

—Claro que sí, señor. ¡Señor sí, señor!

—Imbécil—Susurro G al sentarse, Kaithe no pudo evitar reírse un poco. El chico era muy gracioso, tenía gestos divertidos y además de eso... Reírse no es un crimen.

Kaithe aguantaba las ganas de reírse y solo podía respirar profundo para intentar calmarse un poco. El chico desconocido la miraba con el ceño fruncido y le señaló el suelo.

— ¿Ayudarás?

—Ah, no. yo no soy la que está intentando esconderse del chico del mostrador.

— ¿De G? No, no me escondo de él.

—Sea de quien sea, no te funciona genio—Rodó los ojos apoyo el abrazo en una de las repisas mirando cómo él recogía libro por libro

—Nunca antes te había visto por aquí.

—Soy nueva en el pueblo.

— ¿De dónde vienes?

—California.

Solo intercambiaron un par de palabras más antes de que el chico misterioso se fuera a hablar con el del mostrador, G, y tuviera un pequeña discusión en susurros. Sabía que era grave, llo nnoto por la forma tan drastica en la que cambio la expresion eel chico amigable.

Kaithe reconoció la camioneta que se estacionó frente a la librería. La había visto varias veces en la escuela, esa primera semana, y una vez ahí mismo fuera de la librería hace unos días.

—Don Hayes ha vuelto—Susurró tratando de concentrarse en los libros que estaban frente a ella.

Cuando Hayes hizo su paso por la librería no se dio cuenta de que Kaithe estaba por allí y no se dio cuenta de que lo estaba observando con mucho cuidado entre los libros.

— ¿Listo para irte?—Le pregunto al extraño.

Claro, el chico extraño que se esconde, tiene que ser amigo de Hayes, eso no es para nada raro, pensó rodando los ojos. Kaithe siguió observando en silencio, teniendo que agacharse en más de una ocasión para que G, que era el que estaba de frente a ella, no la viera espiarlos.