Cuenta Lali:
Con los chicos de vacaciones y yo contra el tiempo con el cambio de casa, estaba desesperada, mis pequeños se aburrían, y yo me dedicaba a hacer las cajas para no estar a último minuto con él bebé en mis brazos metiendo cosas apurada. Decidí hacerles una tarde con pelis y comida que les gustaba, se que no es el mejor panorama, pero con una panza tan grande, me es imposible salir con todos en el auto, me cuesta caminar y ando últimamente con muchas contracciones pequeñas. Estaba algo incómoda, no me sentía en mi mejor día, pero pensaba que era todo el cansancio que manejaba, estaba con él síndrome del nido a todo dar, durante la semana había comprado las cosas que me faltaban para tener a nuestro bebé con nosotros, pero sentía que debía ordenar la nueva casa antes de que él llegara, cosa que era imposible, ya que faltaban a penas dos semanas para que llegue, e incluso menos, con las contracciones que tenía, temía que se adelantara. Cuando llegó Peter sentí alivio, él estuvo un tiempo con los chicos, y me dijo que se encargaría de ellos, para que yo pueda descansar, me sentía con la panza pesada y ya no daba más, necesitaba dormir una buena siesta, por lo que Peter decidió llevar a los chicos al parque para que yo descanse un poco, pensaba que quizás las molestias eran por sueño, por las noches me era difícil dormir, las pocas posiciones con tremenda panza me incomodaban, por lo que ya no dormía como antes, me recosté y mi síndrome del nido no me permitió ni 10 minutos de dormir, estaba preocupada por el cambio de casa, necesitaba tener todo listo, incluso las cajas de los chicos, la mayoría de las cajas estaban listas y en el living del departamento esperando a ser trasladadas a la nueva casa, iba a ser una locura el cambio, tener que ordenar todo con un bebito recien nacido iba a ser desesperante, pero necesitabamos el espacio. Comencé a hacer una caja de Jaci y Almi, con sus libros de lectura de cada noche, dejé varios de sus favoritos fuera, así teníamos algunos para las noches que venían y no se quedaban sin libros, sentía pequeñas contracciones cada vez que me estiraba para alcanzar algún libro de un estante más alto, las cuales eran bastante normales según mi experiencia con los otros embarazos, en el último mes se suelen sentir contracciones pequeñas ya que el cuerpo se prepara para el nacimiento del bebé, por lo que no me preocupé mucho, no eran seguidas y tampoco eran fuertes. Subí las escaleras sin problema, para llegar a mi habitación y poder relajarme, me senté en la cama para hacer los ejercicios de respiración que enseñan en los libros de doula, eso ayudó a desconcentrarme de las contracciones, pero aún seguían. Pasaron tres horarios y Peter aún no volvía con los chicos, pensé que quizás comerían fuera, para que yo no me tenga que encargar de cocinar, las contracciones eran cada vez más fuertes y muy seguidas, la angustia se apoderaba de mi cuerpo, decidí bajar las escaleras para tomar mi teléfono y llamar a la matrona y a Peter, para que vaya a dejar a los chicos con su abuela y me lleve a la clínica, tenía miedo, estaba completamente aterrada, no sabía si me daría el tiempo para hacer todo, en aquel minuto que me puse a pensar en el tiempo, sentí el líquido caluroso fluir por mis piernas, había roto la fuente, por lo que quedaba menos tiempo, a partir de ahora sería más rápido, no sabía si estaba dilatada, sólo pensaba en que llevaba en trabajo de parto ya varias horas y el bebé en cualquier minuto llegaría, además cuando ya has tenido otro parto natural, el que viene es mucho más rápido ya que el cuerpo tiene memoria y ya sabe que hacer en este caso, llegué hasta el sexto escalón y me tuve que sentar, no pude seguir bajando porque sentía como mi bebito ya se asomaba, ese aro de fuego con el ardor intenso que se sentía cuando la cabeza del bebé ya estaba por salir estaba sintiendo, estaba teniendo a mi hijo sola en un departamento y sin ayuda médica, sabía que Peter llegaría en cualquier minuto ya que hace un par de horas que había salido con los chicos. Tuve que sacarme los pantalones como pude, lo hice con cuidado y muy rápido, el dolor que tenía a nivel corporal y en mi parte íntima era enorme, un dolor que jamás había sentido, y digo jamás, porque mis otros partos han sido con epidural o anestesia local, por lo que mucho no sentía, sin embargo, ahora sentía perfectamente como mi bebé ya estaba saliendo, no tuve ni tiempo de pujar, porque ese bebito tan deseado había llegado, ll agarré como pude, para que no se golpee con la escalera y lo sostuve en mis brazos, estaba lleno de sangre y mucosidad de la placenta, estaba totalmente agotada y necesitaba que Peter llegase lo más pronto posible, era un peligro lo que estaba pasando, tomé un cordón de mi zapatilla y lo amarré en el cordón umbilical para cortar la circulación y así no hacerle daño al bebé, tenía mi cuerpo cansado, mi frente sudada y mis ojos ya no podían más, pero me mantenía despierta, acerqué a mi pecho al bebé para que se prenda por primera vez a mí y así lo hizo, succionaba y eso hacía que mi útero continuara teniendo contracciones fuertes.
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Lo que toda Laliter desea
Fanfiction¿Alguna vez te has preguntado como sería el futuro de los famosos que amas?, aquellos que tanto admiras desde que eras una adolescente o quizás¿una pequeña niña?. Esta es la historia que toda Laliter sueña para sus ídolos; Con el pasar de los años...