— En el rincón de mis recuerdos —YoonGi llevó las manos hacia las teclas del majestuoso instrumento. Su voz sonaba tranquila y cuidadosa— Hay un piano marrón en la esquina de la habitación.
Las personas guardaron silencio a medida que el chico continuaba con su presentación. El auditorio estaba lleno, completamente lleno y más de uno se sorprendió al escuchar a aquel joven talentoso. La melodía que escuchaban era magnífica, única y con ese toque que la hace especial.
Por otro lado, Jimin estaba completamente avergonzado al llegar tarde a la presentación de su novio. Le había dicho la noche anterior que lo despertara para llegar juntos; sin embargo el mayor partió al lugar solo y dejó que Park durmiera un rato más.
¿Pero por qué lo haría? Era como si no quisiera que Jimin presenciara su acto y que se perdiera del espectáculo.
— Llegaste tarde —Taehyung lo regañó a penas se sentó junto a él. Jimin hizo una mueca al percatarse de que se había sentado entre los hermanos Kim—. ¡No hagas esa cara!
— Cállate, Taehyung —Ryujin lo reprochó señalando a YoonGi en el escenario—. Eso lo haces después, él está tocando.
— No me despertó —Jimin esperó a que la más joven de los Kim se girara hacia Jungkook para poder hablar tranquilamente con su mejor amigo—. Le dije que lo hiciera y lo ignoró. Es como si YoonGi no quisiera que esté aquí...
— Es obvio.
— ¿Qué? —lo miró atónito. Esas palabras definitivamente no lo hacían sentir mejor.
— Escucha la canción que presenta —golpeó amistosamente su mejilla para que viera hacia el frente—. No quiere que lo veas sentimental. Esa es la obra maestra de Min YoonGi. Y su inspiración está justamente a mi lado.
— ¡Shh! —Ryujin volvió a callarlos con un golpe de su tacón. Ambos chicos se quejaron silenciosamente mientras se acomodaban en sus sillas para colocar su total atención en el chico que toca el piano.
¿Su inspiración? Jimin miró maravillado a su novio unos segundos después de que reconociera la melodía. Esa era su última presentación del año en Seúl y había escuchado a YoonGi las noches anteriores decirle que quería cerrar con broche de oro. Pero nunca imaginó que a eso se refería.
Buscó sus ojos. Aún estando a metros del chico podía notar la expresión nostálgica que tenía, podía ver su boca fruncida y como se esforzaba para no despegar la mirada de las teclas. ¿En qué estaría pensando? ¿Qué le hacía tocar con tanta emoción?
YoonGi movía sus dedos con gran agilidad. No quería ver al público y encontrarse con las miradas de sus amigos y de su familia. No quería que ellos notaran que estaba sensible por los recuerdos que se arremolinaban uno tras en otro en su cabeza.
Recuerda la primera vez que llegó a la escuela, y a la multitud de niños que lo observaban como si algo estuviera mal en él.
— Mamá, en serio, mamá. No quiero —el pequeño niño con ojos asustadizos se rehusó a entrar a su nueva escuela. Era la tercera vez que lo sacaban de un instituto y lo ingresaban a otro por culpa del trabajo de sus padres—. ¡Mamá! ¡No! ¡Suéltame!
— ¡Min YoonGi! —la mujer se detuvo en medio del camino—. ¡Compórtate! Estás llamando la atención.
— ¡Pero no quiero ir!
— ¡Ya estamos aquí, y quieras o no vas a ingresar por esa maldita puerta y ser el niño prodigio de siempre!
YoonGi no tuvo tiempo de rechistar cuando su madre lo empujó tan fuerte que cayó al suelo en medio de toda la confusión. Miró a su lado con una mueca en el rostro y se encontró con la atención de muchos niños sobre él.
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Butterfly ➻ Jungkook [en edición]
Fanfic❝Te enseñaré a volar❞ ➻ Hetero ➻ Yoonmin SE PROHÍBE COPIA O ADAPTACIÓN. [EN EDICIÓN]