Capítulo XX

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Hayes se lanzó hacia delante en un vago intento de ahorcar a Jake, por suerte Nash y Jack evitaron que eso pasará. Jake estaba riéndose cómo un psicópata, estaba disfrutando enfermizamente de todo lo que estaba pasando esa noche.

— ¡¿Quién sigue?! ¿Jackie o Nashi? ¡De verdad que estoy disfrutando de esto!

—Basta Jake, podemos llegar a un trato—La voz Jack temblaba ligeramente, y no sé necesitaba de un experto para saber que estaba aterrado, sólo hacía falta mirar su rostro.

—Haremos lo que quieras, sólo danos tiempo.

—Tiempo es lo que no tienen.

— ¡Podemos devolverte el dinero! ¡Sólo danos tiempo!

Jake se quedó en silencio meditando la propuesta de Nash, sabía que tenía que hacer algo al respecto. Dos muertos en una noche llamaría mucho la atención, y estaba más que seguro de que para ese entonces Will Grier ya estaría más que muerto. Kirrian por el momento no representaba un problema.

—De acuerdo. Les consederé un trato.

—¿Cuál?

—Felicidades, a partir de hoy serán mis mulas—Sonrió con malicia mientras se ponía de cunclillas para acariciar la cara de Hayes, que estaba sentado en el suelo, con el cañón de la pistola.—Esperó que les haya quedado claro que conmigo no se juega, si lo olvidan, les sugiero que rebobinen está noche en su cerebro, así verán cómo acaban las personas que me desafían, que me molestan. Que triste que uno de ellos fue tu hermano—Deslizó el cañón hacía la sien y sonrió—Y uno de tus mejores amigos.

—Eres un asco.

—Lo soy, tienes razón pero para cuando termines de pagarme tu no serás muy diferente a mí pequeño Grier.

*

Al amanecer y a las orillas del lago SidLake se encontraba el pequeño bote a remos. Sobre la hierva con el rocío fresco Taylor Caniff intentaba  lo mejor que podía extraer la bala del hombro de su amigo Matt.

— ¡Maldita sea!

— ¡Tranquilo Matt! ¡Si te mueves puedo lastimarte aún más!

— ¿Eso acaso es posible?

—Espero que no—Susurró.

Desde los 14 años Taylor había tomado clases de primeros auxilios, y había sido ayudante de su tío en un pequeño consultorio en Maine. Cabe destacar que Matt y Carter lo molestaban llamándole doctorcito, justo en ese momento, no creo que ninguno de los dos vuelva a molestarlo por ello

— ¿Cómo van las cosas?

Hayes, Jack y Nash corrieron hacia los chicos, que estaban tirados en la orilla mojados, asustados y definitivamente cansados.

— ¡Matt!

—El maldito de Jake tiene una mala puntería. Lo que es una suerte para nosotros.

Shawn negó con la cabeza y comenzó a pasarle un par de vendas a Taylor.

—Cuando recibí tú mensaje pensé que el botiquín podía ayudar. Y en el fondo esperaba que no tanto—Cameron Suspiró y tomó asiento en la hierva.

—¿Qué pasó con Jake? Considerando que están en una pieza, supongo que es igual de malo que estar muerto.

—Si Johnson, tienes razón, es igual de malo.

— ¿Qué es lo que quiere que hagamos?—Preguntó Aaron.

—Quiere que seamos sus mulas, lo que es definitivamente malo.

Please, Hayes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora