—¡No me veas los pechos, pervertido!
Kaithe subió las manos hasta cubrirse el busto por completo, como odiaba meterse en ese tipo de problemas. Su orgullo había sido herido y no podía culpar a alguien más que a ella misma.
— ¡Maldición Trace, esto es tu culpa!
Eso no significaba que iba a admitirlo en voz alta. Desde dónde estaba podía ver la mirada burlona y pervertida de esos idiotas a los que medio pueblo le tenían miedo -incluida ella, aunque solo un poco-. Cuándo se giro para ver a Trace, la pobre chica tenía el rostro enrojecido por la furia; sus puños apretados estaban a nada de salir volando hacía su cara, prefirió dar un paso atrás en caso de que Trace perdiera los estribos.
— ¡¿Qué?! ¡Tú fuiste la que...!
—No tendremos está conversación aquí—agitó la mano delante de la cara de una muy enojada Trace y miró hacía sus espectadores, tenía a un grupo de chicos viéndola fijamente y muchos de ellos parecían muy cabreados intentando no verle el pecho— ¿Ninguno va a darnos una camisa?
— ¿Qué hacen aquí?—Pregunto Nash, y estaba algo enojado. Lo malo de la situación es que... sus cachetes se inflaban un poco cuando se enojaba y solo ponía a Kaithe con humor para bromear, sus mejillas eran muy apretujables. Quien diría que apretar esas mejillas se convertiría en un deseo personal de Kaithe.
—Esto es propiedad privada—Matt estaba intentando ocultarse pero Kaithe ya lo había visto, y Trace también, solo que se reservaba las ganas de gritar de... ¿sorpresa?—Entonces—Gilinski se cruzó de brazos y espero la respuesta de las chicas, se puso en medio del campo visual de Trace para evitar que siguiera viendo a Matt— ¿Qué hacen aquí?
—Primero, negro, esto no es propiedad privada. Hubo un tiempo en que lo fue, ahora solo está abandonada... lo que significa que cualquier criminal juvenil pueden entrar—Kaithe se puso de pie y al ver que el chico era más alto que ella, se levantó de puntillas para poner mejor efecto en sus palabras— ¿Qué te hace pensar que no soy una criminal, como ustedes?
—De hecho él tiene razón, si es...—Trace calló cuando vio a todos observándola—No importa.
Se paró detrás de Kaithe halándolo con disimulo para que la sacara de ese lugar del infierno, pero la morena estaba más interesada en discutir con Gilinski que en irse de ahí.
—Sacando esa interrupción, no respondiste.
— ¿Qué se supone que debo de responder?
— ¿Qué todas las personas de estas personas de este pueblo son así de lentas?—Preguntó mirando a Trace que solo se encogió de hombros algo enojada— ¿Qué te hace pensar que no soy una delincuente?
—Las delincuentes juveniles no usan zapatos tan caros, ni lencería de victoria's secret
Todos prestaron atención a lo que estaba diciendo Hayes, Kaithe levantó una ceja confundida y luego se carcajeo. Casi doblada en dos se agarró de Trace para no caer. Era la única que reía y eso fastidiaba a todos los demás.
—Vaya, eres gay. Genial. ¿Quieres ser mi mejor amigo?—Hizo un pucherito y guiño un ojo.
—No soy gay.
—Solo un chico gay sabría que estoy utilizando Victoria's Secret.
—¿Cómo lo sabes?—Pregunto Carter—¿Desde cuándo comenzaste a jugar al otro lado? Hermano, no te juzgo pero... podrías haberlo dicho.
—Suficiente—Nash se puso de pie molesto, señaló a Hayes y luego a Kaithe—Dale una camisa y luego regresa aquí.
—¿Por qué tengo que ir yo? Estoy cómodo aquí. Aaron, ve tú.
—¿Qué?
—Te envié a ti, Hayes.
—No eres mi jefe, ni mi padre... ni nada por el estilo, no tengo porque obedecerte.
—Has lo que te dije.
—No lo haré — se acomodó más en el sofá para probar su punto—Ve tú Aaron. Llévalas y dales una camisa.
Aaron estaba a punto de discutir pero Shawn negaba con la cabeza y solo le sugirió que lo hiciera, por esa ocasión. Las cosas entre los hermanos Grier no estaban muy bien en los últimos meses, y cada vez que tenían ese tipo de guerras de miradas, era mejor no meterse. Lo ultimo que necesitaban en ese momento era tener que tomar bandos.
—¿Qué pasa entre los hermanos maravilla?—pregunto Kaithe poniéndose la camisa gris que le había dado Aaron—¿Aaron, no, ese es tu nombre?
—Si.
—Entonces, ¿Qué pasa entre Hayes y Nash?
—Problemas familiares, que no son de tu incumbencia, linda. Bonito sostén por cierto—Aaron se marchó de la habitación y Trace se carcajeo por la expresión de su compañera.
— ¿Qué pasa con estos chicos?
—lo que no te gusta es que no hagan lo que tú digas.
—Yo pedí una camisa, y ahora estoy usando una. Eso es justo lo que quería que hicieran.
—sí, claro. Y ya deja de culparme, que sabes perfectamente que todo lo que está pasando se debe a ti.
—Relájate, con algo de suerte... podrás volver con tu enamorado antes de la media noche, te lo aseguro.
—Yo... no... no, no quiero...
—Ajam. Y yo soy virgen. Camina, te conseguiré una cita.
—¡No quiero una cita!
—¿Por qué sigues engañándote? Ese chico de allá es y será siempre el amor de tú vida, lo admitas o no es algo que todos en este edificio saben. Te daré un consejo porque me agradas, ¿si?: No te reprimas. Si quieres algo ve por ello. Arrojate por ese precipicio con la esperanza de caer de pie. Y aunque no sea como tú lo esperabas al menos no te arrepentirás por no intentarlo. Creeme, es mejor fallar que arrepentirse por no intentarlo.
—Viniendo de ti es realmente lindo.
—Lo sé. Ahora, vamos a conseguirte una cita para que por fin tengas algo de sexo, se te nota.
—Ya lo arruinaste.
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Please, Hayes.
FanfictionNo muchas se atreven a pasar del primer capítulo. ¿Tú eres diferente? - Hayes Grier ha estado aislado por mucho tiempo. Kaithe Young sólo quiere volver a casa, pero mientras eso sucede sabe en que ocuparse: «Descubrir que pasa con Hayes Grier y sus...