Capítulo 43

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Hola! espero que les vayan gustando estos nuevos capítulos, este que publico ahora, es relacionado con la fecha importante que se aproxima, espero que les guste y Felices fiestas.

Cuenta Lali:

La noche anterior había sido en familia, quisimos pasar un rato con la familia de Peter comimos ahí y luego nos fuimos temprano para poder estar con mi familia también, nos trasladamos literal de un extremo de la ciudad a otro, pero aun así logramos disfrutar con todos aquella noche que nos encanta y es tan especial. Por lo general nosotros pasamos Noche buena en familia a lo grande, abrimos los regalos de ellos por la noche en cada casa en la que nos reunimos y luego nos vamos a casa a dormir, no abrimos los regalos que llegan a nuestra casa esa noche, ya que nos gusta que despierten y los abran. Nos fuimos a eso de las tres y media de la casa de mis viejos, habíamos llegado a las doce, por lo que irnos muy temprano sería caótico. Llegamos al departamento con todos los chicos dormidos, Peter llevó a Oli y Santi a upa y yo me llevé a las chicas, era bastante tarde y no manejaban este horario, por lo que ya se habían dormido antes de que nos fuimos de la casa de mis viejos. Les pusimos sus pijamas y luego los acostamos en sus camas. Nos aseguramos de que ninguno estuviese despierto y ahí fue cuando nos convertimos los dos en Papá Noel. Por mi parte me puse a armar los rincones de los chicos con sus regalos, cada uno tenía su propio espacio en la salita de juegos, ahí habíamos puesto el árbol lo que nos facilitó bastante para poner los regalos durante la noche, el ruido de los papeles era bastante fuerte y al estar en la planta de arriba del departamento el ruido se escuchaba menos abajo en las habitaciones de los chicos. Peter por su parte, intentaba comerse las galletas que Jaci y Alma habías dejado, y a la fuerza tuvo que tomar medio vaso de leche, lo que me causó risa, porque no acostumbra a tomar leche. Cuando terminamos la misión, nos encargamos de nosotros, nos pusimos nuestros pijamas, cada uno usó el baño para hacer sus necesidades y en mi caso sacarme el maquillaje que había decidido usar para la noche y nos dormimos, estábamos agotados y era tarde, mucho no nos dormimos tan tarde con Peter, y lo que mi mente pensaba una y otra vez era en el día siguiente, ya que obviamente conociendo a los chicos se despertarían temprano para abrir los regalos y sería un día largo, porque iban a querer usar los regalos, jugar con ellos y no descansarían hasta usarlos todos, además habíamos quedado con Euge que si despertábamos temprano y nos levantábamos temprano, almorzaríamos en su casa, lo que los chicos les encanta para compartir sus regalos con Rufi. Me desperté a la mañana siguiente y los chicos seguían durmiendo, por lo que decidí cocinar magdalenas de zanahoria con cobertura de azúcar y limón, les encantaba y me gustaba mimarlos sanamente en estos días así, para que no se queden con la idea de que en navidad sólo reciben regalos. La primera en venir a la cocina fue Jaci, venía con sus pelos revueltos y fregándose un ojito.

- Feliz navidad amorcito de mi vida -Me acerqué para darle besitos en toda su cara ella me sonrió y me abrazó-

- Feliz navidad mami -Me dio un besito, se le notaba que aún estaba con sueñito, de seguro había despertado para abrir de primera sus regalos- y papi?

- Papá sigue durmiendo, yo me desperté para prepararles un rico desayuno a mis cuatro bebés -besé su mejilla, tenía la necesidad de comérmela a besos cuando tenía su carita de dormida-

- Vino Papá Noel? -Preguntó ansiosa y con su voz rasposa que me encanta-

- Me llamó ayer a la noche y me dijo que viene mañana mi amor, hoy no pudo venir, lo siento mi vida -puso una carita de desilusión que me partió el alma, se abrazó a mí y comenzó a llorar- Mi amor es joda -dije riendo- si vino y dejó muchos regalos pero primero tenemos que estar todos despiertos si? -acaricié su pelito-

- Mala -me dijo con su voz de bebé cuando se pone mimosa-

- Te amo -la puse entre mis brazos como cuando era bebita y la llené de besos por toda su carita, estaba tan grande, cinco años es demasiado-

Lo que toda Laliter deseaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora