Butterfly ➻ Jungkook [en edición]

15» Kim Ryujin

— ¡Es injusto! —Hoseok se lanza hacia mí y sólo tengo tiempo de poner mis brazos antes de que me asfixie contra su cuerpo—. ¡Yo quiero ir al 1-5!

— Ni modo —Juuri toma pacientemente su batido, mira hacia los lados en busca de diversión pero en la cafetería siempre hay silencio, bueno, a excepción de nosotros—. Por cierto, Ryujin, ¿cómo va todo con Jungkook?

— De maravilla —respondo. Golpeo el brazo de Hoseok para que me suelte y él se inclina hacia atrás ofendido. Me siento al lado de Juuri y tomo de su batido antes de continuar—. Es un gran chico.

— Uy... —Hoseok toma asiento frente a Juuri y me observa sospechosamente—. Tu noviecito debería sentarse con nosotros.

— Eso le dije, pero me rechazó —lanzo la bolita de servilleta que tenía al alcance—. Y deja de llamarlo así.

— Sabes... Taehyung ha cambiado —Juuri llama mi atención. La observo pero ella no se atreve a verme a los ojos, simplemente juega con su batido—. Se está convirtiendo en otra persona.

— Lo sé —tiendo mi mano hacia la suya y le doy un apretón—. Quiero golpearle esa bonita cara que tiene.

Juuri suelta una risa y Hoseok se nos une.

— Créeme, varias veces me contuve —levanta el batido para tomar otro sorbo—. Incluso, Jimin ya no se sienta con él. Dice que está todo el tiempo hablando de la tal Seul Bi... y pues, después de la relación que tiene ella contigo y Jungkook. Ya me está cayendo mal.

— Ni lo digas —Hoseok golpea la mesa con uno de sus dramatizados—. Ya estoy armando mi plan para dejarla en ridículo.

— Eso no te lo permitiré —lo interrumpo, mi índice para en su frente y le doy un leve golpe, él se queja—. Se supone que eso lo lograré yo.

— No puedo creerlo —Juuri se queja de nuestra pelea improvisada y suelta bufidos por cada grito que pegamos.

— ¡Por lo menos yo estoy con Jungkook! —grito para defenderme. Me dice en cara que está en uno de los salones del segundo bloque. Pero en la clase de inglés está en el bloque uno y con nadie que conozca.

— ¡Retráctate! —me lanza el pitillo del batido de Juuri. Ésta lanza otro grito y golpea a Hoseok, después éste me golpea a mí y yo golpeo a Juuri por hacer que saliera perjudicada.

— Ryujin, ya basta —Juuri se queja volcándose hacia mí—. Acabo de recordar algo. Tengo que decírtelo...

— ¿Ese no es Jungkook? —Hoseok la interrumpe. Me señala detrás de él y yo busco con la mirada lo que intenta demostrarme. Efectivamente, la postura característica de Jungkook está de espalda a nosotros en el mostrador pero su rostro está volcado totalmente hacia nuestra mesa y eso lo hace ver gracioso. Yo suelto una risa cuando sus ojos se encuentran con los míos y Jungkook gira la cabeza de golpe hacia la señora que atiende.

— Ya vuelvo —anuncio. Hoseok hace alaridos de animal y golpea la mesa como un tambor, Juuri le dice que se detenga pero este no puede dejar de molestarme.

Me levanto de un salto y camino sigilosamente hacia Jungkook para darle tiempo de huir. Pero no lo hace, sigue con los codos apoyados en el mostrador aún y cuando ya lo atendieron.

— Jungkookie —lo llamo. Éste se gira con una sonrisa en su rostro y dos batidos en sus manos. Me mira despreocupadamente.

— Oh, Ryujin —hace una pausa—. No te había visto, ¿estabas aquí?

No puedo evitar mirar los batidos que sostiene con gracia, sé que intenta cambiar de tema para que no le saque en cara de que me estaba viendo.