Capítulo 37

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Espero que les guste este capítulo y que disfruten mientras lo leen, no he tenido casi nada de tiempo para escribir, pero aquí está, ¡saludos!


Cuenta Lali:

Los días han ido pasando, todas las mañanas llevo a los chicos al cole y Peter los pasa a buscar por la tarde, ellos están más tranquilos y por lo menos su relación con él ya ha ido mejorando bastante desde que llegué y les expliqué por lo que estábamos pasando como pareja. Después de dejarlos en el colegio yo me vengo a casa a hacer las cosas, arreglar un poco el desastre que dejan los chicos y los días que me toca dormir en la cama matrimonial, la hago, y si, con Peter decidimos que nos turnaríamos la cama, día sí y día no. Y finalmente, al medio día llamó por video llamada a Mateo, me encanta hablar con él, me río demasiado, pero me dan ganas de traerlo a Buenos Aires o de tomarme un avión para ir a verlo, si fuese en otra etapa de mi vida, sin que estuviesen mis pequeños amores, o sea mis hijos, ya estaría de vuelta en Miami con él, pero por ahora me conformo con tan sólo hablar con él por video llamadas. Luego como algo a la hora de almuerzo y aprovecho de ver las redes sociales, intento estar lo más actualizada posible, para ver en qué momento es mejor sacar un tema adelantando todo lo que grabamos aquel mes. En mi cabeza imaginaba el lanzamiento del disco, los fans, deben estar todos tan grandes, seguirán igual de incondicionales como antes? O ya han cambiado con el paso del tiempo? La última vez que hice algo en grande con los fans fue cuando sacamos el último disco y los mellizos eran chiquitos, Jacinta aún no nacía y no habían pasado tantos años desde que no sacaba música nueva, los shows, serán de la misma forma? Mi estado físico ha ido cambiando con el pasar de los años, pero considero que con un poco de ejercicio podría llegar a moverme al nivel con el que lo hacía antes, digo, ya que tengo cuatro hijos y me adecúo perfectamente a la rutina de los cuatro, por qué no podré adecuarme a unos pocos pasos de baile que antes para mi eran como pan de cada día. Ese día fue distinto, por la mañana no llamé a Mateo, por lo que estuve hablando en la tarde, antes de que los chicos llegaran del colegio, estaba algo preocupada, porque ya había pasado la hora de que tenían que llegar y con lo extraño que anda y Peter, tenía razones para preocuparme. Escuché la puerta de casa, pero continué hablando con Mateo, ya que no sentí los pasitos pequeños de todos mis hijos, es decir, no habían llegado ellos y supuse que sólo había venido Peter, quizás se los había dejado a Martina, nuevamente con esas cosas idiotas, o tal vez se los llevó a su vieja, eso me lo tendría que explicar él.

- Dejé a los chicos con mi vieja, quiero que hablemos -Dijo entrando a la habitación de nosotros, ahí estaba yo, sentada en la cama, cómodamente haciendo video llamada con Mateo, estaba feliz y sonriente, sin embargo, mi sonrisa cambió a una cara seria-

- Chau Math hablamos otro día - le dije sonriendo, le lancé un beso y corté- Que queres?

- Esto - me dijo y yo no entendí nada, yo estaba sentada sobre la cama y Peter caminó rápido hacia mí, sentí miedo en un instante, se acercó aún más, tomó mi cabeza y pegó sus labios a los míos. Me estaba BESANDO?!, no le bastó con arruinarme, mostrándome en la cara que estaba feliz con Martina y ahora me quiere volver a hacer daño?-

- Basta -Dije y él me miró-

- No -volvió a besarme, esta vez su lengua buscaba la mía con desesperación, no quería caer en su idiotez nuevamente-

- Basta Peter en serio, me hiciste muy mal, necesito que no hagas esto -le dije con lágrimas en los ojos-

- Mi amor yo a vos te amo, doy mi vida por ustedes, te necesito, quiero hacerlos feliz a vos y a nuestros hijos, de verdad Lali, yo te amo -me lo dijo con tanta sinceridad, ese beso me había movido todo, Peter era el amor de mi vida, pero no puedo pensar en volver a pasar lo mismo otra vez-

Lo que toda Laliter deseaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora