Veintecatorceava Noche [ 1/2 ] ( Capítulo 18 )

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Ya habían pasado un par de noches desde ese horrible intento de confesión amorosa, Para mi suerte Aria actuaba igual que siempre, No cambió su trato hacia mí.

Pero las veces que la he sorprendido se le notaba pensativa y melancólica..

No es que la estuviera siguiendo ni nada.. Ja.

Aún así me dolió mucho lo de ese día.. Tanto física y emocionalmente. Su rechazo, Sus palabras tan grabadas como la marca de sus colmillos en mi cuello.

Pero es obvio, Era obvia su respuesta.

Entre yo, Un pelirrojo desorientado, Impulsivo, Con lengua tan áspera como lija, Que no tiene ninguna gracia ni talento..

Y ese príncipe que es inteligente, Amable, Talentoso, Agraciado y sabio, Ya era obvio no?

Sería como cambiar carne por charqui.

— Akira — Llamó la peliblanca a la puerta — Ya estamos casi todos listos, Sólo faltas tú, Arréglate rápido que ya nos tenemos que ir!

Ah.. Verdad, Me acordé que tenemos que ir al palacio de Gakuto, Qué distraído.

— Hm.. — Gruñí mientras me daba vueltas en la cama pues últimamente no he dormido nada bien — Tengo que ir? Vayan sin mí..

En cuestión de segundos se escucha como de una patada Aria derriba la puerta, No se veía nada contenta con mi actitud.

— Deja de hacerte el interesante!! Tu vas al igual que todos en este palacio pedazo de flojera con patas! — Ella me miraba con el ceño fruncido y con una leve chispa roja en sus ojos.

Yo a muy a mi pesar me levanté así como un muerto se levanta de su ataúd y me refregaba los ojos.

— Anda, Ponte algo lindo y vamonos — Ella caminaba hacia la puerta — Te esperaré con los demás.

— No puedo ir así? — Pregunté mientras extendía mis brazos y me miraba de abajo a arriba para luego concentrar mi mirada en dirección a ella.

— Quieres que te vista yo? — Amenazó ella elevando una ceja y sonriendo pícara.

— Es lo último que quiero, Gracias por tu oferta amable señorita — Respondí sarcásticamente mientras asentía con la cabeza varias veces con una sonrisa falsa decorando mi rostro.

— Está bien, Te estaré esperando entonces.

Una vez que Aria se fué abrí el armario para ver qué conjunto podría convencer a esta maniática de la moda victoriana.

Vaya que hay armarios en este palacio y todos con ropa, Se gastan más en ropa que en comida.

Una vez que vi algo que la pueda convencer tiré el conjunto en la cama- Espera, Esto que estoy haciendo.. No lo hago por complacerla a ella?

Pff, Bobadas..

Lo hago nada más para sentirme a gusto conmigo.. Con.. Estas.. Viejas ropas de hace dos siglos.. Jaja. Si. Me veo taaaaaaan bien con estas ropas que por suerte no se las comieron las polillas.

Sin más rodeos proseguí a desabotonarme la camisa para deshacerme- Mejor me salto esos detalles.

Luego de ya tener puesta la ropa me dirigí a la puerta para salir, Estaba medio abierta..

Y se podía ver unos ojos en el espacio acechando..

Unos ojos grandes de orbes de color campanula..

Abrí la puerta de golpe y sin aviso para encontrarme con nadie más ni menos que Aria Megurine.

— Cuál es tu problema!? — Reclamó la peliblanca con sus puños cerrados y enfadada ante mi violenta reacción.

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