Please, Hayes.

Capítulo XXIX

Cuando Hayes leyó la última página del libro de Kaithe, sonrió. Sí. Sonrió. No podía evitarlo, esa chica aún después de tanto tiempo seguía sorprendiéndolo.

El libro estaba lleno de drama, pero así era ella, y todo aquel que la conociera sabía que alguna obra escrita por esa chica tenía que llevar un poco de drama.

Hayes dejó a un lado el libro y se concentró en la fotografía que estaba en su escritorio. Hace tres meses que no hablaba con Kaithe, más de un año que no la veía.

La última vez que estuvieron juntos fue esa noche. En el desván de la casa del bosque.

Hayes recordaba a la perfección ese día. Sobre todo por la expresión de Kaithe, estaba tan aterrada, segura de que moriría.

Y lo hubiera hecho de no ser por Taylor. Esa chica tenía una valentía demasiado extrema. Había llamado la policía y estaban afuera haciendo sus posiciones extrañas esperando la señal para entrar, ella, Taylor, harta de no ver que sucedía algo al respecto tomó la justicia en sus manos y le disparó a Jake en la cabeza

De no haberlo hecho, ese animal hubiera matado a Kaithe, y luego iría por los amigos de Hayes, y finalmente, Nash. Jake era todo un psicópata, uno que siempre cumplía sus promesas.

Cuando la policía entró arrestó a diez personas de la banda de Jake y Logan.

Estos hermanos hijos del criminal más conocido cómo JP el traficante, habían sido introducidos al mundo oscuro por su mismo padre, para quienes trabajaban desde muy jóvenes.

El modus operandi de JP era bastante simple en realidad. Utilizaba chicos, sobre todo adolescentes, manipulándolos y prometiéndole cosas, la mayoría del tiempo aterrorizándolos para que llevarán drogas, armas y mujeres a dónde ellos quisieran

«Nunca sospechan de los niños» Hayes lo escuchó decir el día que fue arrestado.

Fue una lástima que sólo estuviera doce horas en las instalaciones del FBI en Virginia antes de salir libre por falta de pruebas.

«—No tengo nada que ver con la vida de mis hijos, no puedo pagar por sus crímenes»Alegó "ofendido" JP

Esa fue la última vez que Hayes vio a Kaithe, ella se negó a testificar en el juicio y fue llevada por sus padres a Nueva York para comenzar de nuevo al día siguiente.

De hecho, la última escena que compartió con ella fue cuándo estaba intentando disculparse pero la chica estaba en un silencioso shock. Ian apareció de la nada, comenzó a dar explicaciones a decirle lo mucho que lo sentía y que no tenía ni idea de que ella estuviera involucrada.

Sus padres aparecieron y empujaron a ambos chicos lejos de su hija.

—Todo esto pasó por tú culpa—Le dijo la Sr. Young a Ian—Cada vez que estás cerca ella cae en desgracia. ¿Porqué no te alejas?—Ian bajó la cabeza apenado y comenzó a caminar lejos de ellos—¡Pondré una orden de alejamiento contra ti, no te quiero cerca de mi familia!—Le grito furiosa.

La verdad es que ni ella ni Kaithe lo verían de nuevo. Ian fue arrestado esa noche por violar su libertad condicional, y a su expediente se le sumaron cargos de cómplice de homicidio, tráfico y secuestro. Enfrentaba 55 años de cárcel, 50 con buen comportamiento.

—También quiero que te alejes Hayes. Pensé que serías un buen amigo para ella, parecías ser un buen chico y mira dónde acabo.

No volvió a ver a ningún miembro de la familia Young después de eso.

Hace tres meses, Kaithe le envió un email explicando la situación del libro y que esperaba que lo leyera igual que los chicos. Hayes respondió, y ella sólo le dijo gracias.