Hayes corría por los pasillos sin percatarse de quien se llevaba por medio. La luz parpadeante del pasillo molestaba en sus ojos y picaba de cierta forma lograba que en sus ojos se produjeran lágrimas anticipadas.
Doblo en un pasillo resbaladizo, golpeándose contra una pared pero ni eso lo detuvo, tenía que correr. Así de simple. Correr. Tenía que llegar antes de que fuese tarde.
—¡Shawn!
Su amigo se volteó y negó con la cabeza abatido, su rostro estaba rojo, su ceño se fruncía y sus labios se apretaban. A un par de metros Taylor estaba apoyado en la pared mirando al techo, y finalmente en el suelo, G estaba con la cabeza entre sus manos. Todo a su alrededor parecía estar derrumbándose. Hayes conocía muy bien el sentimiento, y no deseaba eso para uno de sus mejores amigos.
*22 horas antes...*
Nash subió las escaleras de dos en dos con la botella de cerveza en la mano. Estaba realmente molesto, y ni siquiera G con su voz calmada y sus palabras de comprensión iba a lograr que ese hombre dejará de buscar a su irresponsable y ególatra hermano menor.
—¡Ya te dije que no está aquí!
—Tu siempre le tapas las cosas G. Siempre eres a quien el recurre cuando necesita algo, y como siempre terminas dándole lo que quiere.
—No lo hago.
—Si, lo haces. Y no me extrañaría que estuviera ahí escondido. O en alguna parte de este jodido edificio.
Soltándose del agarre de su amigo, Nash abrió la puerta examinando el lugar. No había nadie. Aun así sabía que Gilinsky lo había ayudado a escaparse del aniversario. Hayes se había concentrado solo en su dolor y ni siquiera se había detenido a pensar en como afectaría su huida a su madre y hermanos, ese gesto no se lo perdonaría Nash tan fácil.
—Te lo dije.
—Nash tienes que calmarte—Johnson se sentó en el sofá subiendo las piernas a la pequeña mesa de centro.—Hayes solo...
—Hayes solo piensa en si mismo. Hayes solo hace lo que a él mejor le parece. Hayes no pudo soportar una maldita noche. Sólo una. Eso fue lo que le pedí. ¿Y lo hizo? ¡Claro que no! ¿Era mucho pedir?
—¿Porqué estás tan enojado con él? Sé que esta fecha es muy difícil para ambos pero no tienes porque comportarte de esta forma. Entiendes...—Gilinsky tragó saliva y se acercó a su amigo solo un poco ¿Si entiendes que no es culpa de ninguno de los dos?
—Él no tiene la culpa. Ni tu tampoco. Lo que paso con Will no fue más que mala suerte.—Johnson se puso de pie camino a la altura de su mejor amigo—Él sólo estuvo en el peor momento ¿De acuerdo? No tiene nada que ver con ninguno de los dos.
Nash sabía que Johnson tenía razón. Se esforzaba cada noche por creerlo. Y aún así, no podía. Se sentía culpable, y así sería hasta el fin de sus días. No le importaba si moría esa noche, mal menos descansaría de su eterna culpa.
Nash arrojó la botella al otro lado de la habitación haciéndola añicos. Johnson cerró la boca y espero que Gilinsky dijera algo pero...
—Cada maldita noche me digo lo mismo ¿Ok?. No es tú culpa. En el fondo se que no lo es. Luego me despierto y miró a mi familia y me doy cuenta de que si es mi culpa.
—No lo es. Ni tuya, ni de Hayes. Hayes sólo está confundido y enojado. Quiere escapar eso es todo. Él piensa que es su culpa, y no lo es. Él solo quiere escapar. Comparten ese sentimiento, lo mejor que pueden hacer es hablarlo, sacar eso de su interior.
—¡Hayes no tiene la culpa! No es su culpa, pero si es mía. La última vez que escapó mi hermano mayor murió. Y uno de mis mejores amigos terminó escondiéndose como si fuera una rata porque teme que lo maten. ¿A quien perderé esta noche?
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Please, Hayes.
FanfictionNo muchas se atreven a pasar del primer capítulo. ¿Tú eres diferente? - Hayes Grier ha estado aislado por mucho tiempo. Kaithe Young sólo quiere volver a casa, pero mientras eso sucede sabe en que ocuparse: «Descubrir que pasa con Hayes Grier y sus...