Please, Hayes.

Capítulo XVII

—Hayes… te juro que no es mío.

—Sé que no lo es. Dime dónde encontraste esto.

Kaithe señaló hacia la alfombra. Hayes tenía los labios apretados y el ceño fruncido.

—Cuando llegue aquí tropece con la tabla suelta. Me di cuenta de que había algo abajo así que... tuve que quitar las otras dos maderas para sacarlo.

— ¿ Porqué no has dicho nada sobre esto?

—No me incumbe. No realmente.

— ¿Y cuándo te enteraste de que Matt estaba vivo, porque no dijiste nada?

—Lo había olvidado, han pasado muchas cosas en las últimas semanas.

—Ven, tenemos que irnos.

Kaithe hizo una señal a sus padres para que no se acercarán. Hayes y ella iban camino al auto de esta, el chico le apretaba la mano con fuerza, ella lo obligo a detenerse pero sin soltar su mano. Él lo hizo, y al ver la mirada de suplica y algo de desconcierto en la chica trato de relajarse un poco.

—Por favor dime que no matarás a Matt.

—Yo conduzco, Kaithe.

Le entregó las llaves con cierta desconfianza y terminó por subirse pensando que, tal vez, al día siguiente tendría que ir a un funeral.

*

La mayoría de los chicos estaba en la cueva, Mahogany se había marchado días atrás, y Nash seguía en su confinamiento solitario. Mientras que Johnson... pocas veces se acercaba al lugar.

— ¿Cuál es tu maldito problema? ¡¿Cómo dejaste que caminaramos en circulos y nos metieramos en problemas por ti, cuándo siempre tuviste el dinero en tu antigua habitación?!

—¡¿De que hablas?!

— ¡De esto, de esto hablo!—Pateo la bolsa lo suficientemente fuerte cómo para que el dinero se esparcieran a los pies de Matt.

—Hayes...—Gilinsky se puso de pie y lo tomó de la camisa—…calmate.

— ¿Cómo quieres que me calme? Aquí está todo... todo lo que Jake busca, todo por lo que nos quieren matar. ¡Ese idiota nos hizo poner nuestras vidas en peligro por nada! Estuvimos distribuyendo droga para conseguir el maldito dinero que el siempre tuvo en su poder.

—Tiene que haber una explicación—Shawn se puso en medio solo en caso de que Hayes se lanzará contra Matt—Mejor calmate.

—Es algo que deberíamos hablar todos juntos. Kaithe ni siquiera debería de estar aquí—Aaron dejó la botella de cerveza junto a Carter y se puso de pie—Mejor vayamos por Nash y por Johnson, y hablemos con tranquilidad.

—¿Y cómo planeas hacer eso Aaron? Jack no ha salido del departamento en semanas, Nash ni siquiera nos habla...

—Taylor tiene razón.

—Carter—Shawn tenía un tono de alarma en su voz—No lo hagas más grande. No tenemos tiempo para tonterías. Los dos tendrán que aceptar salir de sus confinamientos.

—Taylor tiene razón, y Hayes también. Esto es un estupidez.

—No podemos olvidarnos de Cameron, ni siquiera sabemos dónde pueda estar.—Taylor estaba cruzado de brazos y miraba desafiante a Shawn y Aaron.

—Chicos... mejor sientense. Y separense antes de que se maten unos a otros.

—Kaithe, no te metas.

—No le hables así, Carter. Ella no tiene nada que ver.—Hayes se puso delante de ella en un gesto de protección

—Exactamente, Hayes, no tiene nada que ver. No tiene porqué estar aquí. Así que mejor dile a tu nueva perra que se quite de nuestro camino.