Butterfly ➻ Jungkook [en edición]

3» Jeon Jungkook

En cuanto llegamos a la plaza de comida rápida, Namjoon desapareció entre todos. Estaba tan distraído observando a Seul Bi que no noté su ausencia hasta que quise enseñarle algo que me hizo gracia. Pero eso no importaba.

Todo estaba yendo de maravilla, incluso, mis planes cambiaron de un momento a otro cuando me vi rodeado por sus amigos y creí que quizás no se trataría de una sesión de fotos improvisada para ella, sino que quería que la acompañara tal y como si fuese parte de su equipo.

El sentimiento cálido en mi pecho se incrementó cuando unos brazos delgados y fuertes se posaron en mis hombros de una forma amistosa. Ahí estaba YoonGi, la mano derecha de Seul Bi.

— Yo sí decía que alguien hacía falta entre nosotros —susurró contra mi oído con un acento gracioso. Tenía esa manía desde que Seul Bi empezó a buscarme en los descansos—. Pero mira nada más. ¡Yo creía que ya habías avanzado! ¿Por qué no se lo has pedido a tu chica?

— ¿Mi chica?

— No te hagas el tonto —se volvió a acercar—. Claramente estoy hablando de Seul Bi. ¡Oh, Jeon. No puede estar más loca por ti!

— ¡No bromees con eso!

— No te hagas el tonto, Jeon. Hay que tener dos dedos de frente para no notar lo que siente por ti.

¿Lo que siente por mí? Era tan confuso. YoonGi no hacía más que elevar mis esperanzas y llegar al punto en creer completamente en lo que decía.

Observé a Seul Bi desde donde estaba. Su cabello lucía perfecto aún y cuando el viento estaba insoportable, tenía una sonrisa de oreja a oreja que iluminaba su rostro. No podía dejar de verla. Ella tenía ese algo que hacía que quisiera estar a su lado por mucho tiempo y que me hacía sentir seguro.

Siempre tan distante. Siempre tan cohibida y misteriosa.

— ¿Eso crees? —pregunté sin despegar mi mirada de ella. YoonGi soltó una risita a mi lado.

— Claro que sí —me estrechó entre sus brazos. Casi parecíamos amigos de toda la vida, casi—. Dime, ¿por qué crees que te busca siempre?

— No siempre... —y tenía razón. Ella aparecía cada cierto tiempo—. La mayoría de veces pide que le tome algunas fotos-

Él soltó una carcajada escandalosa que no me dejó terminar. Era inevitable no contagiarse de su buen humor.

— Déjate de tonterías, Jeon. Estoy pensando a creer que no te gusta —lo miré de golpe—. ¿Por qué pones esa cara? Solo estoy diciendo lo que veo.

— ¿Por qué lo dices?

— Estás muy retardado. Verás, no eres su único pretendiente, ¿sabes? Si no haces algo pronto voy a tomar yo la iniciativa —él seguía teniendo esa sonrisa triunfante en su cara. ¿Por qué parecía tan seguro? —. ¿Quieres un consejo? Ya sabes, de amigos. Tienes la mayor de las suertes Jeon, así que ponte manos a la obra y empieza a armar una propuesta única para ella. No sé, tráele flores, llama un artista o quizás puedes...

Era la primera vez que lo escuchaba hablar tan emocionado. Así que mi cabeza empezó a dar vueltas alrededor de una fantasía que no pude controlar. La veía a mi lado, sosteniendo mi brazo mientras caminábamos por los pasillos de la escuela. YoonGi tenía razón. Ella merecía una propuesta única.

— ¡Mira a Taehyung! —de repente, la voz de uno de los amigos de Seul Bi me hizo ignorar lo que YoonGi decía para centrarme en un local en especial. Él apuntaba hacia dentro con una sonrisa en el rostro—. Come como cerdo. ¿Cierto que come como cerdo? Voy a agendarlo como cerdo.