Capítulo 39

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Cuenta Lali:

Ya estábamos instalados en el departamento con los chicos hace dos meses, los cuales han sido algo eternos para mí, estaba totalmente adaptado para ellos con todos su juguetes y cosas que les gustan, así ellos se sentían más cómodos con la situación, me habían preguntados muchas veces el por qué ya no vivíamos juntos con Peter y les trataba de explicar a su manera, para no tener que dar tantas justificaciones, además Jacinta me ayudaba siempre con ese tema, ya que ella sabía que había tomado la decisión por sus pesadillas, y me lo agradecía calmando a sus hermanos cuando necesitaban de respuestas. Hoy los chicos estaban en el colegio, y me había tomado este día para ordenar el departamento, si era bastante grande, era de dos plantas lo que me facilitaba distribuir un poco el espacio, la planta de arriba era donde estaba mi habitación y también estaba su pequeña salita de juegos, ahí teníamos una Tv, pero no me gustaba mucho que la vieran, ahora teníamos mis propias reglas y las habíamos creado en conjunto como un menú, y una de ellas era que tenían derecho a una peli al día y si es que tenían las tareas del cole hechas, no me consideraba una hippie con el tema de la tecnología, pero entre las tablets y la Tv ya no estaban jugando mucho entre ellos, y como son tantos ahora que ya no usan mucho la Tv y las tablets, se les ocurren un montón de ideas y esas si se las permito y les doy libertad. Luego en la planta de abajo, la que era más grande teníamos las habitaciones de los chicos y dos baños, con la cocina y el living, la verdad era bastante espacioso pero los chicos tenían todo repartido por el departamento, por lo que decidí ordenar un poco durante este día. Ya había almorzado y eran cerca de las tres de la tarde, los chicos saldrían del colegio en una hora y media más, por lo que debía terminar de ordenar. De pronto sonó el timbre de casa, lo que me sorprendió bastante, no estaba esperando a nadie y por lo general cuando alguien viene, el conserje suele llamar para asegurar que conocemos a la persona que venía y así permitirle la entrada, me acerqué a la puerta y miré por el agujero de la misma, ahí estaba él paradito con su lunar que tanto me encanta, tenía cara de miedo y preocupación, lo que me preocupó a mí, sus ojitos estaban tristes y movía sus manos algo ansioso, quizás les había pasado algo a los chicos en el cole, pero me habrían llamado, o talvez estaba nervioso por algo. Supuestamente Peter debería estar en una grabación, lo que me pareció aún más extraño, y sin más rodeos me decidí a abrir la puerta.

- De verdad que los extraño demasiado y no podría seguir estando o viviendo en casa si está vacía, no hay ruido, ya no les cuento todas las noches su cuento y no estoy con ustedes como lo hacía antes – Me dijo directamente apenas abrí la puerta del departamento- ahora valoro mucho más lo que antes tenía y no lo valoraba, me doy cuenta que fui una idiota y tengo que remediarlo, porque los amo y quiero volver a vivir con ustedes. De verdad, estoy arrepentido de lo estúpido que fui, los amo demasiado y no logro entender como pude caer de nuevo en Martina, si ya había lastimado nuestra familia, en serio, lo siento –Sentía por primera vez en días, que lo que estaba diciendo, era real, lo estaba sintiendo realmente, es de verdad que estaba arrepentido o por lo menos, lo demostraba-

- Basta, de verdad ya no puedo más, no sigas hablando – le dije suplicante-

- Qué? – Me miró extrañado y le sonreí, me acerqué y lo besé, como no lo había hecho en meses, sí, aunque no le crean dejé de lado mi propio orgullo para amarlo nuevamente-

- Me volves a cagar y te mato, estamos?

- Me vas a matar en serio? – pude ver y escuchar que tragó saliva algo nervioso, ¿de verdad creía que le iba a hacer algo así?

- Si lo haces sí, bueno no, porque no puedo dejar sin padre a mis hijos, pero si te las puedo cortar y los dejo sin hermanos de una puta a mis pequeños

Lo que toda Laliter deseaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora