6» Kim Ryujin

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Hice una mueca contemplando la distinguible chaqueta amarilla sobre la cama de mi habitación. Seguía teniendo esa mancha de la bebida en la parte inferior, pero se disimulaba un poco gracias a mis múltiples intentos de hacerla desaparecer.

No podía creer la actitud de aquel chico en la cafetería. ¿Por qué no se acercó al menos a ayudarme a recoger las cosas que tiró? A cambio de eso, se fue hecho una furia y su amigo educado se disculpó conmigo un sin fin de veces.

Hoseok incluso intentó limpiarla de inmediato con una servilleta, y le dijo al chico que me ayudaba que debía hablar con su amigo y que debía disculparse porque no era justo que en mis primeros días ya tuviera que enfrentarme a cosas así. Al final lo interrumpí para evitar que se armara otro caos.

Después de todo no podía culparlo completamente. Todos tenemos días malos.

Por otro lago, resultó siendo cierto lo que dijo Hoseok. La chica llamada Juuri se acercó a mí apenas tomamos asiento en la cafetería y reconocí de inmediato su aura encantadora y su sonrisa agradable. Conversamos un poco y me hizo prometerle que me sentaría con ellos en los descansos.

Definitivamente fue el mejor avance en toda la semana.

— ¡Apresúrate! —el grito de Taehyung me trajo de vuelta a la realidad. Salté de mi asiento para después agarrar la chaqueta de prisa y tomar la mochila colgada en la pared. Ya se había vuelto una costumbre que mi hermano fuese el que me apresurara todos los días.

Corrí escaleras abajo arreglando un poco mi cabello. No podía ser tan tarde, ¿cierto? Los días anteriores habíamos llegado muy temprano a la escuela.

Cuando entré al comedor, esperaba encontrarme a Taehyung arreglándose en el espejo con una mirada desaprobatoria. Sin embargo, no había nadie allí.

— ¿Taehyung...? —callé al escuchar la ducha en el otro lado del pasillo y luego a los escandalosos gritos de mi hermano mientras cantaba con emoción.

No puede ser posible.

— ¡Kim Taehyung!

— ¡Me estoy bañando, no molestes! —iba a responderle con dos piedras en la mano, pero mi enojo desapareció de repente al oír cómo se quejaba después de resbalar en el baño.

¿Cuál era la necesidad de apurarme de esa forma? ¿Acaso su única cosa favorita en el mundo era molestarme? Ni siquiera me arreglé bien.

Caminé por todo el lugar mientras el tiempo transcurría.

Papá nunca estaba, vivía prácticamente en su oficina y mamá murió hace tiempo. Mi familia se distanció desde ese suceso, por lo que el único recuerdo que tengo de mi infancia es Taehyung con su sonrisa rectangular.

Así había sido siempre, ¿no? Él y yo. Juntos. Con peleas como todos los hermanos, pero siempre nos dábamos la mano.

Me acerqué al sofá esperando a que Taehyung se dignara a salir. Y descubrí que desde la ventana las calles se veían más grandes de lo que en realidad eran y las personas lucían felices en camino a su escuela o trabajo.

Parecía que iba a ser un bonito día.

Unas pequeñas alas atravesaron mi visión haciendo que me centrara completamente en ellas. Una mariposa se posó en la esquina del ventanal, agitándose con gracia y enseñándome sus majestuosas alas blancas.

Se movía lentamente como si se tratase de una canción. Y un cálido sentimiento se expandió por mi pecho al detallarla.

Era tan hermosa.

Butterfly ➻ Jungkook [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora